El día 20 de marzo de 1932 hacía su entrada al puerto de Barcelona el transatlántico alemán Columbus perteneciente a la compañía Norddeutscher Lloyd, procedió a atracar en la Estación Marítima y allí desembarcaron sus 250 turistas que se encontraban en pleno crucero por el Mar Mediterráneo.

Pero no solo la ciudad recibió la visita de los turistas, si no que las autoridades civiles y militares de Barcelona fueron invitadas a visitar el transatlántico, y no era para menos ya que el Columbus fue en esa fecha el mayor buque de pasajeros que había recalado en el puerto de Barcelona. Como en los cruceros de hoy en día el Columbus tan solo permaneció en puerto el tiempo necesario ya que la agenda era muy apretada y por la noche partió con rumbo a Palma de Mallorca.

Sin duda alguna estos fueron tiempos felices para este barco, su tripulación y su pasaje, años más tarde formaría parte del drama de la guerra cuando tuvo que interrumpir un viaje de placer por el Caribe días antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y su tripulación lo sacrificó para que no cayera en manos enemigas.
El Columbus
Tuvo un comienzo difícil debido al Tratado de Versalles en el que se fijaban las condiciones para realizar las reparaciones de guerra. Muchos barcos civiles alemanes pasaron a formar parte de la flota mercante inglesa, el Hindenburg y el Columbus estaba previsto que fueron transferidos al Reino Unido, ambos eran gemelos y debían formar parte de la flota de la compañía Norddeutscher Lloyd. Sin embargo, el Hindenburg se quedó en Alemania y el Columbus fue traspasado a la White Star Line en donde recibió el nombre de RMS Homeric.

Por otro lado, el Hindenburg cuya construcción se ordenó en 1914 en los astilleros de Schichau Shipyards en Danzig, no sería puesto a flote hasta el 12 de agosto de 1922 y su nombre se cambiaría a Columbus. El resultado fue un transatlántico de 32.581 toneladas de registro bruto con una eslora de 236 metros por 25 metros de manga y 15 metros de calado. Era propulsado por máquinas de triple expansión que más tarde serían sustituidas por turbinas a vapor más eficientes y su velocidad máxima era de 23 nudos.

Su historia
Realizaría su primer viaje inaugural el 22 de abril de 1924, partió de Bremerhaven con destino a Nueva York y pronto se convirtió en un barco muy popular. Era cómodo y rápido, ideal para cruzar el Océano Atlántico. Tenía capacidad para 426 pasajeros de primera clase, 476 de segunda clase y otros 678 de tercera clase. Los pasajeros de primera clase podían viajar a todo lujo, disponían de un gran salón comedor digno de un palacio, más salón tocador, sala de fumadores, biblioteca, guardería y un jardín interior. En el exterior disponían de dos cubiertas para pasear, más una piscina y una pista de baile.
Tanto fue así que la compañía decidió que pasara por el dique seco en 1929 para acondicionarlo y modernizarlo. Entre otras mejoras aplicadas fue remotorizado y con este cambio el barco ganó más velocidad.


Su línea preferida conectaba Europa desde Alemania con Estados Unidos en Nueva York haciendo equipo con el Bremen y Europa y ocasionalmente realizaba cruceros al Caribe.
Un crucero interrumpido
El 20 de junio de 1939 emprendería su última travesía al mando del capitán Wilhelm Daehne y nunca más volvería a Alemania, zarpó de Bremerhaven con destino a Nueva York puerto al que llegó el 5 de julio. De ahí el 19 de agosto debía comenzar un crucero por las Indias Occidentales, sin embargo, el viaje se complicó el 1 de septiembre de 1939 cuando Alemania invadía Polonia dando así comienzo a la Segunda Guerra Mundial.

Días antes el capitán del Columbus recibió un telegrama procedente de Alemania en el que le ordenaban que se dirigiera cuanto antes al puerto neutral más cercano, allí debía suspender el crucero y desembarcar a todo el pasaje. El primer puerto que tocaron fue el de La Habana, al que llegaron el 2 de septiembre, y desembarcaron a todos los pasajeros. De ahí partieron hacia el puerto de Veracruz en México en un complicado viaje en donde tuvieron que eludir a los buques de guerra ingleses que consideraban al transatlántico como un buque hostil.

Su estancia en Veracruz fue algo penosa, aunque no fueron internados, iban escasos de combustible y víveres y lo peor estaba por llegar. Más malas noticias llegaron por telegrama, barco y tripulación quedaron asignados al Alto Mando de la Fuerza de Defensa (Oberkommando der Wehrmacht – OKW) y se les ordenó evitar a toda costa que el barco cayera en manos enemigas.
Con las nuevas órdenes recibidas el Columbus partía de Veracruz el 14 de diciembre con rumbo a Alemania, durante su tránsito por aguas territoriales de Estados Unidos fue escoltado por siete destructores norteamericanos. Una vez alcanzaron el Cabo Hatteras el Columbus se adentró en el Océano Atlántico sin escolta alguna, a excepción del crucero USS Tuscaloosa (CA-37) que lo seguía a cierta distancia.

El viaje del que fuera el mayor transatlántico del mundo se interrumpió el 19 de diciembre al escuchar una detonación lejana, el disparo provenía del destructor HMS Hyperion de la Royal Navy y desde un reflector de señales les enviaba en código Morse el mensaje: “You are captured”.

El capitán Daehne no lo dudó ni un instante y ordenó incendiar y hundir su barco. Aún quedaban algunos pasajeros a bordo que sumado a su tripulación contabilizaban 576 personas, incluido su capitán, fueron rescatados por el crucero USS Tuscaloosa y más tarde desembarcarían en Nueva York.
La dramática escena fue contemplada por los oficiales y tripulantes del destructor HMS Hyperion (vía British Pathé)
Así terminaba la carrera del transatlántico Columbus, pero comenzaba otro oscuro periodo de la historia. El mismo Adolf Hitler en su declaración de guerra del 11 de diciembre de 1941 a los Estados Unidos, calificó la actuación y presencia del crucero USS Tuscaloosa durante el hundimiento del Columbus como un acto hostil contra Alemania, e incluyó este incidente en la lista de agravios como excusa para entrar en guerra con los Estados Unidos.
Más información:
Llegada del Columbus en el diario La Vanguardia del 22 de marzo de 1932 página 31
Artículo «SOCIAL AND LINER HISTORY: SS Columbus of the North German Lloyd Ship Line» de Michael Grace publicado en la página web de Cruising the Past
Artículo «El amargo fin de los trasatlánticos alemanes, 19-12-1939» de Víctor Javier García Molina publicado en el diario ABC