Tres fueron los barcos de pasaje esperados durante la jornada del 3 de junio de 1967, dejando al margen el tráfico comercial y los correos de las Baleares. Uno de ellos era el transatlántico “Eugenio C” de Costa Line, que procedente de Buenos Aires quedó atracado en la Estación Marítima, otro fue el también transatlántico “Caronia” de la Cunard que procedía de Nueva York.

El «Eugenio C» maniobrando en el puerto de Barcelona
(imagen de Manuel Galilea de la colección del Museu Marítim de Barcelona)

Y tal vez el más esperado era el “Cabo Izarra”, de la naviera española Ybarra y Cía., el primer crucero de estas características construido en España. Se encontraba en pleno viaje inaugural y hacía su primera escala en Barcelona.

El «Cabo Izarra» entrando al puerto de Barcelona
(imagen de Manuel Galilea de la colección del Museu Marítim de Barcelona)

Tras su feliz llegada y su atraque en el Muelle de Bosch i Alsina, la empresa consignataria ofreció una recepción a bordo a la que asistieron las autoridades civiles y militares de la ciudad, así como responsables de agencias de viajes, navieras y organismos oficiales y privados relacionados con el sector turístico. Su escala fue breve y a media tarde zarpó para continuar con su crucero que lo llevaría a visitar diversos puertos del Mediterráneo.

Su llegada quedó reflejada en el noticiario del No-Do
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El “Cabo Izarra”

A partir de la década de 1960 la compañía Ybarra quiso diversificar sus líneas de negocio y participar en el desarrollo del turismo marítimo con rutas a Canarias y América. Este fue el objetivo del “Cabo Izarra”, concebido como un gran yate de lujo, equipado con todas las comodidades para el disfrute del turista.

Fue construido por la Sociedad Española de Construcción Naval en la factoría de Matagorda en Cádiz. De 4.485 toneladas de registro bruto con una eslora de 102 metros, por 15,5 metros de manga y 4,10 metros de calado. Era propulsado por dos motores diésel Burmeister & Wain de 1.900 BHP. cada uno que le daban 19,5 nudos de velocidad. Podía transportar hasta 255 pasajeros en clase única y una tripulación de 110 personas.

El «Cabo Izarra» listo para su gran día, en su mascaron de proa llevaba una imagen de la Virgen de Begoña
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A bordo disponía de aire acondicionado en todo el barco, su decoración era moderna y funcional. Además, contaba con instalaciones completas para el entretenimiento como bares, bibliotecas, club nocturno, piscina, restaurantes, sala de juegos, sauna. Sus camarotes eran cómodos, estaban bien acondicionados, equipados con cuarto de baño y teléfonos con conexión directa.

Además el buque contaba con adelantos técnicos para mejorar su navegabilidad y seguridad, como estabilizadores por debajo de la línea de flotación, equipos de radar, gobierno automático y teléfono con posible conexión a tierra entre otros equipos.

Su nombre proviene del euskera, en donde la palabra izarra significa estrella
(imagen de Manuel Galilea de la colección del Museu Marítim de Barcelona)

Realizó sus primeras pruebas de mar el 14 de mayo de 1967 en aguas de la bahía de Cádiz en presencia del Director General de Navegación, Ramón Dolorea y Pinillos, el comandante militar de Marina, Tomás García, además de representantes de la entidad armadora, como el consejero José Poch Bonet, y otros ingenieros y técnicos de los astilleros e invitados.

Las pruebas fueron del todo satisfactorias y esa misma tarde se oficializaba la entrega del buque a su armador. Antes de su puesta en servicio y de su primer viaje inaugural, el “Cabo Izarra”, realizó otro viaje de prueba a Santa Cruz de Tenerife y a su regreso a Cádiz daría comienzo su primer crucero.

Ofertas de cruceros para 1967
(Vía revista Destino del Arxiu de Revistes Catalanes Antigues)

Lo bueno si, breve…

La ilusión duró poco y el “Cabo Izarra” no logró consolidarse en el mercado de cruceros y en 1970 el barco fue vendido a la compañía canadiense West Line y rebautizado como “West Star”. Durante unos años realizó cruceros por rutas de Alaska en verano y el Pacífico en invierno.

Vieja postal del «West Star»
(imagen de archivo)

En 1975 vuelve a ser vendido, esta vez a la naviera Negros Navigation Company de Filipinas quienes lo renombran a “Doña Montserrat”, o «Dona Montserrat» según fuentes, y se convierte en el primer crucero de Filipinas. Quedó destinado en la línea Manila-Corregidor-Iloilo-Zamboanga-Davao, pero tampoco tuvo mucha suerte y en 1979 vuelve a ser puesto a la venta.

Lo adquiere el Gobierno chino que lo renombra a «Xing Hu» y navega para la naviera estatal Nav. Co. de Guangzhou conectando este puerto con Hong Kong. Finalmente con 34 años de vida marinera en sus cuadernas y haber navegado por casi todos los mares y océanos del mundo, el “Xing Hu” fue dado de baja y vendido para desguace en el año 2001.

El «Xing Hu»
(vía Shipsnostalgia)

Más información:
Llegada del «Cabo Izarra» en el artículo «Visita a Barcelona e la motonave ‘Cabo Izarra’, en viaje inaugural de J. F. Huguet Prats publicado en el Diario de Barcelona del 4 de junio de 1967 página 21

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