Un nuevo buque realizaba su primera escala al puerto de Barcelona el 27 de septiembre de 1931, se trataba de la motonave «Cabo San Agustín» de la compañía Ybarra, que procedente del puerto de Génova realizó una breve parada de 24 horas antes de partir con rumbo a Buenos Aires.

Motonave «Cabo San Agustín»

Esta nueva motonave fue destinada a la línea Mediterráneo-Brasil-Plata, con salidas desde Barcelona cada tres semanas, que compartía con los otros buques de la flota de Ybarra & Cía.: «Cabo San Antonio» y «Cabo Santo Tomé». La motonave «Cabo San Agustín» compartió destino con muchos otros buques de la marina mercante española atrapados por la guerra civil primero, y la mundial después.

La motonave «Cabo San Agustín»

Fue construida por la Sociedad Española de Construcción Naval por los Astilleros de Sestao en Bilbao, puesto a flote el 30 de abril de 1931 y entregado a sus armadores el 8 de septiembre del mismo año.

Botadura de la motonave «Cabo San Agustín»
(imagen vía Resumen de obras de la SECN)
El «Cabo San Agustín» tenía un gemelo idéntico, el «Cabo Santo Tomé» entregado unos meses antes
(imagen vía Resumen de obras de la SECN)

Desplazaba 16.800 toneladas con una eslora de 153 metros por 19,3 metros de manga y 8,3 de calado. Era propulsado por un motor MAN Masch de dos tiempos y 9.200 CV de potencia que le daba 16 nudos de velocidad. Podía transportar hasta 520 pasajeros repartidos en tres clases más carga.

Camarote de segunda clase
(imagen vía Resumen de obras de la SECN)
Los pasajeros gozaban de muy buenas instalaciones, como la espaciosa sala de té
(imagen vía Resumen de obras de la SECN)

El «Cabo San Agustín» engrosó la lista de los mayores buques de la compañía Ybarra, en tonelaje, dentro de la marina mercante española. Sin embargo, tuvo una corta vida marinera en España debido a la guerra civil, conflicto que le alcanzó en el puerto de Barcelona en donde fue requisado por el gobierno fiel a la república.

Atrapado por la guerra

La bella motonave vería alterada completamente su rutina, fue armada con cañones de 152 y 45 mm más ametralladoras para su protección. Cambiaría sus rutas hacia occidente cruzando el océano Atlántico por las de oriente hasta el mar Negro. Sus puertos de destino serían Sevastopol, Odessa, Feodosia y Novorossiysk de la Unión Soviética; allí embarcaron víveres y armamento para combatir a las tropas sublevadas del general Franco. Durante sus travesías se protegía navegando por la costa norte de África, y en cuanto era posible lo protegía la escuadra republicana al acercarse a aguas españolas.

Durante la guerra civil española fue utilizado para transportar armamento a España

Duros fueron aquellos años para su tripulación, pero más difícil fue a partir de 1938 cuando barco y tripulación quedaron internados en Feodosia. Aunque según la fuente, el barco fue comprado por el Politburó del Comité Central del Partido Comunista Bolchevique. Lo que sí está claro es que su tripulación española, debido a la guerra mundial, no pudo volver a España hasta mediados de los años cincuenta, sufriendo el maltrato de las autoridades rusas de cárcel en cárcel, otros en su intento de volver a casa fallecieron por el camino.

Con bandera de la Unión Soviética y su nuevo nombre de «Dnepr» en principio fue utilizado como buque escuela para la Academia Naval, y el 19 de septiembre de 1941 fue adaptado como buque hospital para el transporte de heridos en la Flota del Mar Negro. Aunque su capacidad era de unas 200 camas, durante las evacuaciones de Odesa a Novorossiysk de septiembre de 1941, su capacidad aumentó hasta las 1.053 personas.

Vieja postal del «Cabo San Agustín»
(imagen de la colección del Museu Marítim de Barcelona)

Fue durante una de estas travesías, cuando integrado en un convoy y protegido por un destructor y un dragaminas, fue atacado por torpederas alemanas y hundido entre Novorossiysk y Anapa, y sus restos descansan a unos 1.200 metros de profundidad. Por fortuna el barco iba vacío con tan solo su tripulación, aunque se perdieron 40 vidas.

Otros buques españoles perdidos

Larga es la lista de los buques de la marina mercante española atrapados por las distintas guerras que sacudieron al mundo en el pasado siglo XX. Pocos buques volvieron a España y como siempre quienes más sufrieron fueron sus tripulaciones y familias.

Algunos de ellos fueron el «Cabo Quilates» que se hallaba en el puerto de Murmansk al terminar la guerra civil, y terminó navegando como «Dviná» en la Flota del Mar del Norte primero y más tarde para la Northern State Shipping Company.

Vapor «Cabo Quilates»
(imagen del Museu Marítim de Barcelona)

El transatlántico «Juan Sebastián Elcano» de la Compañía Trasatlántica española nunca abandonó el puerto de Odessa con suministros para la república, y en 1938 se convirtió en el Volga en la Flota del Mar Negro como transporte, buque de apoyo a submarinos y buque escuela.

El transatlántico «Juan Sebastián Elcano» captado alrededor de los años treinta
(imagen del Museu Marítim de Barcelona)

La motonave «Ciudad de Tarragona» llegó a calificarse como «el héroe de la Flota Roja», se quedó internado en Odessa al término de la guerra civil sin posibilidad de regresar a España, y el barco fue confiscado como parte del pago de las deudas contraídas por la República por los suministros recibidos.

El «Ciudad de Tarragona» dejó el nombre de la milenaria ciudad romana por el de la ciudad ucraniana de «Lviv»
(imagen del Museu Marítim de Barcelona)

La motonave «Ciudad de Ibiza» quedó atrapada en 1938 en la Unión Soviética como el resto de ejemplos que hemos visto. Al no poder regresar fue confiscada y traspasada a la Black Sea Shipping Company con el nombre de «Transporte Nº4» y después se le asignó el nombre de «Bialystok». Durante la guerra fue utilizado como buque de apoyo a submarinos y el 19 de junio de 1942 fue hundido por torpedos de la lancha alemana «S-102» al sur del cabo Meganom, cerca de Sebastopol.

El «Ciudad de Ibiza» en sus buenos tiempos
(vía Trasmeships)

Más información:
La motonave «Cabo San Agustín» en la página web de Todoavante.es
Algunos datos adicionales como «Dnepr» AQUÍ
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