El 30 de junio de 1933 el puerto de Barcelona batió otro récord, esa mañana fondeaba frente a la rada el transatlántico “Homeric”, que debido a su tamaño no pudo entrar en puerto y con su escala se erigía como el mayor buque de pasaje llegado hasta la fecha.

(imagen de Brangulí vía revista Ibérica)
A bordo del “Homeric” llegaron 410 turistas que, procedentes de Southampton y escalas, estaban realizando un crucero por el mar Mediterráneo. Con la visita de este transatlántico se cerraba un buen mes con diversos grupos de turistas llegados a bordo de los vapores “Cap Varella”, “Kralica Marija”, «Montcalm», “Strathnaver» y «Viceroy of India».

(imagen del Australian National Maritime Museum on The Commons)
El mes de julio se preveía mucho mejor, con las escalas previstas de otros once buques de pasaje con más turistas con ansias de visitar la ciudad Condal y sus alrededores. Entre los vapores previstos había nombres como los “Giulio Cesare”, “Conte Biancamano”, “Lapland”, “Magallanes” o “Campana”.

El “Homeric” ya era un viejo conocido durante la temporada de verano; ese mismo mes de julio repitió su visita durante la travesía de regreso al Reino Unido. Sus turistas a pesar de la incomodidad de tener que acceder a tierra desde lanchas hasta el Muelle de Atarazanas, tuvieron 24 horas para disfrutar de la hospitalidad barcelonesa.
Este fue un vapor con una vida relativamente tranquila, gracias a que navegó durante el período de entreguerras. Su historia no estuvo marcada por grandes tragedias o eventos notorios, lo que le permitió realizar su servicio de manera estable y eficiente hasta su retiro.
Su origen
Aunque la vida marinera de este transatlántico fue relativamente tranquila, sus inicios no fueron igual de apacibles. Transcurrieron diez años desde que la naviera Norddeutscher Lloyd ordenara su construcción a los astilleros F. Schichau de Danzig en 1912 como “Columbus”, hasta que comenzó a navegar para la White Star Line en 1922 con el nombre de “Homeric”. Debía haber conectado el puerto de Bremerhaven con Nueva York y habría sido el compañero perfecto de su hermano gemelo “Hindenburg”.

(imagen de la Memoria de la Junta de Obras del Puerto de Barcelona)
Su botadura se efectuó el 17 de diciembre de 1913 pero la Primera Guerra Mundial paralizó los trabajos de construcción. Pasada la guerra con la firma del Tratado de Versalles se fijaron, entre otras cuestiones, las reparaciones de guerra y una de estas era el traspaso de algunos buques civiles a la flota de la marina mercante inglesa.

(vía Wikimedia Commons)
Dos de los buques que debían traspasarse eran el «Hindenburg» y el «Columbus», pero tan solo fue traspasado en 1921 el «Columbus» a la White Star Line. Antes de su entrega se reanudó su construcción en las mismas gradas que lo vieron nacer pero bajo la atenta supervisión de técnicos de la Harland & Wolf.
El resultado fue un vapor de unas 34.351 toneladas brutas con una eslora de 236 metros, por 25 metros de manga y 12 metros de calado. Su propulsión era a vapor, con las mayores motores a vapor alternativos de triple expansión instalados en un buque, que rendían 16.000 HP. que conectados a dos ejes le daban 18 nudos de velocidad. Su dotación era de 780 tripulantes y podía transportar hasta 2.145 pasajeros repartidos en tres clases.

(imagen vía Reddit)
Sus pasajeros podían disfrutar de las mejores instalaciones, aunque estaban separados en distintas clases y diferentes equipamientos con accesos restringidos según la categoría, el cruce del Atlántico se podía realizar relativamente cómodo. Aun así, las clases más favorecidas disponían de un gran salón de primera clase, salón de fumadores, biblioteca y salón de música, Piscina cubierta, gimnasio, capilla y camarotes climatizados.
Una vida entreguerras
El 21 de enero de 1922 partía de Southampton para realizar su primer viaje inaugural con rumbo a Nueva York. Cubriría esta línea con la White Star Line en compañía del “Olympic” y el “Majestic”, compitiendo con los transatlánticos “Aquitania”, “Berengaria” y “Mauretania” de la Cunard Line.

