El día 1 de julio de 1885 hacía su entrada al puerto de Barcelona el vapor correo Venezuela de la Compañía Trasatlántica procedente de Cádiz, con él y a remolque llegó también el nuevo cañonero de la Armada española, el Elcano.

Este nuevo cañonero procedió a fondear en el Muelle del Carbón, frente a las instalaciones de la Maquinista Terrestre y Marítima y no tardaría en ser trasladado de muelle ya que carecía de máquinas y serían los Talleres Nuevo Vulcano los encargados de instalar su planta motriz.
El cañonero Elcano
Era similar, por no decir idéntico, a los cañoneros General Concha, General Lezo y Magallanes por lo que fácilmente se los puede nombrar de la misma clase. Fue bautizado en honor al ilustre marino Juan Sebastián Elcano (1476-1526), sería construido en el arsenal de La Carraca con hierro de la fundición Duro de Gijón siendo botado el 28 de enero de 1884, entregado a la Armada en 1885 sin máquinas calificado inicialmente como crucero de 3ª clase.

Desplazaba 540 toneladas, su eslora era de 48 metros por 8 metros de manga y 3,4 metros de calado. Era propulsado por dos máquinas Portillo White & Cía. de 600 hp. de potencia a dos ejes, más su aparejo de goleta con una superficie vélica de 604 m². Su velocidad máxima a propulsión mecánica era de 11,8 nudos y su autonomía de unas 1.300 millas náuticas con 80 toneladas de carbón. Dotación, 95 tripulantes.
Su armamento lo componían dos cañones González Hontoria de 12 cm. y uno de 9 cm., 2 ametralladoras Nordenfelt de 25 mm. y una de 11 mm. más un tubo lanzatorpedos a proa.

Sus primeras pruebas
El día 25 de agosto de 1885 subiría el cañonero al varadero hasta el 14 de septiembre, no obstante tuvo que subir de nuevo a petición del comandante al detectarse diversas vías de agua que comprometían su flotabilidad. Dichas vías de agua pudieron repararse y volvió a bajar del varadero el 18 de septiembre, una vez en el agua fue ayudado por el remolcador Montseny que lo condujo hasta el antepuerto en donde fondeó al lado del cañonero Pilar y en ese mismo lugar realizarían las primeras pruebas de las máquinas de la firma Portillo White y Cia. recién instaladas.
El 24 de septiembre realizó su primera salida a la mar por sus propios medios, fue acompañado en todo momento por el cañonero Pilar. Ambos buques pusieron rumbo hacia el Sur-Oeste y navegaron hasta una distancia de seis millas, durante esta navegación comprobaron el buen estado de las máquinas del Elcano y aprovecharon para poner a punto su artillería.

Las pruebas de mar se fueron sucediendo regularmente hasta el día 23 de octubre, en esa jornada se invitó a la prensa, y tal y como había estado realizando el último mes también estuvo presente el cañonero Pilar. Fueron invitados diversas autoridades civiles y militares de la ciudad, así como representantes de la Sociedad de Navegación e Industria y periodistas del Diario de Barcelona, Crónica de Cataluña, El Diluvio, Correo Catalán, El Barcelonés y La Vanguardia.
La demostración del cañonero Elcano incluyó un zafarrancho de combate ordenado por el comandante Enrique Santaló, los artilleros abrieron fuego sobre un blanco simulado con sus cañones de 12 cm. y sus ametralladoras Nordenfelt. Los invitados quedaron asombrados de la potencia de fuego del buque aun cuando le faltaba un sistema armamentístico por instalar, un lanzatorpedos. Durante el mes de diciembre se procedió a instalar no solo el tubo lanzatorpedos si no también el sistema eléctrico interior y exterior.
A finales del mes de enero de 1886 las obras en el Elcano se aceleraron, se propuso enviar a este cañonero junto con el General Lezo a Filipinas con el fin de reforzar a la escuadra española. Su última subida al varadero se produjo el 1 de febrero para limpiar fondos, tan pronto hubo bajado comenzaron las pruebas de torpedos. El 9 de febrero realizó el primer disparo de un torpedo, el proyectil fue expulsado por un sistema de aire comprimido de su tubo y tras un breve vuelo se introdujo en el agua recorriendo una distancia programada de 500 metros, el torpedo de pruebas una vez hubo terminado su recorrido salió flotando en el agua y fue recogido por la dotación del cañonero.
En días posteriores se sucedieron más pruebas de mar con sus máquinas y armamento a fin de familiarizar al máximo a la dotación con el buque. A mediados de marzo la goleta de guerra Caridad transportó desde Cartagena las cabezas de combate de los torpedos y el día 17 de marzo realizó sus últimas pruebas del tubo lanzatorpedos.
Finalmente el día 24 de marzo de 1886 a las cinco de la tarde y ante una gran expectación el cañonero Elcano zarpaba con rumbo a Manila al mando del teniente de navío de primera Emilio Díaz Moréu.
Este no fue el único encargo de la Armada a la industria catalana, con anterioridad al Elcano la propulsión del cañonero Pilar también fue construida en Barcelona, así como las del crucero de segunda clase Cristóbal Colón, los cañoneros Alsedo y General Concha y el cañonero torpedero Vicente Yáñez Pinzón.

