El día 21 de septiembre de 1975, mientras algunos esperaban el inminente otoño, en el puerto de Barcelona aguardaban la llegada de cuatro cruceros con turistas. Dos de ellos eran italianos: el Enrico C, de Costa Line, y el Irpinia, de Grimaldi-Siosa Lines; y otros dos eran griegos: el Argonaut, de Epirotiki Lines, y el Ellinis, de Chandris Lines.

El transatlántico Ellinis

La imagen de hoy pertenece a este último, cuyo origen hay que ir a buscar en los Estados Unidos, donde fue construido en 1932 con el nombre de Lurline por los astilleros de Bethlehem Shipbuilding Corporation, en Fore River, para la naviera Matson Lines. De 18.163 toneladas de registro bruto, con una eslora de 193 metros. Era propulsado por turbinas a vapor de 24.450 SHP, que le daban una velocidad máxima de 22 nudos, y podía transportar hasta un máximo de 715 pasajeros: 475 en primera clase y 240 en clase turista.

El Lurline fue muy popular en los años treinta, más aún cuando contó entre sus pasajeros a la aviadora Amelia Earhart y a su avión Lockheed Vega. Llegada la guerra, fue utilizado como transporte de tropas y, al finalizar, volvió a la vida civil hasta 1963, cuando fue vendido a la compañía Chandris Lines.

Cambiaría las aguas del océano Pacífico por las del mar Mediterráneo y también su nombre, que ahora sería Ellinis. Fue con este nombre con el que quedaría inmortalizado en una canción de David Bowie llamada “Aladdin Sane (1913-1938-197?) RHMS Ellinis”. Esta fue una extraña canción cuyo nombre, en forma de anagrama, escondía un significado oculto.

Más detalles sobre esta escala en el artículo de este blog El viaje del delgado Duque Blanco.

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