La tarde del 24 de noviembre de 1948 un gran gentío se reunió en el puerto de Barcelona, entre el público había un gran número de religiosos que esperaban con ansias la llegada de un buque de guerra. A las cuatro de la tarde hacía entrada al puerto el cañonero “Pizarro”, que al mando de su comandante Pinto Zalba, transportaba a bordo las reliquias de San José de Calasanz, el fundador de las Escuelas Pías (Escolapios).

(fotograma del nodo Nº 309A vía filmoteca RTVE)
El cañonero de la Armada quedó atracado en el Muelle del Portal de la Paz, en donde lo esperaban las autoridades civiles, militares y religiosas. Desde el puerto se dirigieron en procesión hasta la catedral antes de partir en una gira por Cataluña y después por el resto de España. Finalmente las reliquias fueron depositadas en el santuario de Peralta de la Sal, pueblo natal de San José de Calasanz.

(fotograma del nodo Nº 309A vía filmoteca RTVE)
La clase “Pizarro”
Los cañoneros de la clase “Pizarro” fueron una numerosa serie de ocho escoltas antiaéreos diseñados y construidos durante el periodo de la posguerra entre 1941 a 1951. Su diseño tomó como punto de partida las especificaciones de los cañoneros de la clase “Eolo” pero con la mirada puesta en el diseño de los escoltas ingleses de las clases “Black Swan”, “Bittern” y el “HMS Egret”. Estos barcos de la Royal Navy no excedían las 1.350 toneladas y su armamento principal constaba únicamente de artillería antiaérea con una limitada capacidad antisubmarina disponiendo de medios para el lanzamiento de cargas de profundidad.

(imagen del Imperial War Museum vía Wikimedia Commons)
La clase “Pizarro” fue construida completamente por la Empresa Nacional Bazán en su factoría de Ferrol en dos series. La primera serie comprendía a los cañoneros “Pizarro”, “Hernán Cortés”, “Vasco Núñez de Balboa” y “Martín Alonso Pinzón”; la segunda serie estaba compuesta por los “Magallanes”, «Sarmiento de Gamboa», “Vicente Yáñez Pinzón” y “Legazpi”. Sus numerales variaron bastante desde su entrada al servicio hasta mediados de 1960, y a partir de 1964 fueron calificados como fragatas y recibieron los numerales de F-31 a F-36 y las dos últimas los F-41 y F-42.

(imagen de Casaú)
Como fragatas antiaéreas debían haber sido armadas con una artillería principal compuesta por cañones Rheinmetall de 105/60 mm, sin embargo se optó por instalarles seis cañones de 120/50, más ocho de 37/80 mm, además de cuatro morteros y un varadero para cargas de profundidad y minas. Estos buques, a pesar de sus limitaciones, rápidamente se mostraron muy capaces de realizar múltiples tareas como la de vigilancia costera y presencia colonial.

(imagen de Casaú)
Con el transcurrir de los años tan solo dos fueron modernizados con la ayuda norteamericana a los estándares de la época para realizar misiones antisubmarinas, fueron las: “Vicente Yáñez Pinzón” y “Legazpi”. La modernización incluía la adición de erizos, morteros y torpedos antisubmarinos, además de un varadero de cargas de profundidad. Su artillería también se modernizó, con dos cañones de 127/38 y cuatro de 40/70 como defensa antiaérea. También recibieron electrónica nueva que les dio un aspecto más moderno, con radares de descubierta aérea y de superficie, de dirección de tiro, sónar y contramedidas electrónicas. En cambio su planta motriz no no se vio alterada.

(imagen de Casaú)
Curiosamente la colocación de quilla y la botadura de los cuatro integrantes de la primera serie se realizó el mismo día, el 15 de junio de 1943 la puesta de quilla y el 3 de agosto de 1944 la botadura; para la segunda serie se siguió el mismo procedimiento, con la colocación de la quilla el 3 de agosto de 1944 y la botadura el 8 de agosto de 1945.
El «Pizarro»
El cañonero “Pizarro” aquí tratado entraría en servicio el 9 de agosto de 1946, convirtiéndose así en el quinto buque de la Armada española en llevar este nombre en honor al conquistador Francisco Pizarro González (1478-1541).
Desplazaba 2.246 toneladas a plena carga con una eslora de 95,20 metros por 12,15 metros de manga y 3,78 metros a plena carga. Era propulsado por dos turbinas de tipo Parsons alimentadas por calderas Yarrow de 6.000 SHP. conectadas a dos ejes que le daban una velocidad de 19 nudos, y una autonomía máxima de 6.000 millas a 14 nudos.
Iba armado con 6 cañones antiaéreos San Carlos NG-48 de 120/50 mm en montajes dobles, uno en proa y dos a popa; más 8 de 37/80 mm en dos montajes cuádruples; 6 ametralladoras de 20 mm y 4 morteros, un varadero para cargas de profundidad y una instalación portátil para ejercer tareas de minado.

(imagen de archivo)
A su entrada al servicio el «Pizarro» quedó destinado a las islas Baleares y más tarde a la estación naval de Santa Isabel en Guinea Ecuatorial hasta su independencia. En 1948 el “Pizarro” se convirtió en el primer buque de la Armada en disponer de un radar de navegación.

(imagen de archivo)
Durante su vida marinera tuvo importantes papeles y misiones, como la anteriormente citada de las reliquias de San José de Calasanz. En 1949 navegó con destino a Beirut, en donde desembarcó el rey Abdalá I de Jordania al finalizar su visita oficial a España. Y participó activamente en la crisis diplomática entre España y Guinea Ecuatorial, en la Operación Ecuador, para la evacuación de material militar y personal de Fernando Poo y Río Muni.
Esta misión significó su fin, al regreso de la misma sufrió una grave avería en sus máquinas que hizo necesario su remolque hasta Las Palmas. A su rescate acudió el crucero “Canarias” que lo remolcó hasta Monrovia y allí fue relevado por el “RA-5”. Tras una evaluación de la avería se desaconsejó su reparación por ser demasiado costosa y se decidió darlo de baja en fecha de 10 de octubre de 1970.

Más información:
La llegada de las reliquias de José de Calasanz en el diario La Vanguardia de los días 25 y 26 de noviembre de 1948
Información adicional del cañonero / fragata «Pizarro» en la página web de Todoavante.es
Reportaje de la llegada de las reliquias de San José de Calasanz en el nodo Nº 309A vía filmoteca RTVE




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