Intensa fue la jornada del 19 de octubre de 1959 con la llegada de grandes buques de pasaje en el puerto de Barcelona. Procedente de Nápoles y Génova llegó el Conte Biancamano, también de Nápoles procedía el Giulio Cesare, el Franca C hacía una escala en su ruta hacia Miami y puertos de Centroamérica y el Provence procedente de Marsella quedó despachado para Buenos Aires.

El transatlántico Conte Biancamano maniobrando en el puerto de Barcelona
(imagen del Museu Marítim de Barcelona)
El Provence francés
(imagen del Museu Marítim de Barcelona)

Sin embargo, el protagonista de este artículo es el Stockholm que procedía de Nueva York y escalas y a su partida puso rumbo hacia puertos de levante, destinos que sus más de 200 turistas deseaban visitar.

Llegada del Stockholm a Barcelona
(imagen del Museu Marítim de Barcelona)
El Stockholm acompañado por un remolcador
(imagen del Museu Marítim de Barcelona)

El nombre del transatlántico Stockholm ha quedado grabado en los libros de historia marítima a causa del abordaje y posterior naufragio del transatlántico Andrea Doria, pero como en la mayoría de naufragios siempre hay una o varias historias humanas extraordinarias, como la de la chica milagrosa del Andrea Doria.

El transatlántico Stockholm

La carrera del Stockholm comenzó en 1944 cuando su construcción fue ordenada por la naviera Swedish America Line (SAL) a los astilleros Götaverken de Gotemburgo. Su botadura se hizo efectiva el 9 de septiembre de 1946 y entró en servicio el 21 de febrero de 1948.

Vía British Pathè

El resultado fue un transatlántico de 12.165 toneladas de registro bruto con una eslora de 160 metros por 21 metros de manga y 7,90 metros de calado. Era propulsado por dos motores diésel de ocho cilindros y 12.000 CV. que le daban 17 nudos de velocidad. Tenía capacidad para 395 pasajeros (113 en primera clase y 282 en clase turista) más 3.000 toneladas de carga.

Realizó su primer viaje inaugural el 21 de febrero de 1948 partiendo de Gotemburgo  con rumbo a Nueva York.

El accidente con el Andrea Doria

Sucedió la noche del 25 de julio de 1956 cuando el Stockholm navegaba con rumbo a Gotemburgo. Sobre las 23:10 horas los oficiales del puente del Stockholm detectaron en el radar al Andrea Doria que navegaba en rumbo opuesto mas era imposible hacer contacto visual debido a la espesa niebla.

El Andrea Doria

No obstante, cuando navegaban cerca de la costa de Nantucket y contradiciendo las normas marítimas el Andrea Doria no redujo su velocidad, unos 22,5 nudos, y malinterpretaron los datos del radar, cuando ya estaban los dos buques muy próximos el barco italiano giró bruscamente a babor y la proa del Stockholm penetró en el casco del Andrea Doria provocando el abordaje fatal.

El impacto fue tremendo debido a la gran velocidad a la que navegaba la nave italiana y como resultado la proa del Stockholm quedó destruida. A bordo viajaban 747 personas, 534 eran pasajeros y 213 pertenecían a la tripulación, y afortunadamente tan solo perecieron 5 en el momento de la colisión. Por otro lado en el Andrea Doria viajaban 1.706 personas, 1.134 pasajeros y 572 tripulantes, la mayoría de las víctimas fallecieron en el impacto inicial pereciendo 46 personas.

Estado en el que quedó la proa del Stockholm, aun con estos daños pudo regresar a Nueva York por sus propios medios

Tras los primeros momentos de confusión pronto se pidió ayuda y acudieron diversos buques que navegaban por la zona. El primero en llegar fue el Île de France que rescató a cientos de pasajeros del Andrea Doria; también acudieron el mercante Cape Ann, el transporte de personal del ejército estadounidense USNS Private William H. Thomas (T-AP-185), el transatlántico italiano Augustus y el Stockholm.

