Tres submarinos italianos realizaron una visita de cortesía tal día como hoy de 1930, eran los «Balilla», «Tito Speri» y «Vettor Pisani», que quedaron fondeados en la dársena de San Beltrán. La escuadrilla italiana se quedó en Barcelona hasta el día 20 de marzo, durante su estancia fueron agasajados por la colonia italiana residente en la ciudad Condal, además de las autoridades civiles y militares locales.

(imagen de Brangulía vía revista Ibérica)
Eran tres submarinos bien distintos, el «Balilla» era el cabeza de serie de cinco unidades. Fue construido por Odero-Terni-Orlando en Muggiano en 1927. Tenía un desplazamiento de 1.450 toneladas en superficie y 1.904 en inmersión con una eslora de 86 metros. Su propulsión era diésel-eléctrica e iba armado con 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm (4 a proa y 2 a popa) y un cañón de cubierta de 120 mm.
El «Tito Speri» pertenecía a la clase «Mameli» construido por Cantieri navali Tosi di Taranto en 1928. Desplazaba 823 toneladas en superficie y 1.009 en inmersión con una eslora de 64 metros. Su propulsión era diésel-eléctrica e iba armado con 6 tubos lanzatorpedos de 533 mm (4 a proa y 2 a popa) y un cañón de 102 mm.

Y el «Vettor Pisani» era único en su clase, fue construido por Cantiere Navale Triestino en 1927. Desplazaba 880 toneladas en superficie y 1.057 en inmersión con una eslora de 68 metros. Su propulsión era diésel-eléctrica e iba armado con 6 tubos lanzatorpedos de 530 mm (4 a proa y 2 a popa) y un cañón de 102 mm.
Este último volveríamos a verlo por aguas de Barcelona durante la guerra civil ya que fue uno de los submarinos italianos que colaboró con el bando sublevado.
Más detalles sobre esta visita en el artículo de este blog «Un lanzallamas en un submarino».





Deja un comentario