La mañana del día 23 de marzo de 2018 se dibujó una figura inusual, o al menos poco habitual ya, en el horizonte un gran velero de cuatro mástiles. Poco a poco fue aproximándose navegando en demanda del puerto de Barcelona, era el buque escuela de la Armada rusa «Kruzenshtern». Quedó atracado en el Muelle de España junto al Centro Comercial del Maremágnum y permaneció hasta el día 25 de marzo.

(Antoni Casinos Va)
El «Kruzenshtern» no se dio cita en el puerto de la ciudad Condal por casualidad, su objetivo era el de participar en los festejos del centenario del pailebote «Santa Eulàlia» del Museo Marítimo de Barcelona. Para dicha celebración el puerto se vistió de gala y otros veleros acudieron para acompañar al centenario velero en el Muelle de Bosch i Alsina.
En cuanto al «Kruzenshtern» es el último P-Liner en servicio, ocho años más joven que el «Santa Eulàlia», fue construido en Alemania por Joh. C. Tecklenborg (Bremerhaven) siendo botado el 11 de junio de 1926 con el nombre de «Padua». En el momento de su construcción tenía un desplazamiento de 3.064 toneladas con 114 metros de eslora, su propulsión era mixta, a vela y mediante dos motores diésel auxiliares.

(Antoni Casinos Va)
En sus primeros años navegó para la naviera Ferdinand Laeisz como un buque mercante y cuyas bodegas solían llenarse con carga a granel, desde Alemania hasta puertos de Sudamérica e incluso Oceanía. La Segunda Guerra Mundial interrumpió su carrera y al finalizar fue transferido a Rusia como pago por los daños causados durante la contienda. Allí recibió su definitivo nombre de «Kruzenshtern» y quedó integrado en la marina de guerra de la Unión Soviética hasta 1991 cuando es transferido a la Academia Estatal Báltica Kaliningrado hasta el día de hoy.
Más información de esta visita en el artículo El segundo velero más grande del mundo





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