Un 14 de diciembre de 1899 la mar estaba algo agitada y más de un buque tuvo que entrar a resguardarse en el puerto de Barcelona debido al mal tiempo. Uno de ellos fue el buque de defensa de costa «Deodoro» de la marina de guerra de Brasil que, al mando del capitán de fragata João Batista das Neves, se hallaba en pleno crucero hacia Brasil tras completar su construcción y pruebas de mar en Francia.

Quedó fondeado en el antepuerto, a estribor del crucero «Carlos V» español, y tras largar anclas realizó el protocolario saludo a la plaza con una salva de 21 cañonazos. Los marinos brasileños aprovecharon su estancia en Barcelona para descansar y su estancia se dilató hasta final de mes. Al zarpar pusieron rumbo a Río de Janeiro y durante su travesía realizaron escalas en Gibraltar y Las Palmas.

Los buques de defensa de costa

Fueron la solución más económica para las marinas de guerra que no podían permitirse adquirir, construir y mantener una flota de acorazados. Esta tipología de buque de guerra apareció junto a los primeros blindados a vapor coexistiendo con los monitores. Su momento álgido fue con el cambio de siglo y muchos de ellos llegaron a combatir en ambas guerras mundiales.

Sus mayores usuarios fueron los países del norte de Europa como Dinamarca, Noruega y Suecia, que los emplearon en sus costas repletas de islas y fiordos. Del mismo modo le encontraron utilidad países cuyas costas eran muy parecidas y necesitaban una defensa específica como Brasil, Rusia y Tailandia. Otras marinas de guerra como la francesa o los Países Bajos adaptaron a estos buques para la defensa de sus posesiones coloniales en ultramar, ahorrándose así desplazar una flota o a un buque de mayor porte.

Por el puerto de Barcelona pasaron algunos de ellos, dos han sido tratados en este blog, uno fue el «Vasco da Gama», buque insignia de la representación portuguesa durante la Exposición Universal de 1888 y que repitió también en 1929.

Otro de los buques de defensa de costa que pasaron por Barcelona fue el danés «Niels Juel» que estuvo presente para la inauguración de la Exposición Internacional de 1929.

Y ese mismo año de la Exposición también nos visitó el «HNoMS Tordenskjold» de la Real Marina de Noruega.

Ahora es el turno del brasileño «Deodoro» de diseño y construcción francesa, que de no ser por el mal tiempo tal vez no hubiera recalado nunca en el puerto de la ciudad Condal.

El buque de defensa de costa «Deodoro»

En los astilleros franceses de Société Nouvelle des Forges et Chantiers de la Méditerranée en La Seyne, se instaló en 1896 la quilla del que iba a ser el buque de defensa de costa «Ipiranga». Sin embargo, cuando su casco tocó el agua por primera vez el 18 de junio de 1898 su nombre fue cambiado a «Mariscal Deodoro» aunque sería dado de alta con el definitivo y simplificado de «Deodoro».

Desplazaba 3.162 toneladas con una eslora de 81,5 metros por 14,4 metros de manga y 4 metros de calado. Era propulsado por una máquina a vapor vertical de triple expansión alimentada por 8 calderas Lagrafel d’Allest, en total daba un rendimiento de 3.400 IHP y una velocidad de 15,5 nudos. Dotación, 200 tripulantes.

Estaba armado con 2 cañones Armstrong de 230 mm en dos torretas sencillas, 4 de 120 mm, 2 de howitzers de 150 mm, 4 Hotchkiss de 57 mm, 2 de 37 mm y 2 lanzatorpedos de 457 mm bajo la línea de flotación. Su coraza protectora constaba de unos 350 a 100 mm en el cinturón, 35 mm en cubierta y 203 mm en las torretas.

Tras completar su construcción y ser entregado a la Marina puso rumbo a Brasil. Su travesía fue algo accidentada, por un lado por su escala forzosa en Barcelona por el mal tiempo, y otro incidente lo tuvieron con un buque de guerra inglés que los confundió con otro involucrado en la Segunda Guerra Bóer. No les costó poco convencer a los ingleses y tras lograr identificarse continuaron su viaje que rindieron en Río de Janeiro el 18 de febrero de 1900.

Su historial

El buque de defensa de costa «Deodoro» mantuvo una gran actividad en los asuntos brasileños, prueba de ello fue su participación en 1904 durante la rebelión militar en la escuela Paia Vermelha, desde el buque se bombardeó a los soldados rebeldes.

En 1910 fue la misma tripulación del «Deodoro» la que se rebeló a causa de la férrea disciplina militar que sus dotaciones sufrían a bordo. Las tripulaciones de otros buques de guerra brasileños se unieron a esta rebelión, como los de los acorazados «Minas Geraes» y «São Paulo» además del crucero «Bahia». La rebelión terminó pacíficamente, se amnistiaron los rebelados, aunque luego dicha amnistía se canceló.

Durante una parte de la Primera Guerra Mundial Brasil se mantuvo neutral, neutralidad que finalizó cuando el mercante «Rio Branco» fue torpedeado y hundido en mayo de 1916. Hasta esa fecha el «Deodoro» estuvo patrullando la zona de la desembocadura del Amazonas, pero a partir de ese momento el «Deodoro» se convirtió en el buque insignia de la Fuerza Naval del Norte.

En la Armada de México

Los años pronto pasaron factura al buque de defensa de costa «Deodoro» y en abril de 1924 se decidió darlo de baja. No fue desguazado, fue vendido a México y renombrado «Anahuac».

Pasó su mayor parte de vida activa realizando patrullas en el Golfo de México, y como ya sucedió en Brasil, sofocó una rebelión contra el presidente Emilio Portes Gil en marzo de 1929. Los años treinta los comenzó como buque de instrucción, mas su carrera estaba a punto de finalizar.

El viejo crucero ya no recibió más modernizaciones y su estado fue empeorando poco a poco, quedó relegado a tareas de instrucción y en 1934 fue dado de baja y vendido para desguace.

Más información:
Diario La Vanguardia del 15 de diciembre de 1899 página 3
Revista Iris del 23 de diciembre de 1899 página 6
Página web Navios de Guerra Brasileiros