Un día como hoy de 1981 hacía su primera escala al puerto de Barcelona la fragata USS Oliver Hazard Perry (FFG-7), se encontraba de regreso a casa en el que fue su segundo despliegue en el mar Mediterráneo. Y a su partida de Barcelona, el 5 de diciembre, tardaría apenas dos semanas en llegar a su base en Mayport el 21 de diciembre y dar por terminado este crucero.

(imagen del Naval History and Heritage Command)
Esta fragata era la cabeza de serie de una numerosa clase de fragatas de la US Navy de las que se construyeron 71 unidades. Su diseño fue exportado a España y Australia, dando origen aquí a la clase Santa María. La USS Oliver Hazard Perry fue construida por Bath Iron Works Corp. entrando en servicio el 17 de diciembre de 1977. Desplazaba 4.100 toneladas con 136 metros de eslora, era propulsada por turbinas a gas que le daban 29 nudos de velocidad e iba armada con misiles antiaéreos Standard, antibuque Harpoon, 1 cañón de 76 mm y torpedos antisubmarinos, además podía embarcar a 2 helicópteros Sikorsky Seahawk.
Pero esta fragata tuvo un privilegio que pocos barcos han disfrutado. Y es que el día de su botadura, 25 de septiembre de 1976, al romperse la botella de champán en la proa del barco, la fragata no se movió y tras unos segundos de sufrimiento el público vitoreó un nombre, John Wayne, invitado a la ceremonia al ser un accionista del astillero. Y efectivamente, el popular actor dio el último empujón a la fragata que se deslizó por la grada «gracias» al Duque y completar así su botadura.
Más detalles de esta visita en el artículo de este blog: Un ligero empujón.






Deja un comentario