El día 9 de noviembre de 1954 eran esperados dos buques con bandera italiana en el puerto de Barcelona, el primero en llegar fue el buque mixto de carga y pasaje Antoniotto de Usodimare que procedente de Génova y escalas haría una breve parada en Barcelona antes de continuar su viaje hacia Centroamérica y puertos del Pacífico Sur.
Más tarde a las dos y media se dibujaría en el horizonte la esbelta figura de un transatlántico con líneas clásicas, era el Saturnia que realizaba la ruta contraria al anterior. Procedía de Nueva York y Halifax y rendiría viaje en Génova, puerto en donde debía entregar una valiosa carga.

La escala en Barcelona duraría apenas unas horas, tiempo más que suficiente para entregar su carga con destino a esta plaza y para que algunos pasajeros pudieran visitar la ciudad. Pero, tanto o más ansiosos que los turistas para bajar a tierra, se hallaban a pie de muelle un grupo de periodistas que con la misma ansiedad pretendían subir a bordo del Saturnia. Al final lo consiguieron y el segundo oficial de a bordo sería quien los atendería, el motivo era por la “bomba de cobalto” que el Saturnia transportaba a bordo y la prensa quería hacerse eco de ello.
La bomba de cobalto
Cabe decir que esta denominación era algo sensacionalista, pero era el nombre que recibía la máquina de radioterapia que el Saturnia transportaba a bordo. El segundo oficial del transatlántico italiano guio y contestó a todas las preguntas de los periodistas, quizás algunos esperaban ver una bomba pero lo máximo que pudieron contemplar fueron las cajas alojadas en la bodega del barco que contenían parte de los elementos desmontados de la máquina de radioterapia, y en el puente de verano en un rincón con las típicas señales de peligro, con una calavera y dos tibias, había una caja metálica de unos 1.700 kilogramos recubierta con plomo que contenía el Cobalto-60 necesario para su funcionamiento.
Esta máquina sería encargada por el Instituto Médico de Milán al país al que se le atribuye dicha invención, concretamente al Hospital Universitario de Saskatoon de Canadá. Allí pondrían a prueba el prototipo con una mujer de 43 años que sufría cáncer cervical y gracias a este tratamiento logró vivir hasta los 90 años. El éxito de sus experimentos estimuló al resto de hospitales del mundo y comenzó una rápida expansión de esta terapia a nivel mundial.

La primera bomba de cobalto en España se instalaría en enero de 1957 en el Sanatorio Ruber de Madrid (actual Hospital Ruber Juan Bravo), y otra se instalaría en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona en 1958.

En cuanto a la otra bomba de cobalto es mucho más mortífera y su mayor daño no lo provoca la explosión del artefacto, si no la radiación en forma de rayos gamma resultante de la misma.
El Saturnia
Fue el primero de dos transatlánticos construidos en los astilleros Cantieri Riuniti dell’Adriatico en Monfalcone (Trieste) para la naviera Cosulich Line que los destinaría sus en líneas hacia el continente americano. El Saturnia sería puesto a flote el 19 de diciembre de 1925 y realizaría su primer viaje inaugural el 21 de septiembre de 1927; el otro transatlántico se llamaría Vulcania y su construcción finalizaría el 2 de diciembre de 1928.

En el momento de su escala en Barcelona el Saturnia tenía un desplazamiento de 23.940 toneladas de registro bruto con una eslora de 192,5 metros por 24,3 metros de manga y 8,9 metros de calado. Era propulsado por dos motores diésel Sulzer de 41.000 BHP. que conectados a dos ejes le daban ina velocidad máxima de 22 nudos. Tenía capacidad para 1.370 pasajeros repartidos en tres clases: 240 de primera clase, 270 de segunda clase y otros 860 en clase turista.

Realizaría su primer viaje inaugural el 21 de septiembre de 1927 con rumbo a Río de la Plata y tendría una larga vida marinera con la Segunda Guerra Mundial como eje de su carrera. Navegaría para la Cosulich Line hasta 1932, a partir de ahí cambiaría de naviera y enarbolaría la bandera de la Italia Flotte Riunite hasta 1937 y entonces volvería a cambiar de naviera, la Società Anonima di Navigazione Italia, hasta 1943.
Durante esos años, además de sus rutas comerciales, fue utilizado como buque de transporte de tropas durante la Segunda Guerra Italo-Etiope. Llegada la Segunda Guerra Mundial su actividad comercial se interrumpió y tuvo que ser adaptado según los requisitos de la Cruz Roja Internacional para ser utilizado como buque hospital para la repatriación de civiles de África y de las antiguas posesiones italianas en Somalia.

Tras la firma del armisticio con los Aliados en octubre de 1943 el Saturnia se entrega al gobierno de los Estados Unidos, encargándose de él la War Shipping Administration (WSA). Este organismo lo transfiere a la naviera American Export Lines y se utiliza para el transporte de tropas del Ejército norteamericano entre Estados Unidos y Europa.

Más tarde se adapta su uso a buque hospital y para ello se le cambia el nombre a USAHS Frances Y. Slanger (el prefijo USAHS significa United States Army Hospital Ship), llegando a realizar cuatro viajes entre los Estados Unidos y Francia.

En 1946 recupera su nombre de Saturnia con el prefijo USAT (United States Army Transport), dejaría atrás su misión de hospital y sus interiores volverían a ser adaptados para transportar familias y familiares de militares desde Reino Unido a Estados Unidos.

Finalizado este último servicio y con el barco en perfectas condiciones, el Saturnia volvió a casa para lucir la bandera tricolor italiana. Reanudaría sus viajes transatlánticos y transportaría a Canadá y Estados Unidos la cifra de 265.000 inmigrantes, motivo por el cual se filmó un documental recordando esos hechos.

Más información:
El Saturnia en la página web «Italian Liners Historical Society»
Página web de Navsource.org con la ficha del USAT Saturnia y USAHS Frances Y. Slanger
Documento «Una mirada al pasado V» de Albert Biete de febrero de 2018 en la página web de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR)