El 22 de octubre de 1912, tal y como estaba previsto, llegaba al puerto de Barcelona el buque mercante Eavestone, procedía del puerto de West Hartlepool, tardó 11 días en hacer la travesía hasta Barcelona y estaba al mando del capitán Weber.

La motonave Eavestone en el puerto de Barcelona
(imagen vía Barcelona Atracción)

Quedó atracado en el Muelle de San Bertrán en donde permanecería una semana, tiempo que empleó para descargar 2.800 toneladas de carbón para la industria catalana. La estancia de este buque sorprendió a más de uno al no disponer de la clásica chimenea de un vapor de la época, a pesar de que en las secciones marítimas de los diarios locales comunicaron su escala calificándolo de vapor.  

Pero no todo fue trabajo, durante su estancia la compañía a la que pertenecía, Furness Withy, permitió al público que lo visitara, y no era para menos, ya que el Eavestone fue el primer buque propulsado por motores diésel en recalar en el puerto de Barcelona.

El Eavestone al zarpar de Barcelona puso rumbo al sur en lastre con destino al puerto de Pomaron en Portugal. En esta ilustración de Roberto Hernández vemos también al remolcador Cataluña llevando a puerto una boya de recalada.
(ilustración de Roberto Hernández)

Los motores diésel

La invención del motor diésel se remonta a 1897 cuando el ingeniero alemán, Rudolf Diesel, buscaba una solución a los aparatosos y costosos motores a vapor. El funcionamiento de estos nuevos motores era significativamente diferente al de los motores de vapor. Se basaba en comprimir aire dentro del cilindro, lo que aumentaba la temperatura lo suficiente como para encender el combustible líquido inyectado, sin necesidad de una fuente externa de ignición.

Tras diferentes pruebas en pequeñas embarcaciones, la industria naval pronto comenzó a construir estos motores y adaptarlos a buques de nueva construcción. El título del primer buque en ser propulsado por estos motores se lo disputan el Vulcanus y el Selandia.

El Vulcanus fue un petrolero de 1.159 toneladas de registro bruto y 59,6 metros de eslora construido en 1910 Nederlandsche Scheepsbouw Maatschappij en los Países Bajos. Era propulsado por un motor diésel de dos tiempos, ya que consideraron que instalarle uno de vapor habría sido peligroso debido a la carga de combustible líquido que transportaba.

El Vulcanus
(imagen vía Wikimedia Commons)

El Selandia fue el primer gran buque mercante equipado con motores diésel. Fue construido en 1912 los astilleros Burmeister & Wain de Copenhagen. De 6.800 toneladas de peso muerto con una eslora de 112,8 metros y era propulsado por dos motores diésel de ocho cilindros y cuatro tiempos de 1.250 HP. cada uno que le daban 12 nudos de velocidad.

El Selandia
(imagen vía Wikimedia Commons)

Los motores diésel pronto demostraron ser mucho más capaces que los motores de vapor, los diésel tenían una mayor eficiencia y seguridad y menor mantenimiento, eran más ligeros y compactos, hecho que permitió ganar espacio en las bodegas y aumentar la rentabilidad de cada viaje.

El Eavestone

A esta nueva revolución tecnológica se le fueron uniendo las industrias de otros países, uno de ellos fue el Reino Unido al construir el Eavestone, el primer buque a propulsión diésel de este país. Este fue un buque mercante construido por los astilleros de Sir Raylton Dixon & Co. en Middlesbrough, siendo puesto a flote el 17 de mayo de 1912 y entregado apenas un mes más tarde a la naviera Furness Withy que lo asimilaba rápidamente a su flota.

El Eavestone en navegación
(imagen publicada en la revista International Marine Engineering)

Desplazaba unas 1.858 toneladas con una eslora de 84 metros por 12,3 metros de manga. Era propulsado por un motor Carels-Diesel de 1.000 HP de dos tiempos y cuatro cilindros fabricado por Richardsons Westgarth & Co., Ltd. bajo licencia de Carels Bros. Ltd. de Bélgica, que conectado a un eje le daba una velocidad de 9,5 nudos.

Sección del motor diésel del Eavestone
(imagen publicada en la revista International Marine Engineering)

Tan pronto como entró en servicio activo, tanto su compañía propietaria como la prensa especializada mostraron gran interés en ver cómo se desarrollaba el primer buque con motores diésel construido en el Reino Unido.

