La concentración de grandes flotas militares en el puerto de Barcelona ha servido para que el aficionado y el curioso puedan observar de primera mano ciertos buques de guerra que en condiciones normales se mantienen alejados de estas aguas. Una de estas flotas fue la que llegó el 26 de mayo de 1989 con motivo de la entrega de la bandera de combate al portaaviones Príncipe de Asturias de la Armada española.

Durante esos días, además de la ceremonia de la entrega de la bandera de combate, se celebró una revista naval frente al puerto de la ciudad Condal y una vez terminaron los actos protocolarios los buques de guerra de nueve naciones aliadas de la OTAN más los de la Armada española quedaron abiertos al público. Por supuesto el portaaviones español se llevó todas las miradas.

Pero también había otros buques muy poco vistos por estas latitudes que más de uno no dudó en visitar. Uno de ellos fue la Wandelaar, una fragata belga de la clase Wielingen que, si bien no era su primera visita, no estaba de más sacarle unas fotos.


Las visitas de los buques de guerra del llamado Componente Naval del Ejército Belga no han sido muy numerosas desde principios de los años sesenta con menos de una veintena de escalas. La mayoría fueron auxiliares y dragaminas, y a partir de finales de los años ochenta sus más modernas fragatas realizaron alguna visita hasta el año 2002.
El Componente Naval belga
La marina de guerra belga desapareció como tal el 10 de mayo de 1940 cuando, a pesar de que el gobierno se declaró neutral, Alemania ignoró dicha condición y comenzó la invasión. El ejército belga estaba anticuado y poco podía hacer contra las tropas alemanas mucho mejor equipadas y entrenadas, los combates para repeler la invasión duraron 18 días. El 28 de mayo de 1940 el mismo rey Leopoldo III en persona formalizó la rendición de Bélgica a Alemania dando comienzo a una ocupación que no terminaría hasta septiembre de 1944.
La Real Marina belga quedó disuelta, en su lugar se formó la «Corps de Marine» a la que se podía alistar cualquier marino de profesión, sus buques más sus dotaciones y voluntarios se vieron forzados a buscar refugio en países aliados. La gran mayoría puso rumbo a Reino Unido, su flota de guerra no era muy grande con apenas cuatro buques con dos guardapescas y dos torpederos más el buque escuela Mercator. La Royal Navy asimiló a estos buques y sus dotaciones a su flota, así como a otros 280 pesqueros que rápidamente fueron adaptados como buques de patrulla, dragaminas y guerra antisubmarina dentro de la Royal Naval Patrol Service.
La Sección Belga entrenándose en la estación HMS Royal Arthur (Imperial War Museum vía Youtube)
En 1940 el teniente Victor Billet creó la «Sección Belga de la Royal Navy» (Royal Navy Section Belge – RNSB) y sus voluntarios se establecerían en la estación naval HMS Royal Arthur en la localidad de Skegness. Con el tiempo, en 1942, consiguieron que el Almirantazgo les cediera dos corbetas, la HMS Godetia (K-226) y la HMS Buttercup (K-193), más adelante la flota aumentó con algunos patrulleros y dragaminas. Sus buques podrían lucir su enseña nacional siempre y cuando estuviera al lado de la enseña de la Royal Navy.
Entrega de la corbeta Godetia e izado de las banderas nacionales (British Pathé)
Con la liberación de Bélgica y el posterior fin de la guerra todos estos buques fueron devueltos a la Royal Navy. La RNSB disponía en 1946 de 1.200 hombres y con ellos se creó el moderno Componente Naval del Ejército Belga el 1 de febrero de 1946 y su flota sería la misma con la que combatieron durante la guerra que tan oportunamente donó el gobierno inglés a Bélgica.
Durante largos años de la posguerra su flota estuvo compuesta por buques cedidos o transferidos de Reino Unido, Francia y Estados Unidos sin embargo, a finales de la década de 1960 el gobierno belga comenzó a estudiar la posibilidad de adquirir buques de nueva construcción adaptados a las condiciones de guerra de aquel momento como la Guerra Fría y así nació la clase Wielingen.
La clase Wielingen
La componían cuatro fragatas diseñadas y construidas en Bélgica que durante sus años de servicio fueron sus mayores y más capaces buques de guerra. Para lograr tal fin los arquitectos navales belgas fueron asesorados por técnicos de la Koninklijke Marine de los Países Bajos. El resultado fueron unas fragatas polivalentes de unas 2.200 toneladas capaces de neutralizar todas las amenazas posibles ya fueran aéreas, submarinas o de superficie. Por ello fueron equipadas con sensores y armamento de distintos orígenes de los países aliados de la OTAN. Los Países Bajos fueron los proveedores de sus sistemas electrónicos como del sistema de combate, en cuanto al armamento fue de origen francés y norteamericano.
La construcción de esta nueva clase de fragatas comenzó a mediados de los años ‘70 y quedó repartida entre dos astilleros belgas, los Boelwerf de Temse y los John Cockerill de Amberes. La primera en ser construida fue la Wielingen (F-910) cuya quilla fue instalada el 5 de marzo de 1974, a esta le siguieron las Westdiep (F-911), Wandelaar (F-912) y Westhinder (F-913).

