El domingo día 26 de noviembre de 1922 cerca de las doce y media de la mañana zarpaba del embarcadero del Portal de la Paz la Golondrina número 2 al mando de su patrón Manuel Llorca, su destino era el Muelle de la Barceloneta. La Golondrina iba abarrotada de gente, habían familias enteras, muchas mujeres y niños que aprovechando el descanso dominical decidieron disfrutar de un paseo por el puerto.
Su ruta los llevaría a cruzar la Dársena Nacional, pasando enfrente del Muelle de Barcelona atracado en la Estación Marítima, seguirían por el Muelle de Baleares y de Pescadores hasta el Muelle de la Barceloneta.

Durante la ruta los pasajeros de la Golondrina podrían disfrutar de la actividad portuaria y de los buques de carga y pasajeros que habían llegado días antes. Algunos eran los vapores Canalejas y Vicente la Roda de la Compañía Trasmediterránea o el vapor Infanta Isabel de Borbón de la Compañía Trasatlántica que había llegado unos días antes pero tan festivo día tendría un abrupto final con terribles consecuencias para parte del pasaje de la golondrina.

Las Golondrinas
El servicio de las Golondrinas no fue el único que existió en el puerto de Barcelona, con anterioridad en 1884 el cubano e hijo de indiano Leopoldo Herrera Hué inauguró un servicio de transporte mediante vapores entre el Portal de la Paz hasta los Baños de San Sebastián en la playa de la Barceloneta. Esta pequeña línea de pasajeros tenía a su disposición tres vapores denominados Ómnibus primera, Ómnibus segunda y Ómnibus tercera construidos en la Barceloneta y con una capacidad para transportar a 60 personas.
Esta empresa tuvo poco recorrido y en 1887 Feliciana Goñi creando la más conocida como Las Golondrinas S.A. El servicio de las Golondrinas del puerto de Barcelona se abrió al público el día 1 de abril de 1888 tomando como punto de partida el embarcadero situado en las escaleras del Portal de la Paz hasta la Barceloneta.
Los cascos de estos pequeños buques de pasajeros fueron construidos por el carpintero de la Barceloneta el Sr. Espriu y para el resto de elementos colaboraron distintos carpinteros, pintores y maquinistas de la ciudad Condal. Las primeras Golondrinas tenían una eslora de 15,50 metros por 4,20 de manga y 1,98 metros de calado.
Eran propulsadas por una máquina de vapor compuesto (compound) de dos cilindros con una potencia máxima de 30 ihp. con una velocidad máxima alrededor de los 7 nudos.

Podían transportar cómodamente a 70 pasajeros sentados en bancos que recordaban a los antiguos trenes y en caso necesario su capacidad máxima era de 140 personas.
El accidente
Parte del trayecto de la Golondrina número 2 hacia su destino en el Muelle de la Barceloneta lo realizó junto al vapor Canalejas que se dirigía a la bocana del puerto, al llegar a la altura de la Estación Marítima en donde estaba atracado el vapor Infanta Isabel de Borbón el vapor Canalejas viró y de frente la Golondrina se encontró con otro vapor más pequeño que se aproximaba a excesiva velocidad, este era el vapor número 1 de la Compañía Arrendataria de Tabacos al mando del comandante Francisco Gil Solá. Sin prácticamente tiempo para reaccionar el comandante del vapor ordenó dar atrás toda para evitar el abordaje contra la Golondrina, sin mucho éxito ya que el vapor la abordó por un costado quedándose la proa del buque empotrado en el costado del pequeño vapor de pasajeros.

Tras la confusión del impacto el vapor de la Compañía Arrendataria de Tabacos aun no había parado sus máquinas y la vía de agua abierta por el abordaje se agravó cuando el vapor de la tabacalera se separó de la Golondrina provocando una masiva entrada de agua en su interior y el hundimiento de la misma en pocos segundos.
A los pocos minutos del naufragio se organizó un dispositivo de rescate improvisado de los pasajeros de la Golondrina, desde el vapor Infanta Isabel de Borbón muchos marineros se lanzaron al agua, se colgaron las escalas a su costado y pusieron en funcionamiento las grúas de a bordo para facilitar el rescate; todos los botes y embarcaciones que estaban en la zona se prestaron rápidamente al salvamento de los náufragos, entre ellas habían lanchas de los prácticos y de la Junta de las Obras del Puerto.
Además desde el mismo vapor Infanta Isabel se intentó izar el casco de la Golondrina ya que se intuía que en su interior aun quedaba gente atrapada, lamentablemente los cables que se tendieron por debajo del toldo de la Golondrina se partieron y el casco se fue al fondo.

