Una escala cualquiera de un día cualquiera podría haber sido cualquier buque llegado un 29 de octubre de 2020 en plena pandemia de COVID. A pesar de que durante ese primer año el tráfico comercial se redujo, el puerto de Barcelona se mantuvo muy activo.
Esa jornada cerca de treinta buques operaron en el puerto, entre ellos se hallaban los habituales ferris, un crucero, diversos buques cisterna, de transporte de carga rodada y entre los portacontenedores se estaba el Chicago Express que podría ser un barco cualquiera, o tal vez no.

(imagen de Antoni Casinos Va)
El portacontenedores Chicago Express
Pertenece a la serie Colombo Express de portacontenedores construidos, entre 2004 y 2008, por los astilleros Hyundai Heavy Industries de Corea del Sur para la naviera alemana de Hapag-Lloyd. En total se construyeron ocho buques bautizados con los nombres de: Colombo Express, Kyoto Express, Chicago Express, Osaka Express, Tsingtao Express, Hanover Express, Bremen Express y Kuala Lumpur Express.

(imagen de Ra Boe vía Wikimedia Commons)
El Chicago Express fue puesto a flote el 9 de diciembre del 2005 y fue entregado a la naviera Hapag-Lloyd el 20 de febrero de 2006. De 103.890 toneladas de peso muerto, con una eslora de 336,19 metros, por 42,8 metros de manga y 12,4 metros de calado. Es propulsado por un motor Kawasaki-MAN B&W 12K98ME de 12 cilindros y dos tiempos que rinde a una potencia de 92.050 CV y le da una velocidad de 20 nudos. Su tripulación es de 24 personas.

(imagen de Amani vía Shipspotting)
No es un barco cualquiera
En absoluto, el Chicago Express dispone de un puente adicional, en él hay capacidad para 15 cadetes y es que la función secundaria de este buque es la instrucción para personal de la compañía Hapag-Lloyd.

(imagen de FAWB vía Wikimedia Commons)
Esta compañía alemana dispone de dos buques escuela incorporados a su flota mercante. El primero es el Chicago Express y el segundo el Hamburg Express, este último construido entre 2005 y 2007 similar en tamaño y capacidad al primero.

(imagen de grassrootsgroundswell vía Wikimedia Commons)
A bordo de estos buques se proporciona formación práctica de los cadetes, ofreciendo una experiencia real de la vida a bordo que les ayudará a desarrollar las habilidades necesarias para su carrera marítima. Durante su crucero de instrucción aprenderán a navegar en un buque de estas características, desde técnicas de navegación y pilotaje, hasta operaciones de carga, mantenimiento del buque y las complejas y exigentes tareas administrativas diarias.

(imagen cortesía de John Morgan)
Este aprendizaje a bordo del buque se complementa con programas de formación en tierra para otros roles relacionados con la industria naviera, como agentes de transporte marítimo. La compañía también colabora con instituciones educativas, como la Hamburg School of Business Administration y la Nordakademie University of Applied Sciences, para ofrecer programas de estudio duales que combinan teoría y práctica.
Pero este portacontenedores realiza otras funciones, además de la comercial y la instrucción. Gracias a su ruta comercial transatlántica, Hapag-Lloyd a través de este buque, colabora con la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) para tomar mediciones científicas de la temperatura del agua para ayudar a realizar mejores predicciones meteorológicas. Cada cuatro horas, el oficial de guardia debe lanzar una sonda batimétrica, del mismo modo que se hacía a bordo del «Ciudad de Alcira» pero con otro objetivo. Además, debe registrar diversos parámetros del buque, como la velocidad, el rumbo y la velocidad de la corriente, entre otros.

(imagen vía Hapag-Lloyd)
Y por si fuera poco, este buque y su tripulación intentaron emular al mítico Julio Verne en su libro “La vuelta al mundo en 80 días”, en este caso fueron 90 días. En el año 2017 un cambio de ruta imprevisto los llevó a dar una vuelta al mundo accidentalmente navegando 28.700 millas.

(imagen de Maik Richter vía Shipspotting)
El plan original del Chicago Express era navegar por el Atlántico Norte en el servicio AX1 y luego recoger contenedores vacíos para Asia, donde se usaría en el servicio FE5 entre Europa y Asia, bajo la alianza llamada THE Alliance. Sin embargo, en lugar de tomar la ruta del Canal de Suez, el barco hizo una parada para reabastecerse en el este de Rusia. Luego, navegó «al revés» a través del Canal de Panamá y el Pacífico, lo que resultó en una vuelta al mundo y a un auténtico desafío para la tripulación y también para el propio barco.
Un accidente que lamentar
Pero en la vida marítima de este barco no todo ha sido un camino de rosas. En septiembre de 2008 cuando navegaban cerca de Hong Kong se cruzaron en el camino de un tifón, la fuerza de la tormenta le provocó escoras de 32 grados en ambas bandas y la pericia de capitán logró reducir la escora a 20 grados. Sin embargo, una ola repentina les provocó una escora de 44 grados durante 10 segundos. Todos los que estaban en el puente de mando salieron catapultados hacia el otro extremo pereciendo un tripulante a causa de las heridas.

Visto lo cual, queda claro que una escala cualquiera en un día cualquiera no tiene por qué ser aburrida, y que, tras la apariencia de un barco mercante, siempre hay algo interesante que contar.

Más información:
Algunos datos del Chicago Express en la página web de Hapag-Lloyd
Artículo «Welcome aboard – 60 new apprentices start at Hapag-Lloyd» publicado en la página web de Hapag-Lloyd
Artículo «Around the world in 90 days- the unusual journey of the ‘Chicago Express’» publicado en la página web de VesselFinder




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