Su primer viaje de prueba fue desde West Hartlepool a Amberes y regreso. Más tarde navegó por puertos del mar Báltico con carga de madera y carbón, carbón como el que transportó a Barcelona a su llegada el 22 de octubre de 1912. Al dejar Barcelona puso rumbo a Portugal recalando en Pomaron con poca carga, y ahí llenó sus bodegas con mineral de pirita con destino a Savannah en Estados Unidos. En este último viaje en total el Eavestone navegó 3.701 millas náuticas en 18 días y 18 horas.

En un principio, el resultado del Eavestone no podía ser mejor gracias a su bajo consumo de combustible y la alta fiabilidad de su motor que no dio ningún problema. Sin embargo, al año siguiente comenzaron los problemas en sus motores debido a la mala calidad de los materiales empleados en su construcción. Se detectaron grietas en la culata y en un pistón debido a una menor calidad del acero. Las constantes averías y reparaciones generaban retrasos, como los siete meses que permaneció en las Azores para reparar los pistones.

El Eavestone tenía una curiosa línea
(imagen de York collection vía Tees Built Ships)

Aunque el Eavestone sentó un precedente en la industria marítima del Reino Unido, pronto se hizo inviable en parte a sus reiterados problemas mecánicos que generaban retrasos y pérdidas económicas. Por ello se decidió dar un paso atrás y reconvertirlo en 1915 a la clásica y conocida propulsión a vapor.

Víctima de la guerra submarina sin restricciones

Durante la Primera Guerra Mundial el Eavestone fue utilizado por el Almirantazgo británico para utilizarlo como transporte de carbón, sin embargo, no sobreviviría a la Primera Guerra Mundial. El 3 de febrero de 1917 se detendría su carrera para siempre cuando en plena travesía, desde Barry próximo a Cardiff con rumbo a Gibraltar, fue interceptado por el submarino alemán SM U-45 a unas 95 millas al oeste de Fastnet Rock. El submarino cuando estuvo al alcance de su cañón de cubierta abrió fuego, primero desde 3.000 yardas y al acercarse aumentó su cadencia de tiro a un disparo por minuto.

Rápidamente el capitán de la motonave ordenó el abandono del buque mientras se sucedían los disparos cada vez más certeros en el Eavestone. En el lado contrario, el capitán del submarino disparó a corta distancia a los botes salvavidas con la tripulación a bordo, ensañándose con ellos con proyectiles de fragmentación, este último ataque mató al capitán del buque y a otros dos tripulantes e hirió al segundo comandante y a dos marineros más, los supervivientes fueron rescatados por el HMS Jessamine. Este ataque tuvo especial repercusión en la prensa ya que quedó clara la táctica alemana de la guerra submarina sin restricciones.

Mapa de las zonas marítimas más peligrosas durante la Primera Guerra Mundial

En memoria de los marinos mercantes británicos y de la Commonwealth caídos en ambas guerras mundiales, se erigió un monumento para preservar sus nombres del olvido. En el Merchant Navy Memorial, ubicado en el Tower Hill Memorial de Londres, están inscritos más de 36,000 marineros, entre ellos el capitán y la tripulación del Eavestone.

(imagen de Ethan Doyle White vía Wikimedia Commons)

El futuro del diésel

La época del Eavestone ya quedó atrás, los motores diésel cumplieron lo prometido y desplazaron completamente al vapor en la industria marítima y, a excepción de algunos veleros mercantes, los motores diésel conquistaron los mares del del globo. No obstante, hace unos años esta última tecnología ha tenido que renovarse y adaptarse a los tiempos modernos, reduciendo considerablemente sus emisiones contaminantes a la atmósfera, aumentando el rendimiento con una reducción considerable del consumo. Pero parece que en un futuro todo cambiará y como con el vapor, el diésel desaparecerá en favor de otro método mucho más eficiente y/o limpio.

Más información:
Llegada del Eavestone en el diario La Vanguardia del 22 de octubre de 1912 pág. 4
Artículo «First Long Voyage of Motor Ship Eavestone» publicado en la revista International Marine Engineering de febrero de 1913 página 78
Libro «Engines Afloat: The Gasoline/Diesel Era: 2» de Stan Grayson disponible en Amazon

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