Diez náufragos fueron trasladados a la enfermería del Infanta Isabel pero poco pudo hacerse por ellos, el resto fueron conducidos al Portal de la Paz y de ahí a pie o en coche hasta la Casa de Socorro más cercana. La prensa quiso destacar el empeño de un perro que se lanzó al agua desde vapor Infanta Isabel de Borbón, el can fue capaz de rescatar a un niño de pocos meses cogiéndolo por la ropa y ponerlo a salvo, por desgracia el infante ya había fallecido.
Otros héroes del rescate de los naufragados fueron el patrón y un marinero del remolcador Montseny, ambos se arrojaron al agua y salvaron entre los dos a cuatro niños, dos mujeres y a un hombre.
El resultado del abordaje se saldó con 24 heridos de diversa consideración y 10 fallecidos, entre los qua había dos niños de 6 y 7 años y otro de 6 meses.
Al día siguiente se llevó a la zona en donde permanecía la Golondrina hundida a la grúa flotante Esperanza, después de cuatro horas de trabajo se logró extraer del casco a los cadáveres que aun permanecían en él y sacaron a la Golondrina del fondo depositándola en el Muelle de Cataluña.


A pesar del terrible accidente sufrido, el servicio de las Golondrinas volvió a restablecerse con normalidad.
En 1923 apareció la competencia de Las Golondrinas, de manos de Macià i Casadevall se creó un nuevo servicio denominado Gaviotas y con el paso del tiempo esta última empresa acabaría por absorber a Las Golondrinas.

La Guerra Civil obligó a cesar la actividad de Las Gaviotas y Las Golondrinas, los barcos quedaron amarrados frente a la torre del transbordador aéreo de San Sebastián, ninguno de ellos sufrió daños directos de los bombardeos pero su falta de cuidado y mantenimiento causo que algunos de ellos se hundieran.
Pasada la guerra la empresa cambia de nombre a Sirenas S.A. con una flota de seis Golondrinas, se mantuvo la línea de Portal de la Paz a los Baños de San Sebastián y se agregó una nueva hasta el rompeolas.

En 1997 se renovó la flota incorporando buques de nueva construcción como el catamarán Trimar y el Ómnibus, y más recientemente en 2008 el monocasco Antina-G.

Las actuales rutas de Las Golondrinas no se limitan al interior del puerto, han ampliado su oferta partiendo desde el Portal de la Paz o desde el Port Forum, bordeando la costa barcelonesa navegando frente a las playas.

Más información:
Inauguración del servicio de Las Golondrinas en el diario de La Vanguardia de los días 28 de marzo y 1 de abril de 1888
Accidente en el diario ABC del 28 de noviembre de 1922
Página web oficial de Las Golondrinas
Inolvidable, cuando sobre 1956, con seis añitos mis padres nos llevaban los domingos por la tarde a viajar el golondrina. Mi obsesión a tan corta edad de hacer la travesía en la golondrina MONTSERRAT.,la mas antigua a flote en aquellos años o con la AURORA, construidas en 1923 y 1924. .Recuerdo los nombres de las mas modernas ANITA, LOLITA MACIA, MARIA DEL CARMEN GASCH, ENCARNACION, todas ellas construidas en la década de los 50 y otra que no tenia cabinas y de cuyo nombre no me acuerdo en estos momentos., creo tenia el nombre de LAURA
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Gracias por su comentario y por recordarnos los nombres de las golondrinas. Un saludo!
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[…] sus, ahora ya 133 años de existencia, tan solo se ha tenido que lamentar un accidente grave en 1922, pero al margen de este suceso siempre ha sido un servicio seguro y fiable. Las actuales rutas de […]
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