En 1887 se encargarían las máquinas del crucero de segunda clase Marqués de la Ensenada y Alfonso XIII en 1889.

En 1891 las de de los cañoneros torpederos Martín Alonso Pinzón y Galicia y del Marqués de Molins un año más tarde junto a las del crucero acorazado Carlos V; los últimos encargos del siglo XIX fueron para los cruceros Extremadura y Reina Regente.
Rumbo a Filipinas
No fue un viaje sencillo para el cañonero, se tenían que recorrer muchas millas antes de llegar a Filipinas y tan sólo podían contar con ellos mismos y como mucho con la ayuda recibida en los puertos en donde recalaran.
El día 27 llegaron a Nápoles y de ahí sus siguientes puertos serían Mesina, El Pireo, Rodas, Lárnaca en Chipre, Beirut y Alejandría, previo paso por Port Said atravesaron el canal de Suez el día 4 de mayo. El día 10 se les averió la máquina de estribor, teniendo que navegar con la máquina de babor y ayudados por el aparejo lograron alcanzar el puerto de Massawa para poder reparar la máquina.
De Massawa saldrían para Adén en donde harían una larga parada para volver a reparar máquinas desde el día 15 al 25 de mayo, su siguiente destino sería Colombo. Por el camino sufrieron una avería en el timón y su travesía se complicó debido al mal estado de la mar, llegaron a Colombo el 5 de junio. Tras cinco días de descanso partieron hacia Singapur, llegando el 19 de junio y ahí pasaron dos meses para limpiar fondos y acometer todas las reparaciones necesarias después de tan largo viaje.

El día 19 de agosto reemprendieron el viaje para realizar el último tramo de tan singular singladura, fondearon en la Bahía de Manila el 26 de agosto de 1886 después de cinco meses de viaje y más de 9.000 millas náuticas recorridas.
En Filipinas quedó destinado en la División Naval del Sur en Ilo-Ilo, junto a la Escuadra española pacificaron la zona norte de la isla de Mindanao en 1891. Durante la guerra hispano-estadounidense de 1898 el cañonero Elcano era uno de los pocos buques de la Armada de más de 500 toneladas de la División Naval del Sur de Mindanao que comandaba el capitán de navío José Ferrer Pérez, además del transporte armado General Álava, siendo el resto de buques cañoneros más pequeños, muchos de ellos fluviales.
El 26 de abril de 1898 en aguas de Ilo-Ilo el cañonero Elcano apresaría al buque norteamericano Saranac, este pertenecía a la flota del almirante George Dewey y transportaba 1.640 toneladas de carbón destinado a los buques de guerra norteamericanos.

Bajo otra bandera
El cañonero Elcano sobrevivió a la guerra y después de la firma del tratado de paz fue vendido a los Estados Unidos junto a otros cañoneros. El Elcano conservaría su nombre al que se le añadiría el prefijo USS por United States Ship y el número 38, entraría en servicio con la US Navy el 20 de noviembre de 1902 al mando del comandante Albert Gustavus Winterhalter.

El cañonero fue modificado a los requerimientos norteamericanos, se le retiró todo su artillería original a cambio de 4 cañones de tres libras y 2 de una libra, también perdió el tubo lanzatorpedos y su dotación quedó reducida a 57 tripulantes.

Sería destinado a la patrulla del Yang-tsé junto a un viejo conocido de la Armada, el entonces cañonero USS Villalobos. Juntos protagonizarían diversas escaramuzas contra piratas de la zona, siendo las historias de estos dos buques algunas de las que inspiraron a los productores de la película “El Yang-tsé en llamas”.

Durante su vida operativa en la US Navy nunca abandonó las aguas de Extremo Oriente, finalmente causaría baja el 30 de junio de 1928 y acabaría siendo utilizado como blanco en prácticas de tiro y hundido el 4 de octubre de 1928.
Más información:
Datos e historial del cañonero Elcano en la página web de la historia naval de España en Todoavante.es
Artículo «La media vuelta al mundo de nuestro anterior Elcano, y algo sobre la larga historia de este cañonero» de Enrique Barbudo Duarte en la Revista General de Marina de Enero de 1982 Tomo 202
Artículo «La industria catalana y la Marina española» de Albert Campanera i Rovira
[…] aquí es donde entra en acción el USS Villalobos junto al USS Elcano que mediante una cortina de fuego de artillería y tropas de tierra consiguieron rescatar al […]
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