Procedente de Port-de-Bouc llegaba el 27 de julio de 1953 el petrolero Campomanes perteneciente a la flota de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos S.A., también conocida como CAMPSA; a bordo traía 3.480 toneladas de gasolina y petróleo.

El petrolero Campomanes no tuvo una vida marinera nada fácil, más aun cuando a los pocos años de entrar en servicio comenzara la guerra civil española, y por si fuera poco más tarde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, pudo sobrevivir a ambos conflictos, habiendo sido hundido y reflotado dos veces.

El Campomanes

Formaba parte de una serie de cinco buques gemelos construidos en distintos astilleros españoles formada por los: Campas, Campeche, Campero, Campuzano y Campomanes. De la construcción del Campomanes se encargaron los talleres de la Sociedad Española de Construcción Naval de Cádiz, sería puesto a flote el 18 de junio de 1931 y entregado el 2 de marzo de 1932.

De unas 8.000 toneladas de peso muerto con una eslora total de 128,3 metros, por 17,5 metros de manga y 7,3 metros de calado. Era propulsado por dos motores diésel Burmeister & Wain de 6 cilindros que le daban de 1.400 a 1.600 BHP cada uno que conectados a dos ejes le daban una velocidad máxima de 12,2 nudos a plena carga.

Primer ataque

Al comienzo de la guerra civil el petrolero quedó en el bando gubernamental de la república, por ello fue utilizado para transportar combustible a España desde puertos de la Unión Soviética. Un 15 de agosto de 1938 tras finalizar uno de estos viajes quedó atracado en el puerto de Valencia, puerto que esa noche recibió un ataque de la aviación sublevada. Dos aviones Heinkel He-59 atacaron al petrolero con bombas de 250 Kg, una bomba detonó debajo de la popa y otras tres le dieron de lleno en el barco. Como resultado del bombardeo el Campomanes resultó hundido. Dos meses más tarde, el 10 de octubre de 1938, fue reflotado y devuelto al servicio.

Segundo ataque

Tuvo lugar el 26 de diciembre de 1942 habiendo comenzado ya la Segunda Guerra Mundial. El Campomanes navegaba en lastre, habiendo dejado en Bilbao su preciada carga de combustible líquido y puso rumbo al puerto venezolano de Aruba. Debido a la guerra los buques mercantes españoles debían navegar perfectamente identificados indicando su neutralidad. Durante el día eran bien visibles las banderas nacionales pintadas en su casco, y por la noche mediante un código de luces.

Al parecer este código no fue visto por el submarino norteamericano USS Barb (SS-220) que le disparó dos torpedos cuando navegaba cerca de la costa portuguesa entre el cabo Silleiro y la localidad portuguesa de Montedor.

Los dos torpedos impactaron en el costado de babor del petrolero con un intervalo de dos minutos, que evidentemente sorprendió a la tripulación, y tras apagarse las luces del barco comenzó a escorarse y a hundirse por popa quedando semisumergido. La tripulación no pudo enviar ningún mensaje de SOS y fue rescatada por el pesquero Álvarez Feijoo que se hallaba en la zona.

Ninguna de las potencias en conflicto se acreditó el ataque, años más tarde al examinar la documentación de diversos buques implicados en la guerra, se descubrió que el USS Barb regresó a su base con dos torpedos menos. Este submarino había navegado por aquella zona aquel día y al parecer buscaba a los petroleros alemanes Speichern y Max Albrecht.

Cuesta creer, aunque todo es posible, que el comandante del submarino confundiera al petrolero español con uno alemán. Sin embargo, en abril de 1942 el Departamento de Marina de los Estados Unidos publicó el llamado «Merchant Ship Recognition Manual», en él se especifican en forma de perfiles y siluetas cerca de 750 buques mercantes de todo el mundo con el fin de poder identificarlos y evitar errores.

Además, se incluyen algunas instrucciones adicionales y referencias clave para ayudar a la identificación por ejemplo con la forma de la proa o la popa, la chimenea, la situación de su superestructura, también son importantes detalles como las tomas de aire y respiraderos y/o la forma de las grúas.

Como anécdota, el submarino USS Barb fue uno de los más condecorados de la guerra, al que además, se le atribuye el hundimiento de 17 barcos con un total de 96.628 toneladas, incluido un tren.

No fue abandonado

En cuanto al Campomanes no fue abandonado, sería reflotado y remolcado al puerto de Vigo por tres bous y un remolcador, allí sería reparado y devuelto al servicio. En este nuevo periodo el Campomanes tendría una vida mucho más tranquila y dejó de navegar en Barcelona, lugar en el que en 1970 comenzó su desguace.

Más información:
Artículo la «Flota petrolera española» de Rafael González Echegaray publicado en la Revista General de Marina de enero de 1956 Tomo 150
Artículo «Franco contra los petroleros de la flota roja» publicado en la página web El Gran Capitán
El desguace del Campomanes en el diario La Vanguardia del 29 de abril de 1970 página 34