El día 8 de enero de 1933 emergía de las aguas un curioso sumergible en un lugar poco frecuentado por ningún tipo de barco en la ciudad de Barcelona, a ojos de un inexperto bien podría parecer un submarino pero los más experimentados en la materia sabían que tan sólo se trataba de un tanque sumergible.
A los pocos segundos se abrió una escotilla y de ella salió su único tripulante, este era el ingeniero e inventor español Adrián Álvarez Ruiz que fue invitado a la ciudad Condal para probar su sistema generador de oxígeno en la plaza de toros Monumental.

En un estanque debidamente preparado en el centro de la plaza de toros y bajo la atenta mirada de las autoridades civiles y militares de Barcelona, el inventor del ingenio demostró la capacidad de respirar de manera autónoma bajo el agua durante horas.
Aunque esta no fue la única exhibición del tanque sumergible de Adrián Álvarez, las dos primeras ocasiones tuvieron lugar en Madrid, la tercera en Barcelona y las últimas en Cartagena.
Tampoco le faltaron interesados, tuvo pretendientes en Reino Unido y en la Alemania nazi, e incluso algunos medios insinuaron que sufrió un intento de copia y robo de patente, aunque por fortuna o por desgracia la Guerra Civil española y la Guerra Mundial después frustraron cualquier plan de instalar este sistema en ningún submarino, ni nacional ni extranjero y el tanque submarino de Adrián Álvarez con el sistema generador de oxígeno quedaron en el olvido.
El inventor y su invento
Adrián Álvarez Ruiz (1884-1950) era natural en Barruelo de Santullán en Palencia, emigró a Madrid en busca de trabajo como obrero especializado y en 1932 lograría ser nombrado jefe de talleres de la «Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante» o MZA y embrión de la actual RENFE.
Ávido lector de Julio Verne y fascinado por los inventos que el escritor describía en sus novelas, compaginaba su trabajo en los talleres de MZA con la actividad de inventor.
En 1932 ideó y desarrolló un sistema generador de aire para extraer el oxigeno del agua y a su vez era capaz de expulsar el dióxido de carbono que se producía al respirar.

Objetivo: salvar vidas
No cabe duda que uno de los grandes inventos en el sector naval militar desde principios del siglo XX fue el submarino, gracias a su sigilo y a la capacidad de poder acercarse a sus objetivos sin prácticamente ser detectado le confiere una gran ventaja táctica, sin embargo su ambiente natural de trabajo es un medio hostil para la vida humana y cualquier error o ataque enemigo es fatal para su dotación.
Desde 1902 hasta 1932 fallecieron en la mar alrededor de 1.200 tripulantes de submarinos sólo en accidentes y sin contar los fallecidos durante la Primera Guerra Mundial.
El mismo año en que Adrián Álvarez puso a prueba su sistema de generación de oxígeno hubieron dos grandes tragedias, la del submarino ingles HMS M-2 el 26 de enero de 1932 con 60 fallecidos y el submarino francés Prométhée el 7 de julio de 1932 con otros 62 muertos.

Ante tan malas noticias y peor pronóstico a corto plazo, Adrián Álvarez vio la utilidad de su sistema de oxigeno aplicado a los submarinos.
Si el proyecto hubiera salido adelante, se podría haber instalado dentro de cada submarino uno o varios tanques de salvamento equipados con su sistema generador de oxígeno independiente del resto del sumergible, estos tanques deberían de tener víveres y agua para sobrevivir varios días a la espera de los equipos de rescate, si dicho equipo de rescate fuera eficiente y el submarino se encontrara a la profundidad adecuada, se podría llegar a salvar a la práctica totalidad de su dotación.

Primeras pruebas
Tras presentar su invento a la Sección de Ingeniería del Estado Mayor Central, el Ayuntamiento de Madrid prestó el lago del parque de la Casa de Campo para que Adrián Álvarez demostrara las capacidades reales de su generador de oxígeno.
El 23 de octubre de 1932 ante una gran expectación, nada más ni nada menos que 15.000 curiosos, el mismo Adrián Álvarez hizo sumergir a su tanque a las once y cuarto de la mañana. Para comunicarse con el exterior y como método de prueba de vida, Álvarez inventó un sencillo método mediante unas esferas de celuloide que lanzaba a la superficie con pequeños mensajes, de este modo lanzó tres mensajes dedicados al Presidente de la República, al Gobierno y a las víctimas de los submarinos hundidos y/o accidentados.

Esta primera prueba debía de haber tenido una duración de unas cinco horas aproximadamente pero a los noventa y cinco minutos el tanque salió flotando por falta de lastre más por una pequeña fuga de agua tuvo que suspenderse la primera prueba del invento de Adrián.
La segunda prueba del tanque sumergible aconteció el día 30 de octubre, corregido el problema de la fuga causada por una tuerca mal apretada y habiéndosele añadido diversos lingotes de plomo adicionales como lastre, Adrián retomó la prueba sumergiéndose bajo las aguas del lago poco más tarde de las once de la mañana.
En previsión de cualquier accidente por si era necesario, en las proximidades del lago el Ayuntamiento de Madrid dispuso de una ambulancia y de un coche de bomberos.

