Una vez más un titular que se repite: «el mayor transatlántico del mundo visita Barcelona», el: «RMS Aquitania»; que un día como hoy de 1935 quedaba fondeado en el exterior del puerto. El Aquitania partió del puerto de Nueva York el 31 de enero y puso rumbo al Mar Mediterráneo para realizar un crucero de placer. A bordo viajaban algo más de 600 turistas que ya habían realizado escalas en los puertos de Madeira, Gibraltar y Argel.

Sin embargo, debido a su tamaño el transatlántico no entró en puerto y quedó fondeado frente al mismo, los turistas que así lo desearan bajaron a tierra en embarcaciones que los llevaron a puerto. Poco duró su escala y al partir de Barcelona les esperaban destinos como los de Villefranche, Haifa, Puerto Saíd, Rodas, Estambul, Atenas, Catania y Nápoles; el crucero finalizó en el mismo puerto de Nueva York el 7 de marzo.

El «Aquitania» era un gigante de 45.647 toneladas y 275 metros de eslora que fue construido en los astilleros escoceses de John Brown & Company en Clydebank y entregado a la compañía británica Cunard Line el 24 de mayo de 1914. A fecha de su construcción podía embarcar a 3.236 pasajeros más 972 tripulantes, estos datos fueron cambiando con el tiempo ya que el barco pasó por diversas obras de modernización más dos guerras.

Participó en ambas guerras mundiales en donde fue utilizado para el transporte de tropas, llegando a transportar en un solo viaje hasta 8.000 hombres y durante la Gran Guerra hizo equipo con los «Olympic» y «Britannic», hermanos del malogrado «Titanic».

Pero su existencia no iría mucho más allá de la Segunda Guerra Mundial y una de sus últimas misiones fue el de ser utilizado como transporte de “novias de guerra”, dicho concepto se les dio a esas mujeres extranjeras que contraían matrimonio con personal militar durante un conflicto bélico y eran repatriadas a los países de origen de sus maridos.

Más detalles del «Aquitania» en el artículo «Transatlántico «Aquitania», del lujo a la guerra».