El 3 de diciembre de 2007 hacía su entrada al puerto de Barcelona, en visita de cortesía, una extraña nave más parecida a un animal marino mitológico que a un buque, era el trimarán Earthrace al mando del capitán Peter Bethune. Procedió a amarrar sus cabos en el Muelle de Bosch i Alsina y allí permanecería atracado hasta el 6 de diciembre.

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El trimarán Earthrace en el Muelle de Bosch i Alsina del puerto de Barcelona (imagen de Sergi Olivares)

El Earthrace se encontraba haciendo una gira por Europa después del primer intento fallido de dar la vuelta al mundo a causa de una avería. Durante su tour europeo visitaron diversos puertos españoles en donde abrieron el barco al público, además de la visita en el puerto de la ciudad Condal también estuvieron presentes durante la America’s Cup celebrada en Valencia.

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El Earthrace el día de su partida (imagen de Jordi Montoro)

Por el puerto de Barcelona han pasado muchos buques que representaban el máximo exponente tecnológico de su época, algunos de los tratados en este blog son, el paquebote a propulsión nuclear Savannah que en su visita de 1964 prometía revolucionar el comercio marítimo mundial; el mismo año un buque de guerra, el USS Enterprise, prometía lo mismo en el campo militar; en 1971 el hidroala soviético Kometa volaba sobre las olas cual avión; en 1998 se estrenaba en el puerto la primera línea comercial con un catamarán de alta velocidad, el Catalonia; y ahora nos visitaba otro buque revolucionario el Earthrace que al mando del capitán Peter Bethune no solo prometía sino que estaba dispuesto a demostrar que un buque podía funcionar con combustible 100% biodiésel y lo iba a probar dando la vuelta al mundo en un tiempo récord.

El capitán

El capitán Peter James Bethune nació un 4 de abril de 1965 en la localidad de Hamilton en Nueva Zelanda, su motivo vital que lo ha definido en los últimos veinte años sobrevino cuando cursaba un Máster en Administración de Empresas en la Universidad de Macquarie en 2004, entonces él ya argumentaba la necesidad de sustituir los motores de combustión interna por motores eléctricos y añadía que el hidrógeno como alternativa no tendría un largo recorrido, en cambio se hizo defensor del biodiésel.

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Capitán Peter Bethune con el Earthrace al fondo (Earthrace Conservation vía Wikipedia)

Citándole a él mismo «No habrás vivido hasta que no encuentres una causa por la que morir» y bajo esta premisa dejó atrás su vida de empresario para dedicarla a la defensa del medioambiente. Primero utilizó el barco que él mismo financió con los distintos promotores que quisieron compartir su sueño con él, después pasó a una acción más directa participando en las campañas en contra de la caza de ballenas y ahora, su último gran proyecto trascurre directamente en las trincheras de la selva, buscando, persiguiendo y deteniendo a los criminales que atentan contra el medioambiente y su fauna.

El Earthrace

El trimarán Earthrace es producto de las mentes de los diseñadores de la oficina LOMOcean Design con sede en Auckland (Nueva Zelanda) y su construcción fue encargada a los astilleros Calibre Boats de la misma localidad. Su diseño no podía ser más futurista, al ser un trimarán como su propio nombre indica posee tres quillas, en la central se halla el casco principal, con los motores, las dos hélices, la cabina y los mandos de gobierno más una pequeña zona habilitada para la tripulación, y en los laterales las otras dos quillas estabilizan el barco a la par que sirven de depósitos de combustible y en ellas se instalaron los timones.

Los arquitectos navales dotaron al Earthrace de una proa “wave-piercing” es decir, la proa perfora las olas de punta a punta evitando de este modo un mayor consumo de combustible al tener que remontar la ola, el trimarán podía sumergirse en el agua al penetrar en el interior de la ola hasta siete metros. Por ello todo su diseño exterior está optimizado para facilitar la navegación a través del oleaje, sus alerones externos están lejos de ser un aplique estético, su forma permite la penetración en las olas y a su vez son la toma de aire necesaria para el funcionamiento de los motores.

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El Earthrace visto por popa (Jordi Montoro)

Su quilla fue puesta en grada en febrero de 2005 y su botadura se hizo efectiva el 22 de febrero de 2006. Desplazaba 26 toneladas con su carga de combustible completa de 12.000 litros, su eslora era de 24 metros por 8 metros de manga y 1,3 metros de calado. Era propulsado por dos motores diésel Cummins Mercruiser Diesel QSC-540 de 540 HP. que consumían diésel convencional o biodiésel B-100, su velocidad máxima teórica es de 40 nudos (unos 74 Km/h), aunque su máxima velocidad registrada fue de 32 nudos (59 Km/h). Su autonomía depende del régimen de velocidad pero a unos 25 nudos su alcance llega a las 2.000 millas náuticas. Dotación, de 4 a 8 tripulantes.

