El 27 de mayo de 1992 hicieron su entrada al puerto de Barcelona el portahelicópteros francés “Jeanne d’Arc” (R-97) y el aviso “Enseigne De Vaisseau Henry” (F-749), ambos quedaron atracados en el Muelle Adosado.

El «Jeanne d’Arc» atracado en el Muelle Adosado
(imagen de Sergi Olivares)

Ambos buques se encontraban en la etapa final del crucero de instrucción 1991-1992 iniciado en Brest el 12 de diciembre de 1991. En Barcelona realizaron su última escala antes de rendir viaje el 5 de junio de 1992 en el mismo puerto del que partieron. Durante este crucero llegaron a recalar en puertos del Mediterráneo, África y Asia, con visitas en Estambul, Manila, Tokyo, Vladivostok, Singapur, La Réunion, Djibouti y Palermo entre otros.

Su escolta el aviso “Enseigne De Vaisseau Henry”

Este artículo está dedicado al “Jeanne d’Arc”, un portahelicópteros único en su clase y superviviente de otra época en los que estos buques estaban calificados como cruceros portahelicópteros. El “Jeanne d’Arc” con el tiempo sus funciones fueron relegadas a la instrucción, convirtiéndose en un embajador de Francia en el mundo y siendo este uno de los buques de la Marine Nationale portador de la flamme de guerre.

El crucero portahelicópteros «Jeanne d’Arc»

Fue un buque polivalente que podía adaptarse para distintas operaciones militares, desde apoyo a misiones de combate y operaciones anfibias, a patrulla antisubmarina, misiones humanitarias y buque escuela.

Otros buques similares fueron los italianos “Andrea Doria” o “Vittorio Veneto”, el británico “HMS Tiger” o el soviético “Moskva”
(imagen de Jordi Montoro)

La construcción del «Jeanne d’Arc» se llevó a cabo en los astilleros de DCNS de Brest, siendo puesto a flote el 30 de septiembre de 1961 y dado de alta el 16 de julio de 1964 fecha en la que fue bautizado oficialmente como “Jeanne d’Arc”, con anterioridad a esa fecha su nombre era el de “La Résolue”.

El portahelicópteros «Jeanne d’Arc» fue el sexto buque de guerra en llevar este nombre desde 1820, en la imagen con su antecesor de 1930

El resultado fue un buque de 13.270 toneladas a plena carga con una eslora de 181 metros, por 24 metros de manga y 7,5 metros de calado. Era propulsado por cuatro turbinas a vapor Rateau-Bretagne alimentadas por cuatro calderas que le daban una potencia de 40.000 CV que conectadas a dos ejes le daban una velocidad máxima de 27 nudos. Dotación, 627 tripulantes.

Originalmente fue armado con cuatro cañones de 100 mm, reducidos a dos a partir del año 2000, más seis lanzadores de misiles antibuque Exocet MM 38 y cuatro afustes para ametralladoras de 12,7 mm.

Detalle de la superestructura del puente de mando en donde se observan los lanzadores de misiles Exocet y una pieza de artillería de 100 mm.
(imagen de Sergi Olivares)

Estaba equipado con una amplia cubierta de vuelo de 60 x 20 m y 1.275 m² más un hangar bajo la misma de 36 x 18 x 5 m al que se accedía con un ascensor situado a popa. Podía operar simultáneamente con dos helicópteros pesados Super Frelon o 3 o 4 Lynx o Alouette III, además de helicópteros del Ejército.

Amplia cubierta de vuelo a popa

Sus equipos electrónicos instalados fueron un radar DRBV 22A de descubierta aérea, dos radares de dirección de tiro DRBR 51, dos radares de navegación DRBN 34, un radar de dirección de tiro para la artillería DRBC 32A, un sónar DUBV 24, sistemas ECM/ESM ARBR-16 y ARBX-10, contramedidas activas antitorpedo SLQ-25 Nixie y comunicaciones vía satélite Inmarsat.

El «Jeanne d’Arc» en navegación
(Franck Seurot/Marine Nationale)

Durante su larga vida operativa de 46 años sirvió poco para la guerra, pero si tuvo un papel fundamental en la instrucción de la Marine Nationale con 40 campañas de instrucción y con cuatro visitas a Barcelona durante las mismas, en las campañas de 1972-1973, 1985-1986, 1990-1991 y 2007-2008.