La fragata Wandelaar
Fue construida en los astilleros de Boelwerf en Temse, siendo botada el 21 de junio de 1977 y entregada el 3 de octubre de 1978. Desplaza 2.283 toneladas con una eslora de 106,4 metros por 12,3 metros de manga y 5,6 metros de calado. Es propulsada mediante el sistema CODOG (COmbined Diesel Or Gas) con dos motores diésel Cockerill CO 240 V12 de 6.000 BHP. más una turbina a gas Rolls-Royce Olympus TM3B de 28.000 SHP., su velocidad máxima es de 28 nudos y su autonomía de 4.500 millas náuticas a 18 nudos. Dotación, 160 tripulantes.

Su electrónica embarcada consta de radares de descubierta aérea y de superficie DA-05 y WM-25, un radar de navegación Raytheon TM 1645/9X, un sistema optrónico Open Panda, IFF Mk.10 y UPX-25, más un sonar SQS-505A. Además de lanzadores de señuelos Super RBOC, Nixie antitorpedo y alertador de radar ELCOS I. Todo ello integrado en el sistema de combate HSA SEWACO 4.
En cuanto a su armamento constaba de un cañón 100/55 mm. Mod 1968, un lanzador Creusot-Loire para cohetes antisubmarinos de 375 mm., un lanzador óctuple para misiles antiaéreos Sea Sparrow, cuatro lanzadores para misiles antibuque Exocet y dos lanzadores de torpedos antisubmarinos L5.

Un accidente
La serie no llegó completa hasta su último día en el Componente Naval belga una de ellas, la Westhinder embarrancó en 1988 en aguas territoriales noruegas durante un ejercicio antisubmarino dentro de las maniobras Teamwork de la OTAN que no le causó heridos, pero si una gran vía de agua. La tripulación de la fragata belga logró detener la inundación y con la ayuda del remolcador de altura Centaure francés logró alcanzar la base naval de Zeebrugge.

Un examen de los daños desaconsejó su reparación al considerarla demasiado cara y se decidió darla de baja el 1 de julio de 1993. No obstante, su desguace no comenzó hasta el año 2000, hasta entonces fue utilizada como fuente de recambios para las otras tres fragatas operativas.
El futuro con otra bandera
En cuanto al resto de fragatas fueron dadas de baja llegado el siglo XXI, la primera fue la Wandelaar en el año 2004 y transferida a Bulgaria, del mismo modo las Wielingen y Westdiep que causaron baja en 2006 y 2007 también fueron transferidas a Bulgaria. Ahora navegan con los nombres de Drazki (41) ex Wandelaar, Verni (42) ex Wielingen y Gordi (43) ex Westdiep.

El hueco dejado por las fragatas de la clase Wielingen fue llenado por dos fragatas procedentes de Países Bajos de la clase Karel Doorman: la HNLMS Karel Doorman (F-827) que fue renombrada como Leopold I (F-930) y la HNLMS Willem van der Zaan (F-829) que recibió el nombre de Louise-Marie (F-931), que a pesar de que ya tienen algunos años en sus cuadernas aún pueden dar mucha guerra.


Más información:
Las fragatas de la clase Wielingen en el portal de Globalsecurity
Jane’s Fighting Ships 1981-1982
Página web del Componente Naval belga





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