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Aspecto externo de la cabina del trimarán (Sergi Olivares)
Earthrace cabina - PB-WK
Y aspecto interno de la cabina con el timón y el cuadro de instrumentos (Peter Bethune vía Wikipedia)

Primer intento

El primer intento para batir el récord mundial se inició el 10 de marzo de 2007 desde la Isla de Barbados, hubo algunos retrasos relacionados con las hélices y por si fuera poco el 19 de marzo navegando a unas 14 millas de la costa de Guatemala colisionaron contra un pesquero local. No hubo que lamentar heridos a bordo del Earthrace en cambio uno de los tres pescadores guatemaltecos a bordo de su pesquero desapareció. La investigación del suceso retrasó la carrera por el récord unos diez días y una grieta encontrada en su casco obligaron a descartar el intento ese año. Después del tour europeo pusieron rumbo al puerto de Sagunto, allí en los talleres de Vulkan Shipyard pondrían a punto al Earthrace para dar la vuelta al mundo.

Segundo intento

Se iniciaría y terminaría en Sagunto, partiendo el 27 de abril de 2008 y completando el viaje el 27 de junio. La ruta los llevó por las Azores, Puerto Rico, Panamá, Manzanillo (México), San Diego, Hawái, Majuro (Islas Marshall), Koror (Palau), Singapur, Kochi (India), Salalah (Omán), Canal de Suez y finalizando en Sagunto.

El Earthrace saliendo de Sagunto para iniciar su vuelta al mundo (vía Youtube – Captain Pete Bethune – Earthrace)

El tiempo empleado fue de 60 días, 23 horas y 52 minutos batiendo el récord anterior del trimarán Cable and Wireless Adventurer de 74 días, 20 horas y 58 minutos en julio de 1998. No obstante aún siguen sin batir al submarino USS Triton (SSRN-586) con una marca de 60 días y 21 horas en 1960 o del trimarán a vela IDEC 3 que realizó la vuelta al mundo en 40 días, 23 horas, 30 minutos y 30 segundos.

El sacrificio

Entre 2009 y 2010 el Earthrace y su capitán comenzaron una nueva etapa, el trimarán fue vendido a la Sea Shepherd Conservation Society y su propietario sería Ady Gil, un importante patrocinador de la Sea Sheppherd que daría nombre al trimarán. Ahora con su nuevo nombre y con la bandera de la Sea Shepherd sería utilizado en la campaña Waltzing Matilda organizada por esta ONG con el objetivo de interrumpir la caza de ballenas que la flota japonesa emprendería en el Océano Austral. Para su nueva misión el barco recibiría importantes mejoras, parte del casco por debajo y encima de la línea de flotación fueron reforzados con diversas capas de kevlar y todo el exterior del barco se pintó con una pintura capaz de absorber las señales de radar; además se instalaron cámaras FLIR, sistemas de navegación vía satélite y de comunicación mejorados y altavoces externos para molestar a los balleneros japoneses.

Ady Gil - JJH-WK
El Ady Gil, con este aspecto se presentó a la prensa, si Batman lo hubiera visto …

Hasta el 6 de enero de 2010 el objetivo de entorpecer a los buques balleneros y a los buques factoría se iba cumpliendo satisfactoriamente, a la zona la Sea Shepherd Conservation Society desplazó al buque Bob Barker y el Ady Gil, este último al ser mucho más rápido y ágil sería utilizado para la acción directa, no obstante también era más frágil. Ese gélido día de abril la acción transcurría alrededor del buque Shōnan Maru 2 de 628 toneladas de peso muerto, que aunque conserva ciertas características con un buque ballenero, es propiedad de la Agencia Japonesa de Pesca y se dedica a tareas de seguridad. Desde el Bob Baker se grabó lo sucedido y puede observarse claramente como el buque japonés corta literalmente la proa al Ady Gil dejándolo gravemente dañado.