Vía British Pathè

La chica milagrosa

Se llama Linda Morgan tenía 14 años y viajaba junto a sus padres y hermana en el Andrea Doria, y esa noche dormían en camarotes separados, los padres en uno y Linda y su hermana en el contiguo. En el momento de la colisión la proa del Stockholm pasó por debajo de la cubierta en donde dormía Linda y no se sabe exactamente como Linda salió catapultada a una distancia de 24 metros al interior del Stockholm.

En cuanto ambos buques se separaron y comenzó la evaluación de daños y el rescate de las personas atrapadas un tripulante del Stockholm, el español Bernabé Polanco García la encontró llorando y preguntando por su madre. Más tarde al revisar la lista de pasajeros se dieron cuenta que no pertenecía al pasaje del Stockholm si no del Andrea Doria. Desafortunadamente no lograron salvar a su padrastro ni a su hermanastra que murieron durante el impacto, pero si a su madre.

La «chica milagrosa» Linda Morga en el hospital en compañía de su padre Edward P. Morgan y Bernabé García quien la rescató en el Stockholm
(imagen vía Best Teenagers Ever)

La vida sigue

Después del accidente el transatlántico fue reparado y continuó operando en la ruta transatlántica con algunas pausas para realizar cruceros turísticos hasta 1960. En 1957 entraron en servicio los buques Kungsholm y Gripsholm, más modernos y capaces, y el Stockholm fue dado de baja y vendido a la naviera VEB Deutsche Seereederei de Alemania Oriental siendo renombrado como Völkerfreundschaft. En esta etapa el barco fue utilizado como crucero de recreo para los ciudadanos de Alemania Oriental, ofreciendo viajes a Cuba y a países amigos del bloque socialista.

El Völkerfreundschaft atracado en el puerto de Leningrado
(Bundesarchiv vía Wikimedia Commons)

En 1985 fue transferido a la compañía panameña Neptunas Rex Enterprises y vuelve a ser renombrado como Volker, ese mismo año se lo utiliza en el puerto de Oslo como buque residencia para solicitantes de asilo bajo el nombre de Fridtjof Nansen.

La naviera italiana Star Lauro Lines se interesa por él y lo adquiere en 1989 pero no es hasta 1993 cuando lo llevan a remolque hasta Génova para iniciar las obras de modernización para convertirlo a un crucero llamado Italia Prima.

A su llegada a Génova la prensa lo llamó “el barco de la muerte” ya que este puerto fue la base del Andrea Doria
(vía Wikimedia Commons)

Con esta reforma el Stockholm perdió sus líneas clásicas en favor de un aspecto más moderno y estrenó su nuevo nombre de Italia Prima. En esta nueva etapa cambió diversas veces de navieras, nombres y destinos. Desde 1993 a 2024 lució en su casco los nombres de: Italia I, Valtur Prima, Caribe, Atenea, Azores, Astoria y Azzurra.

Su nuevo aspecto era mucho más moderno, pero sin la clásica personalidad que caracterizaba a los barcos de pasaje de aquella época,
(imagen de Clive Harvey vía Shipspotting)

El veterano Stockholm ha visto pasar la historia del mundo en sus 76 años de vida marinera y ha seguido navegando hasta el año 2020 para Cruise & Maritime Voyages (CMV) hasta su quiebra. Diversas navieras, operadores de cruceros y extravagantes personajes se han interesado por él, pero a ciencia cierta nadie sabe cuál será su destino. Esperemos que este buque histórico se conserve de un modo u otro y no pase por el soplete.

Más información:
Llegada del Stockholm a Barcelona en el Diario de Barcelona del 20 de octubre de 1959
Información adicional e imágenes del Stockholm en la página web de ssmaritime de Reuben Goossens
Información adicional del naufragio del Andrea Doria en la página web Andrea Doria-Tragedy and Rescue at Sea de Anthony Grillo

Una respuesta a “La chica milagrosa del Andrea Doria”

  1. […] Más detalles de esta escala y de la historia del accidente con el Andrea Doria en la entrada de este blog La chica milagrosa del Andrea Doria. […]

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