El 25 de abril de 1935, en la sección “Marítimas y Aéreas” del diario La Vanguardia, se reportó la siguiente escala:

«de Hamburgo, Bremen, Rotterdam y Amberes, con un pasajero para este puerto y cinco en tránsito y con carga general y de tránsito, el vapor alemán ‘Donau’”

La escala se demoró apenas 24 horas, y quedó constancia en la misma sección del diario, aunque con un pequeño error en el nombre: «Donsu» en lugar de «Donau». El parte de esta escala se cerraba así: «con carga general y de tránsito para Génova».

El «Donau» podía transportar unos pocos pasajeros
(imagen de Deutsche Digitale Bibliothek vía Wikimedia Commons)

De esta forma, quedaba constancia del paso por el puerto de Barcelona del buque de carga refrigerada “Donau”, un mercante innovador gracias al diseño de su casco, ideado por el ingeniero naval Fritz F. Maier. Su trabajo redefinió la forma de los cascos de los buques, mejorando la eficiencia durante la navegación, pero su impecable historial se vio tristemente manchado por la guerra.

Maierform

El ingeniero naval Fritz F. Maier rompió con los esquemas tradicionales al diseñar una proa más afinada, acompañada de un casco con líneas hidrodinámicas que reducían la resistencia al agua. Este diseño, llamado Maierform, permitía alcanzar mayor velocidad sin necesidad de aumentar la potencia y mejoraba tanto la estabilidad como la maniobrabilidad.

Como puede observarse la característica de este diseño era su proa con las cuadernas en forma de V y su roda (vía Klaus Hoppe homepage)

Los buques que incorporaron esta innovación se volvieron más eficientes y económicos, lo que llevó a su rápida adopción no solo en embarcaciones civiles, sino también en buques militares.

A través de la compañía Maierform GmbH, el hijo de Fritz F. Maier, Erich Maier, comercializó este innovador diseño, estableciendo oficinas de ventas en Nueva York, Londres, París y Oslo. Desde la construcción de los primeros tres pesqueros de arrastre en 1928 en los astilleros AG Weser, hasta 1939 ya se habían fabricado cerca de 700 buques con el diseño Maierform.

Uno de los mejores clientes fue la Kriegsmarine que realizó un pedido para diseñar un buque auxiliar llamado Kriegsfischkutter (KFK), capaz de realizar distintos tipos de misiones, como patrulla, guerra antisubmarina y dragaminas. El pedido comprendía la construcción de 1.072 unidades en distintos astilleros del país, pero tan solo fueron construidos 612 barcos hasta el final de la guerra.

Pasada la Segunda Guerra Mundial la compañía siguió trabajando en el diseño de Maierform, además de emprender nuevos proyectos. En la actualidad se han especializado en el diseño de buques comerciales, superyates, plataformas de perforación de petróleo y gas, estructuras costeras, puertos y puentes.

Entre todos sus proyectos destaco este, el yate «Prince Abdulaziz» propiedad de la familia real saudí. Este fue diseñado por Maierform y construido por los astilleros Helsingør Værft de Dinamarca. En su momento fue uno de los mayores yates del mundo con una eslora de 147 metros y un desplazamiento de unas 4.000 toneladas aproximadamente.

El superyate visitó Barcelona en diversas ocasiones, como esta del 2006
(imagen de Jordi Montoro vía Shipspotting)

El “Donau”

Este y su gemelo “Isar” fueron los primeros buques comerciales en incorporar en su diseño el casco y proa de tipo Maierform. El “Donau” sería construido en 1929 por los astilleros Deutsche Schiff- und Maschinenbau AG en Hamburgo para la naviera Norddeutscher Lloyd.

Su proa era similar a la de un rompehielos
(imagen del International Maritime Museum vía Europeana)

El resultado fue un buque de 9.026 toneladas con una eslora de 158,8 metros, por 19,4 metros de manga y 9,4 metros de calado. Era propulsado por una máquina a vapor de triple expansión de 6.500 HP que conectada a un eje le daba 14 nudos de velocidad. Disponía de cinco bodegas con una capacidad de 1.204 m³ de espacio refrigerado, además podía transportar un reducido número de pasajeros.