El «Jeanne d’Arc» maniobrando en el puerto de Barcelona en 2008
(imagen de Sergi Olivares)

Causó baja el 1 de septiembre de 2010 y aunque se comentó que podría haberse convertido en un helipuerto cerca de Saint-Tropez, finalmente fue ordenado su desguace.

La flamme de guerre

Todas las marinas de guerra del mundo tienen sus propias tradiciones con sus símbolos. En este caso la Marine Nationale dispone de un gallardete llamado flamme de guerre que es izado tan solo cuando el comandante del buque recibe órdenes de partir para entrar en combate, este gallardete puede ser sustituido o complementado por una insignia de mando.

Esta tradición ya fue regulada en las Ordenanzas Navales de 1670 en donde estipulaba la forma, color, longitud y lugar del izado del gallardete. Con el paso de los años y con sucesivas reformas la flamme de guerre quedó como una bandera triangular, o terminada en una o dos puntas, de tamaño variable desde 5 a 15 cm de ancho y desde 1 a 20 metros de longitud con los colores de la bandera francesa (20% azul, 20% blanco y 60% rojo). El gallardete debe izarse a su llegada a puerto y su cola no debe estar a menos de un metro de la cubierta.

Este gallardete o flamme de guerre no era exclusivo de Francia, en este extracto de la enciclopedia Larouse de 1898 podemos ver las de otros países

Además, la flamme de guerre francesa es el legado de un buque de guerra y tras su baja debe transferirse al siguiente con el mismo nombre y, en caso de no existir, debe recibirla el siguiente buque con la misma misión y cometido. Ante la posibilidad de que el gallardete no pueda volver a utilizarse es entregado a un suboficial, o a un comandante, en reconocimiento de sus brillantes carreras militares.

Pero esta enseña tenia una peculiaridad, era variable en longitud, según la tradición, un buque en servicio durante más de cinco meses debe alargar su gallardete un metro por cada mes adicional pasado en campaña lejos de Francia. Este hecho llevó a algunos buques a tener una flamme de guerre con una longitud excepcional.

Durante la Segunda Guerra Mundial dos buques llegaron a tener gallardetes con una longitud de más de 50 metros, estos fueron el crucero «Georges Leygues» con una flamme de guerre de 60 metros ya que permaneció lejos de Francia por 4 años y 4 días; otro caso es el del acorazado «Richelieu» cuya flamme de guerre alcanzó los 50 metros.

Crucero «Georges Leygues»

Sin embargo, en época más moderna el “Jeanne d’Arc” igualó el récord del crucero «Georges Leygues» y su flamme de guerre que, hasta el momento de su baja, llegó a medir 60 metros de longitud.

El «Jeanne d’Arc» con su flamme de guerre
(imagen cortesía de Yannick Le Bris)

El portahelicópteros “Jeanne d’Arc” ha sido el último buque de guerra francés en ser llamado así tras su baja el 1 de septiembre de 2010. Al no existir ningún otro buque con el mismo nombre fue transferida al siguiente dedicado a la instrucción, el buque de asalto anfibio “Tonnerre”, que seguro seguirá con la tradición.

Regreso a Tolón del «Mistral» con la flamme de guerre del «Jeanne d’Arc»
(imagen de la Marine Nationale)

Más información:
Datos e imágenes en la página web de NetMarine
Libro «Sous la flamme de guerre» de Arnaud d’Antin de Vaillac disponible en Amazon
Artículo «Une cérémonie qui marque un point de départ» publicado en la página web de la Marine Nationale

3 respuestas a “El legado de la Flamme de Guerre”

  1. Otra delicia de historia, con todos los detalles de un buque entrañable en nuestras aguas. Suerte tienen las armadas del mundo de contar con alguien que llena ese espacio de la narrativa histórica mejor documentada.

    Me gusta

  2. Muy buen articulo Toni. Siempre disfruto leyendolos y cogiendo las esperiencias que tú trasmites.

    Me gusta

  3. […] Más información de este buque y escala en el artículo de este blog El legado de la Flamme de Guerre. […]

    Me gusta

Replica a Anónimo Cancelar la respuesta

Tendencias