Apoteósica llegada la del 5 de octubre de 1930. Para esa mañana era esperado en el puerto de Barcelona el balandro Evalú, capitaneado por Enric Blanco Alberich y cuya tripulación eran su mujer y su joven hija de 7 años.

(imagen de Gabriel Casas i Galobardes del Arxiu Nacional de Catalunya vía Europeana)
Tan pronto como fue avistado a la altura del puerto de Vallcarca y procedente de Melilla, salieron a su encuentro diversos veleros y yates a motor para acompañar a tan ilustre navegante catalán, que aquel día finalizaba su travesía del océano Atlántico tras 85 días de navegación tras partir de Boston el 12 de julio de 1930.
A su paso por Castelldefels, una lancha de la Comandancia de Marina les hizo llegar un telegrama de la Casa Real, en donde el rey Alfonso XIII felicitaba al intrépido navegante por tal hazaña. Incluso tres hidroaviones de la Aeronáutica Naval salieron a su encuentro y realizaron una pasada a la altura de Casa Antúnez. Poco antes de cruzar la bocana del puerto de Barcelona, desde una canoa accedió el primer comandante de Marina de Barcelona, Tomás Calvat, y su segundo, Fernández Antón. Una vez a bordo, saludaron a los tripulantes del Evalú y los acompañaron hasta el muelle del Portal de la Paz.

(imagen de Gabriel Casas i Galobardes del Arxiu Nacional de Catalunya vía Europeana)
Al cruzar por delante del crucero Príncipe Alfonso de la Armada Española, el profesor Blanco lo saludó arriando e izando la bandera norteamericana de su palo mayor, saludo contestado de igual forma desde el crucero.

(imagen de Josep Maria Sagarra i Plana vía La Hormiga de Oro-BNE)
Nunca se había visto un espectáculo así por un solo velero. Todos los que tenían una embarcación salieron a recibir al Evalú, y los que no disponían de ella lo hicieron desde los muelles. La Estación Marítima, el Club Marítimo, todos los muelles fueron invadidos por el público. Los buques atracados en puerto se empavesaron para la ocasión. La llegada terminó en el embarcadero de la Junta de Obras del Puerto, en donde los esperaban el resto de autoridades civiles y militares de la ciudad.

(imagen de Josep Maria Sagarra i Plana de la colección del Arxiu de l’Ajuntament de Barcelona)
Una vez en tierra, la comitiva se dirigió en coches hacia la Barceloneta. Ahí Enric Blanco tenía una deuda: visitar su casa natal en la calle Pescadores. Más tarde, la caravana se dirigió a la Diputación de Barcelona, en donde les prepararon un alojamiento para descansar.
El profesor Blanco
Nació el 16 de agosto de 1890 en el barrio de la Barceloneta, hecho que ayudó a que en el futuro se embarcara como camarero en el bergantín-goleta Clotilde y realizara diversas veces la ruta hacia América. Allí fue a donde se dirigió y desembarcó en el puerto de Nueva York en 1910. Para obtener la nacionalidad estadounidense, se enroló en el ejército, y al término del servicio inició una nueva carrera como profesor de castellano, primero en institutos y luego en universidades.

(vía BNE)
Sin embargo, como buen aventurero y navegante, añoraba la mar, y tras casarse con Mary Rader lo vendió todo y se compró un balandro, de 11,2 metros de eslora al que bautizó con el nombre de Evalú en honor a su hija Evaline Lucy.

¿Una nueva aventura?
El profesor Blanco residió en Barcelona hasta el 22 de octubre. Su esposa tuvo que ser ingresada días después de su llegada por problemas psicológicos. A pesar de ello, se embarcó de nuevo en el Evalú con su hija y un tripulante más, Ignacio Morató, con la intención de dar la vuelta al mundo. Tras una escala en Canarias, Morató abandonó esta nueva aventura, y Enric Blanco, su hija y el Evalú desaparecieron.

(imagen de Alejandro Merletti vía La Hormiga de Oro-BNE)
No obstante, años más tarde un libro llamado Barcelona-Tahití, de Martí Crespo, da luz al destino final de Enric Blanco, que al parecer encontró su lugar en el mundo en la Polinesia Francesa, en pleno océano Pacífico Sur.
Más información:
Llegada del Evalú en el diario Noticiero Universal del 6 de octubre de 1930 página 19
Libro La gesta del Evalú: Boston-Barcelona de Enric Blanco restaurado por Edicions La Campana disponible en la biblioteca del Museu Marítim de Barcelona
Libro Barcelona-Tahití: La segona gran travessia del navegant Enric Blanco a la recerca del paradís oceànic de Martí Crespo disponible en Amazon





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