Mucho trabajo tuvo el vigía marítimo del castillo de Montjuich el 15 de octubre de 1899, hasta doce vapores y veleros llegaron en esa jornada, más otros ocho partieron. La mayoría eran viejos conocidos de destinos como Valencia, Cette, Alicante, Marsella, Génova, Liverpool y Portsmouth. De este último destino procedía el protagonista , el destructor japonés Akebono.

Para esta escala el vigía no tenía un código concreto ya que cuando el Plan de Señales fue aprobado algunas tipologías de buques como contratorpedero o destructor no existían, ni tampoco lo tenía para esta nacionalidad. Igual la más parecida era la de “El vapor de guerra extranjero señalado es lanzatorpedos” o quizás alguna más neutra como «El vapor del S. es de guerra extranjero».

Este destructor se hallaba de paso de camino a Japón, procedía del puerto de Portsmouth en donde había sido entregado a la marina imperial japonesa hacía apenas unos meses. El 15 de septiembre partían de Portsmouth y comenzaban un largo viaje hacía Japón, y tras una larga travesía colmada de problemas mecánicos llegaron a Yokosuka el 20 de febrero de 1900. Durante su viaje, además de Barcelona, recalaron en Brest, Lisboa, Gibraltar, Tolón, Puerto Saíd, Adén, Colombo, Saigón y Hong Kong entre otros.
Sin embargo, su escala en Barcelona tan solo duró el tiempo necesario para aprovisionarse de víveres. Quedó amarrado en el Dique del Este y aislado por haber recalado días atrás en Lisboa. En el país vecino estaban sufriendo una epidemia de peste bubónica, que a pesar de que tuvo su origen en el norte del país, toda precaución era poca.
Las autoridades portuarias extremaron las precauciones y dejaron los víveres sobre el muelle para que los marinos japoneses los recogieran, evitando de este modo ningún contacto con ellos. Tan pronto hubieron embarcado todas las provisiones zarparon del puerto y pusieron rumbo a Japón.
Buques de guerra japoneses en Barcelona
La bandera japonesa llama mucho la atención, ya sea por lo exclusivo de su diseño o por simple curiosidad por ver y conocer a sus gentes. A lo largo del siglo XX el puerto de Barcelona ha recibido diversas visitas de los buques de guerra de esta nación. Una de las más célebres fue la de los cruceros acorazados Izumo y Yakumo, que a bordo de los mismos además de embarcar a dos sobrinos del emperador también llegó el que sería el artífice del ataque a Pearl Harbor: Isoroku Yamamoto.

En 1934 otros dos cruceros acorazados repetían visita, eran los Asama e Iwate, en esta ocasión aprovecharon para entablar lazos entre ambas culturas y entre otros actos como la ofrenda floral en la tumba de Francesc Macià, participaron en la inauguración de la calle Tokio con el acto simbólico de plantar unos árboles.

Evidentemente durante el periodo de entreguerras no hubo ninguna visita y sus visitas de cortesía con buques militares se reanudaron a mediados de los años setenta con la visita del destructor Aokumo (D-119) y el buque escuela Katori (TV-3501).


Estas visitas se han ido sucediendo con el paso de los años y siempre han sido bien recibidos, afecto que ellos siempre han notado y en sus visitas han ofrecido conciertos con las bandas de música de los barcos más otros eventos y recepciones a bordo.
Su última visita de cortesía sucedió antes de la pandemia del COVID-19, el 27 de julio de 2018 otros dos buques de guerra en viaje de instrucción visitaban la ciudad Condal, fueron el destructor Makinami (DD-112) y el buque escuela Kashima (TV-3505).

El destructor Akebono
El Akebono pertenecía a la clase Ikazuchi de destructores compuesta por seis unidades construidas entre 1897 y 1899 en los astilleros ingleses de Yarrow & Company en el distrito londinense de Poplar. Toda la serie recibió nombres de fenómenos de la naturaleza: Ikazuchi – Trueno, Inazuma – Relámpago, Akebono – Amanecer, Sazanami – Onda, Niji – Arco iris, y Oboro Claro de Luna.

Su casco estaba construido con acero galvanizado con aleación de níquel y desplazaban 420 toneladas a plena carga, con una eslora de 68,4 metros por 6,2 metros de manga y 1,57 metros de calado. Eran propulsados por dos máquinas de vapor alternativas de cuatro cilindros de la firma Yarrow de 6.000 HP. que conectados a dos ejes obtenían 30 nudos de velocidad. Dotación, 55 tripulantes. Su armamento constaba de 1 cañón QF de 12 libras, otros 5 Hotchkiss QF de 6 libras más dos tubos lanzatorpedos de 460 mm.

En cuanto al Akebono, fue la tercera unidad en ser entregada, su quilla fue puesta el 1 de febrero de 1898 y su botadura se hizo efectiva el 25 de abril de 1899. En cuanto las pruebas de mar fueron satisfactorias sería entregado a la marina imperial japonesa.

Las pruebas de este destructor llamaron la atención de la prensa española, tanto que se apresuraron a decir que este era el barco más veloz a flote, ya que alcanzó los 31,5 nudos.

A su entrada al servicio, el Akebono, patrulló la costa de China durante la Rebelión de los Boxer. Combatió en la guerra ruso-japonesa de 1904 a 1905 dentro de la 2ª División de Destructores de la 1ª Flota y en la Primera Guerra Mundial. El Akebono y su hermano el Oboro fueron los destructores más longevos de esta serie y lejos de poder ejercer como buques de combate de primera línea, fueron convertidos a dragaminas en 1921. Un año más tarde el Akebono cambió de cometido, ahora sería utilizado como blanco para las prácticas de torpedo, para ello fue dotado de un dispositivo de remolque. Con esta función ejerció hasta 1925 cuando fue dado de baja y vendido para desguace.

Más información:
Nota de la llegada del Akebono a Barcelona publicada en el diario El Diluvio del 16 de octubre de 1899 página 10
Datos de la clase Ikazuchi de destructores en la página web de Maritime Quest
Información adicional de la clase Ikazuchi en la Wikipedia