Además, a bordo se instalaron los más modernos equipos de navegación como un radiogoniómetro inalámbrico y un equipo de señalización submarina para la navegación segura y la detección de obstáculos, más tarde se le instaló una ecosonda.

Durante sus primeros años de actividad conectó su puerto base en Bremen con los puertos norteamericanos de la costa oeste transitando por el canal de Panamá. Sin descartar servicios por los mares del Norte y del Báltico y rutas por el Mediterráneo.

El «Donau» visto por babor
(imagen del International Maritime Museum vía Europeana)

Llegada la guerra fue requisado por la Kriegsmarine y armado con artillería antiaérea y cargas de profundidad, aunque su cometido principal fue el transporte de tropas desde el frente oriental desde y hacia Stettin a Oslo.

Un oscuro pasado

Fue en Noruega en donde comenzó el periodo más oscuro de este barco cuando, el 26 de noviembre de 1942, 532 judíos noruegos fueron entregados a las SS por la policía noruega y deportados desde Oslo a Stettin bajo el mando nazi. En el barco, fueron maltratados y alojados en condiciones inhumanas. Luego, fueron trasladados en tren a Auschwitz, donde 346 personas fueron enviadas directamente a la cámara de gas, mientras que 186 hombres entre 15 y 50 años sobrevivieron al ser clasificados como prisioneros aptos para trabajar. El 25 de febrero, otros 158 judíos fueron deportados por la misma ruta, y la mayoría fueron asesinados al llegar, excepto 28 hombres considerados aptos para trabajar. De los casi 700 judíos deportados a bordo del “Donau”, tan solo nueve lograron sobrevivir a la guerra.

Histórica fotografía de George W. Fossum del «Donau» en el puerto de Oslo
(vía lokalhistoriewiki)

El “Donau” se convirtió en objetivo del movimiento de resistencia danés, y el 16 de enero de 1945, sus combatientes lograron colocar y detonar diez minas lapa debajo de la línea de flotación mientras el barco estaba atracado en el puerto de Oslo. Sin embargo, los planes no salieron del todo bien. En lugar de detonar los explosivos tras abandonar el fiordo de Oslo, al retrasar su salida, detonaron antes de llegar a Drøbak y el capitán tuvo tiempo de dirigir el barco hasta la costa en donde embarrancó y quedó semihundido.

Estado en el que quedó el «Donau», con la proa fuera del agua puede verse su diseño
(imagen de Arne F. Køpke – National Archives of Norway vía Wikimedia Commons)

Tras la guerra, el gobierno noruego asumió la propiedad del pecio del «Donau». En 1947, Rederi AS Henneseid obtuvo los derechos de salvamento, pero no logró rescatarlo, por lo que en 1951 los derechos volvieron al gobierno. Ese mismo año, Jansens Rederi AS inició el rescate y logró levantar el pecio en abril de 1952. Sin embargo, la reparación del barco fue inviable, y en agosto del mismo año fue remolcado a Bremerhaven, donde fue desguazado.

Durante su desguace se salvaron algunos objetos del «Donau», uno de ellos fue la campana, que actualmente se halla expuesta en el Centro de Estudios del Holocausto y Minorías Religiosas de Oslo.

Campana del «Donau»
(imagen de Wolfmann vía Wikimedia Commons)

Más información
Llegada del «Donau» en el diario La Vanguardia del 26 de abril de 1935 página 18
Artículo «Transporten med D/S Donau» en la página web del Centro de Estudios del Holocausto y Minorías Religiosas de Oslo

Una respuesta a “El oscuro pasado del «Donau»”

  1. […] pluma capaz de levantar hasta 120 toneladas. Además, su casco estaba construido según el diseño Maieform y tanques de lastre para mejorar la estabilidad y […]

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