(imagen vía Reddit)
Los problemas relacionados con su velocidad fueron solventados en parte durante una varada de ocho meses en 1923 en los astilleros de Harland & Wolf. El “Homeric” entró en grada y se aprovechó para modificar sus motores para que en lugar de consumir carbón, quemaran petróleo. Esta modificación permitió ganar un nudo y medio de velocidad, que aunque todavía quedaba muy atrás de los más veloces de la Cunard, le permitió reducir sus viajes transatlánticos en un día.
Tan solo llegó tarde en una ocasión, cuando el 25 de agosto de 1923 una ola solitaria de 24 metros de altura se cruzó en su camino. La ola fue generada por un huracán que estaba afectando a la costa este de los Estados Unidos. El incidente hirió a algunas personas y causó daños materiales con la rotura de ventanas, la pérdida de un bote salvavidas y la pérdida de algunas sillas arrancadas de sus soportes.

(imagen vía Reddit)
Poco después, el 19 de abril de 1925, acudió a la llamada de socorro del mercante japonés «Raifuku Maru» que se hallaba en problemas a casusa de una tormenta en el Atlántico norte. Al llegar a su posición el buque japonés estaba escorado a estribor y sin gobierno, hecho por el que quizás el capitán del «Homeric» no se acercó mucho. Por ello sería fuertemente criticado y causó una gran polémica a su llegada a Nueva York.
Los viajes transatlánticos del “Homeric” se interrumpieron a causa de la Ley Johnson-Reed, aprobada en 1924 por el gobierno de los Estados Unidos, con la que se limitaba y reducía el flujo de inmigrantes procedentes de Europa del Sur y del Este, y a su vez favorecía a la inmigración de Europa del Norte y Occidental. Esta ley produjo una reducción del pasaje que obligó a la compañía a modificar su capacidad original y reducir significativamente la tercera clase, transformándola en clase turista. Con este cambio llegó una bajada de los ingresos y la crisis económica de la Gran Depresión forzó a retirar al “Homeric” de las líneas transatlánticas a los cruceros por el Mediterráneo y el Caribe. Con esta nueva función más lúdica se le instaló una cubierta de lido y una piscina para hacer los viajes en alta mar más tranquilos y relajantes

En 1934 las compañías White Star Line y Cunard se fusionan y pronto hubo una reorganización de la flota, el “Homeric” se salvó del soplete temporalmente por un par de años. Después de una última temporada de cruceros, el «Homeric» participó en el Jubileo de Plata del Rey Jorge V y después se quedó en Ryde en la Isla de Wight a finales del verano de 1935. Cinco meses más tarde fue vendido para desguace, hecho que se llevó a cabo en Inverkeithing, pero no todo se perdió.

(vía Wikimedia Commons)
Durante las operaciones de desguace del «Homeric», se organizó una subasta de chatarra con partes del propio barco. El empresario escocés J. E. Sheeran asistió y adquirió parte del mobiliario del transatlántico, que luego utilizó para decorar las salas del cine Rex en la localidad de Stonehouse.

Aunque el cine cerró en los años cincuenta, después desarrolló la actividad de Bingo y más tarde tan solo sirvió como almacén de la familia Sheeran, familia que de vez en cuando organiza jornadas de puertas abiertas para deleite de algunos aficionados.

Más información:
Artículo «Cuatro buques notables en el puerto de Barcelona» de José Mª de Gavaldá publicado en la revista Ibérica del 15 de marzo de 1930
Información adicional del «Homeric» en la página web White Star Line History Website
El cine viejo cine Rex de Stonehouse en la página web de Stonehouse Cinemas





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