Entre los días 4 a 9 de octubre de 2019 hizo escala en el Puerto Olímpico de la ciudad de Barcelona un velero singular, se trataba del Tara que navega con bandera francesa para la Fundación Tara Océan dedicada a la investigación y a la divulgación de los peligros del cambio climático y sus efectos en la mar.

La goleta Tara se encuentra realizando el crucero Mission microplastiques 2019, iniciado el 27 de mayo en el puerto de Lorient, hasta ahora ya han recalado en puertos como Londres, Hamburgo, Oslo y Visby, y después de Barcelona lo harán en Banyuls, Túnez, Burdeos, La Rochelle y Cherburgo finalizando el crucero en Lorient el 23 de noviembre.

Seguramente por falta de espacio en el Port Vell de Barcelona el Tara debió de atracar en el Muelle del Poble Nou del Puerto Olímpico, allí la goleta fue abierta al público en donde se pudo visitar la cubierta superior además de poderse informar de las actividades científicas de primera mano por parte de la dotación del Tara. También aprovecharon para dar una conferencia en el Institut de Ciencies del Mar, ubicado en el Paseo Marítimo de la Barceloneta, en esta conferencia se haría un repaso de los últimos diez años de expedición del Tara.

El Tara fue construido en 1989, tuvo dos nombres anteriores bajo el mando de dos grandes navegantes, el primero fue el explorador francés Jean-Louis Étienne quien fue el promotor de la construcción de este velero al que llamó Antarctica y con el que navegó por todo el mundo; el segundo fue Sir Peter Blake, renombró el barco a Seamaster y durante una expedición dentro del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Peter Blake encontró la muerte al ser atacado el Seamaster por piratas en el Río Amazonas. Actualmente navega para la Fundación Tara Océan con la difícil tarea de divulgar el estado de los mares fruto de sus viajes científicos alrededor del mundo.
El Tara
Buscando un posible origen etimológico del nombre Tara quizás el que más se aproxima al cometido de este velero sea el que le confiere el idioma sanscrito en el que Tara (तारा tārā) significa salvador o protector.
El Tara fue diseñado por los arquitectos navales Luc Bouvet y Olivier Petit y construido en los astilleros franceses de SFCN en la localidad de Villeneuve-la-Garenne siendo botado en 1989 con el nombre de Antarctica.

Desplaza 120 toneladas con una eslora de 36 metros por 10 metros de manga y 3,50 metros de calado máximo. Su propulsión es mixta, a vela con dos mástiles de 27 metros de altura y 400 m2 de superficie velica y diesel a gracias a dos motores de 350 caballos de potencia; su autonomía es de unas 5.000 millas náuticas.
Está aparejado como goleta de dos palos y su casco está construido en aluminio con un grosor de 4,5 centímetros. Para la navegación en las gélidas aguas árticas el interior dispone de calefacción y está aislado del casco de aluminio con una capa de 10 centímetros de poliuretano intercalado con placas de madera contrachapada y sus ventanas disponen de doble acristalado de plexiglás.

El velero es capaz de generar su energía eléctrica de abordo de manera limpia, mediante paneles solares y generadores eólicos; también puede generar su propia agua potable gracias a un desalinizador y puede tratar sus residuos sin necesidad de lanzarlos al agua.
Dispone de comunicaciones vía satélite por V-Sat, InmarSat e Iridium además de por radio mediante banda lateral única.
Tiene capacidad para alojar a 17 tripulantes, entre personal de la dotación y científicos, estos últimos disponen de dos laboratorios, el seco en el interior y el húmedo en el exterior. Embarcan un equipo completo de buceo para cuatro personas, así como dos embarcaciones semirrígidas.
La goleta Antarctica
Cuando Jean-Louis Etienne tomó el mando del Antarctica ya había explorado en solitario las regiones polares del planeta, siendo el primer hombre en llegar al Polo Norte en solitario, marca conseguida el 14 de mayo de 1986.
Y en 1989-90 co-lideró la Expedición Transantártica Internacional junto a Will Steger, el resto del equipo lo formaban los glaciólogos chino y ruso Tchin Daho y Viktor Boyarsky, el inglés Geoff Sumer y el japonés Keizo Funatsu.
Entre 1990 a 1996 el doctor Jean-Louis Étienne se embarcó en su nuevo barco, el Antarctica, liderando diversas expediciones para intentar divulgar y propagar la conciencia pública sobre el impacto del calentamiento global en las regiones polares.
En 1991-92 viajaron a la Patagonia, a las Islas de Georgia del Sur y la península antártica; en 1993-94 exploraron el volcán Erebus; y en 1995-96 pasaron el invierno en la isla de Spitzbergen en el archipiélago de Svalbard.
El Antarctica durante su estancia en la isla de Sptizbergen (Biophon Records en Youtube)
La goleta Seamaster
El testigo del comandar el Antarctica lo recogió el regatista neozelandés Sir Peter Blake, que entre otros muchos títulos venía de ganar la vuelta al mundo a vela de 1989-90 y logró retener desde 1994 a 1997 el Trofeo Julio Verne, premio otorgado a quienes navegan alrededor del mundo en menos de 80 días, Peter Blake logró la marca en 74 días, 22 horas, 17 minutos y 22 segundos junto a su compañero inglés Robin Knox-Johnston.
Peter Blake a bordo del Seamaster (vía perfil Blake en Youtube)
En 2001 se embarcó en el Antarctica al que le dio un nuevo nombre, el Seamaster, con él pretendía explorar el Río Amazonas enmarcado en un programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. La fatídica noche del 5 de diciembre de 2001 mientras esperaban fondeados en Macapá en la desembocadura del Amazonas, fueron asaltados por un grupo de seis a ocho hombres ocultos tras pasamontañas; en un acto de defensa de un tripulante que estaba siendo encañonado, Blake se armó con un rifle y disparó a uno de los asaltantes, la mala suerte quiso que su arma se atascara y la represalia de los ladrones fue dispararle en la espalda, otros dos miembros de la tripulación fueron heridos con cuchillos.
El resultado de tan nefasto robo se saldó con la muerte de Peter Blake y algunos tripulantes heridos por arma blanca. El asalto del Seamaster terminó con el hurto de un motor de una de las lanchas de 15 caballos de potencia y algunos relojes de la tripulación. Posteriormente los asaltantes fueron detenidos y condenados a una media de 30 años de prisión cada uno.
En el año 2003 el director de una marca de ropa agnes b. Étienne Bourgois, compró el Seamaster y lo renombró a su actual nombre de Tara. Bajo el proyecto Tara Expeditions de la Fundación Tara Océan ya ha realizado 11 expediciones científicas con un total de 400.000 quilómetros navegados con escalas en más de 60 países, su misión sigue siendo la misma con la que empezó el doctor Jean-Louis Etienne, sensibilizar a la población mundial de los riesgos del cambio climático y del especial cuidado que se debe de tener de los mares y océanos del planeta, tarea nada fácil que la dotación del Tara realiza con esmero y perseverancia.

Más información:
Artículo «Un velero convertido en laboratorio» de David Muñoz Sastre del El Mundo digital del 23 de octubre de 2014
Tour virtual a bordo de la goleta Tara en su portal de la Fundación Tara Océan
Las 11 expediciones de la goleta Tara