La mañana del 20 de agosto de 1894 hacía su entrada al puerto de Barcelona, en visita de cortesía, el buque escuela PNSS Saratoga que procedente de los puertos de Filadelfia y Gibraltar en el puerto de la ciudad condal realizaría una escala para el descanso de su tripulación.

El USS Saratoga visto por babor
(imagen del Naval History and Heritage Command)

El Saratoga no llegó como buque de guerra, si no como escuela adscrito a la Pennsylvania Nautical School, y a bordo se hallaban los futuros pilotos de la marina mercante de aquel estado. Su visita se vio amenizada con una invitación a su comandante para asistir, el 23 de agosto, a una interesante prueba de lo que su inventor, José Barceló, llamó la “Medusa insumergible”, un nuevo tipo de salvavidas.

Un salvavidas

El inventor José Barceló fue uno más de los muchos que intentaron desarrollar algún método eficaz para salvar la vida de los náufragos en la mar. Hasta esa fecha eran diversos los dispositivos flotantes empleados para tal fin, como chalecos manufacturados con corcho introducidos por el capitán John Ross, con fibra vegetal (kapok) y goma, o anillos de corcho envueltos en lona y tela, y manufacturados con goma con cámara de aire.

Sin embargo, el salvavidas de Barceló era algo distinto. Era un cinturón o coselete formado por diez pedazos de corcho. Estos trozos de corcho estaban unidos por bisagras y eran capaces de levantarse fácilmente al contacto con el agua, lo que permitía que la persona que lo usaba mantuviera una posición vertical y evitara que el agua le cubriera más arriba del pecho. Además, el salvavidas incluía algunos accesorios como un botiquín y banderolas para hacerse visibles en la superficie del agua y pedir ayuda.

Ilustración de la «Medusa insumergible»
(vía librio «La medusa insumergible»)

Se realizaron diversas pruebas de este sistema en Marsella, Barcelona y San Sebastián, en todas ellas los expertos y la prensa quedaron impresionados por su efectividad. La prueba en Barcelona el 23 de agosto de 1894, citándose a diversas personalidades a bordo del Asilo Naval de la corbeta Consuelo. Además del comandante del Saratoga estuvieron presentes los de los buques de la Armada Alfonso XII, Reina Mercedes y el del cañonero Pilar; también asistieron el ingeniero de la Comandancia de Marina, el capitán inspector de la Compañía Trasatlántica, el director de Sanidad Marítima del puerto, el cónsul de los Estados Unidos, el gobernador civil, el secretario del Gobierno de la provincia y el teniente de alcalde de Barcelona.

Las crónicas explican que la prueba se desarrolló del siguiente modo: los primeros en arrojarse al agua fueron tres o cuatro jóvenes, seguidos por un hombre de edad avanzada, una mujer de complexión robusta y, por último, una joven vestida con traje de alier, aunque sin calzado, todos ellos con el salvavidas ya puesto.

Permanecieron en el agua en posición vertical, con el busto fuera de la superficie, de modo que, si lo hubieran querido, podrían haber salido sin mojarse la cabeza. Sus brazos quedaban completamente libres y podrían haberlos utilizado, en caso de necesitarlo, el botiquín y/o las banderolas. A pesar del éxito de esta prueba, desconozco si se llegó a instalar en ningún buque.

El USS Saratoga

Este fue el tercer buque de guerra de los Estados Unidos en llevar este nombre en honor a la Batalla de Saratoga de 1777. Fue construido en los astilleros de Portsmouth Navy Yard en Kittery en el estado de New Hampshire, puesto a flote el 26 de julio de 1842 y entregada a la marina el 4 de enero de 1843 bajo el mando del comandante Josiah Tattnall III.

Tenía un desplazamiento de 882 toneladas con una eslora de 44,6 metros, por 10,7 metros de manga y 4,9 metros de calado. Estaba armado con 6 cañones de 203/55 mm, 12 de 32 libras, 1 de tipo rifle de 30 libras y 1 de ánima lisa de 12 libras.