Durante las largas horas de espera, Adrián daba prueba de vida a través de las esferas de celuloide con distintos mensajes y el público presente pasaba el rato con algunas carreras de regatas en el lago.
Cinco horas y media más tarde la Comisión del Ayuntamiento de Madrid constituida por el concejal Sr. Muiño, el ingeniero Sr. Pradillo y el arquitecto Sr. Álvarez Naya, decidieron dar por terminado el experimento.
La prueba del tanque sumergible con el sistema generador de oxígeno de Adrián Álvarez fue todo un éxito y la gente presente ofreció una larga ovación al ver salir al inventor por la escotilla de su tanque sumergible.
Patentes y pretendientes
El eco del éxito de Adrián llegó muy lejos, en previsión de ello el propio inventor patentó su sistema generador de oxígeno en 1931, actualizando dicha patente con algunas adiciones en 1933. Un año más tarde, en mayo de 1934, se patentaría en Francia y en junio del mismo año en Reino Unido.
Empresas inglesas y francesas se mostraron muy interesados en su sistema pero más aun la Alemania de Adolf Hitler, estos últimos le hicieron a Adrián Álvarez una cuantiosa oferta económica no solo por su invento, si no por trasladarse a Alemania para desarrollarlo e instalarlo en los submarinos de la Kriegsmarine.
Prueba de Barcelona
En enero de 1933 el invento y el inventor se trasladaron a Barcelona, según el Boletín Oficial de la Casa de Palencia, Adrián Álvarez acudió a la ciudad Condal invitado por un ingeniero barcelonés muy interesado en su sistema generador de oxígeno.
La tercera prueba del invento tendría lugar en un estanque preparado a tal efecto en la plaza de toros Monumental y estaría supervisado por la Comisión de Fomento del Ayuntamiento de Barcelona compuesta por los ingenieros don Francisco Oliver y don Manuel Esteva.

A las once y media de la mañana del día 8 de enero de 1933 el tanque sumergible con su inventor se sumergieron en el pequeño estanque y como era de esperar la prueba fue todo un éxito.
¿Un plagio?
Casualmente para el 25 de octubre de 1934 la prensa barcelonesa anunciaba el inicio de un experimento submarino en el puerto de Barcelona. Este nuevo experimento estaría dirigido por su inventor, el perito y profesor Francisco Espinosa y ayudado por su discípulo don Agustín Agudo. Se desarrollaría en la dársena de San Beltrán junto al Muelle de Barcelona en donde una cabria de la Junta de Obras del Puerto haría descender a unos cinco metros de profundidad un tanque de unos seis metros de eslora con el inventor y su ayudante en el interior, para respirar utilizarían un sistema generador de oxígeno de su invención. Para comunicarse con el exterior y dar fe de vida, los tripulantes del tanque sumergible se comunicaban por teléfono con la superficie.

Al evento asistieron Joaquín Gamas en representación del comandante del destructor Alcalá Galiano más algunos oficiales de otros buques de la Armada surtos en el puerto, el ingeniero del Ayuntamiento don Francisco Oliver y el capitán del puerto don Juan Civera entre otros.
Este nuevo experimento fue un éxito rotundo, permaneciendo en su interior respirando el aire que este sistema era capaz de generar hasta el día siguiente.
Las últimas pruebas del sistema de Adrián Álvarez se desarrollaron en Cartagena en marzo y abril de 1935. El inventor español denegó todas las ofertas extranjeras y puso todo su empeño en intentar que su sistema se desarrollara en España, mas todo su esfuerzo fue estéril y tanto el Gobierno como las empresas españolas no sólo no le prestaron la atención que merecía sino que no supieron encontrar una aplicación industrial a su invento.
Pasados los años de guerra en España y en el mundo el sistema generador de oxígeno de Adrián Álvarez quedó obsoleto por los nuevos sistemas desarrollados durante la guerra y pronto sería completamente olvidado el invento y su inventor.
Más información:
El generador de aire de Adrián Álvarez en «Documentos en la Onda» 2018 vía Archivos de la Comunidad de Madrid
Diario El Sol de Madrid de los días 25 de octubre y 1 de noviembre de 1932
«El tanque submarino de mi bisabuelo» de historialago.com vía Archive.org (en enlace puede caducar)
Boletín Oficial de la Casa de Palencia vía Biblioteca Nacional de España
Prueba del tanque sumergible de Francisco Espinosa en La Vanguardia del día 26 de octubre de 1934
Excelente trabajo de documentación de un invento que podía haber sido revolucionario para la navegación en su momento y posteriores aplicaciones al campo cientifico en general. Siempre me he sentido orgulloso de mi abuelo Adrian y alabo el esfuerzo que estan realizando sus descendientes de la tercera generación en sacar a la luz, este genial invento, que por desgracia quedó olvidado en los legajos de los archivos oficiales sin pena ni gloria.
Con cariño
M. Adrian Campillo Alvarez
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Hola, la verdad es que cuesta mucho encontrar historias así, el tiempo y el olvido las ocultan de la vista. Antes vemos los logros de nuestros vecinos que los propios en esta tierra. Dígales a sus descendientes que no cejen en su empeño por dar a conocer al inventor y a su invento, yo haré lo que pueda desde este humilde blog de barcos.
Gracias por su visita!
A.Casinos
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[…] pero existieron otros inventores españoles que se unieron a su causa. Uno de ellos fue Adrián Álvarez Ruiz, un ingeniero que inventó una cápsula de salvamento y que en Barcelona la probó en la plaza de […]
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