Episodio completo de la serie para la televisión «Whale Wars» con la colisión del Ady Gil y el Shonan Maru 2 (vía Youtube – Robert Degoat)

A partir de aquí existen diferentes versiones sobre lo sucedido y cada una de las partes implicadas culpa a la otra, tiempo más tarde la agencia de seguridad marítima de Nueva Zelanda concluyó que ninguno de los dos buques pudo haber causado la colisión pero que hubo un evidente fallo de ambos capitanes por no reaccionar a tiempo. Días más tarde el Ady Gil, remolcado por el Shōnan Maru 2, se hundiría a unas 170 millas al norte de la base antártica Dumont d’Urville francesa.

Consternado por lo sucedido el capitán Bethune intentó hacer un arresto ciudadano al capitán del Shōnan Maru 2, el 15 de febrero de 2010 tras dos intentos con una moto de agua lograba alcanzar al buque japonés, rompió las redes anti-abordaje de su costado y subió a bordo para efectuar el arresto; Bethune argüía que el capitán japonés le debía en concepto del abordaje al Ady Gil unos 3 millones de dólares y con este arresto pretendía llevarlo frente a un juez. No obstante la jugada le salió mal y fue él el que acabó por ser arrestado, sería juzgado y condenado a dos años de prisión por el asalto al Shōnan Maru 2, tan solo cumplió cinco meses en una cárcel de alta seguridad y fue expulsado del país.

El sacrificio del Ady Gil y del tiempo perdido en la cárcel surtió su efecto, el eco mediático del incidente llegó a Australia que amenazó en llevar a los tribunales al gobierno japonés al considerar que la caza de ballenas ni era legal ni se hacía por motivos científicos, la amenaza surtió cierto efecto positivo y la cantidad de ballenas cazadas al año descendió considerablemente, no es una victoria total pero algo es algo.

El legado del Earthrace

Sea como fuere el capitán Peter Bethune no se rindió, dejó la Sea Shepherd Conservation Society y en 2011 fundó la Earthrace Conservation, esta nueva organización nació con el objetivo de ayudar a los gobiernos, que así lo demanden, en la lucha contra la caza y pesca ilegal y la búsqueda y captura de los responsables de cometer delitos contra el medioambiente. Para ello se dotó de un selecto equipo formado por civiles, veteranos y militares en activo procedentes de los Navy Seals, Marines y Rangers norteamericanos más miembros de las SAS francesas y paracaidistas neo zelandeses. Su trabajo quedó plasmado en una serie de televisión llamada “The Operatives” de dos temporadas de diez episodios cada una.

Trailer/presentación de la primera temporada de «The Operatives» (vía Youtube – Captain Pete Bethune – Earthrace)

En la actualidad Peter Bethune y su equipo se encuentran en Costa Rica para ayudar al gobierno de ese país en la protección de sus parques naturales. Sus medios actuales son un barco de 43 metros de eslora llamado Modoc, este fue un antiguo remolcador auxiliar de la clase Sotomoyo construido en 1944 como USS Bagaduce (ATA-194).

Modoc - EC
El Modoc (Earthrace Conservation)

Convenientemente modernizado cuentan a bordo con los más modernos medios de detección como radares, cámaras FLIR, un dron militar Schiebel Camcopter S-100, un equipo K9 y su principal activo de 25 voluntarios dispuestos a todo en pro del medioambiente.

Su trabajo no es nada sencillo, como este recibimiento a tiros en una excavación de oro ilegal en la jungla (vía Youtube – Captain Pete Bethune – Earthrace)

Y en un futuro el capitán Bethune no descarta volver a la mar con un nuevo trimarán llamado Earthrace-2. Este nuevo buque estará basado en su hermano mayor pero mejorado teniendo en cuenta las actuales misiones del Modoc.

Su aspecto futurista recuerda en gran medida a los modernos y potentes buques de guerra del siglo XXI pero con un fin bien distinto y un objetivo claro: preservar el medioambiente y la fauna que mora en él.

Earthrace-2 - LOMO

 

 

Más información:
Página web oficial de la Earthrace Conservation
Más datos sobre el capitán Peter Bethune en la Wikipedia
Punto de vista personal del capitán Bethune sobre el hundimiento del Ady Gil

 

 

4 respuestas a “El legado del Earthrace”

  1. […] al mundo en 74 días 20 horas y 58 minutos. Posteriormente este récord fue batido en 2008 por el Earthrace un trimarán propulsado por un motor biodiesel que estableció el nuevo récord en 60 días 23 […]

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  2. […] La Argentina, o el crucero lanzamisiles Andrea Doria, el soviético Pavel Belyayev, el experimental Earthrace, el hermoso Esmeralda, el imperial Ethiopia, la réplica de la fragata Shtandart o el siempre […]

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