Su aparejo era de fragata y estaba calificado de balando de guerra – sloop-of-war –
(imagen del Naval History and Heritage Command)

Expedición a la Costa de Marfil (1843): Participó en una expedición contra pueblos de la Costa de Marfil involucrados en el asesinato de marineros estadounidenses, destacando en la Batalla de Little Bereby.

A su entrada al servicio activo tomó parte en la Guerra Mexicano-Estadounidense (1846-1848): Durante este conflicto, la USS Saratoga formó parte de la «Mosquito Fleet» y participó en operaciones navales en el Golfo de México. Durante esos años accede al mando del USS Saratoga el comandante David G. Farragut y quedan asignados al «Home Squadron», con la misión de salvaguardar el comercio costero, asistir a los barcos en apuros y combatir la piratería y el tráfico de esclavos en el Atlántico.

Entre 1853 y 1854 se inicia la apertura con Japón y el USS Saratoga queda integrado en la flota del Comodoro Matthew Perry en su expedición para abrir Japón al comercio occidental, siendo este velero uno de los «Black Ships» que arribaron a la bahía de Edo.

El USS Saratoga en un puerto japonés
(imagen del libro Memories for 80 years vía Navsource)

En el periodo de 1857 a 1860 vuelven a México durante la Guerra de Reforma, llegando a participar en la Batalla de Antón Lizardo en 1860, apoyando al gobierno liberal mexicano contra las fuerzas conservadoras.  A partir de 1861 queda asignado a la patrulla africana para la lucha contra el tráfico de personas, y el 21 de abril de 1861 capturaron al barco Nightingale en Kabinda (Angola).

Durante la Guerra Civil estadounidense el USS Saratoga participó en el bloqueo de puertos confederados, contribuyendo a las operaciones navales de la Unión durante el conflicto.

Un incendio por diversión

Sus tiempos de guerra terminaron a mediados de 1877 cuando fue utilizado como buque escuela para aprendices y el 8 de octubre de 1888 causaba baja en la US Navy. Sin embargo, entre 1890 y 1907 navegó para la Pennsylvania Nautical School, formando a futuros oficiales de la Marina Mercante norteamericana.

El PNSS Saratoga entrando en el puerto de Le Havre en 1900
(imagen del Naval History and Heritage Command)

Con más de sesenta años en sus cuadernas el Saratoga sería vendido para desguace el 14 de agosto de 1907 a Thomas Butler & Co. de Boston. No obstante nunca se completó su desguace ya que se tenía otro plan para el histórico buque.

En 1903 la zona de Revere Beach en Boston se convirtió en un destino turístico muy popular, tanto que cada año las autoridades locales preparaban un evento especial para atraer al turismo. Por ejemplo, para el día de la celebración de la Independencia de 1904, se hicieron colisionar dos locomotoras obsoletas; en 1906 una gran estructura de papel mache lanzó una nube de postales de recuerdo con humo y luces intermitentes mientras se producía la erupción del Monte Vesubio y en 1908 los restos del Saratoga eran incendiados en alta mar como atractivo turístico. No cabe duda de que en Revere Beach no había lugar para el aburrimiento.

El Saratoga embarrancado en Revere Beach
(imagen vía Navsource)

Más información:
Imágenes e historial del USS Saratoga en el portal Navsource
Libro «La medusa insumergible» de José Barceló y José Domingo disponible en el portal del Museu Marítim de Barcelona en Archive.org

2 respuestas a “Una visita de cortesía, un salvavidas y un incendio por diversión”

  1. […] Ferret» en 1823, participa en la guerra contra México en 1847 al mando el balandro de guerra «USS Saratoga», logra el rango de capitán en 1855 y los siguientes buques en los que Farragut fue su capitán […]

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  2. […] USS Ferret en 1823, participa en la guerra contra México en 1847 al mando el balandro de guerra USS Saratoga, logra el rango de capitán en 1855 y los siguientes buques en los que Farragut fue su capitán […]

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