El día 2 de marzo de 1917 a las nueve en punto de la mañana hacía su entrada al puerto de Barcelona el buque de apoyo de submarinos Ceará de la marina de guerra de Brasil, al mando iba el capitán de fragata Heráclito Graça Aranha. El práctico de guardia condujo al Ceará hasta el Muelle de Barcelona, lugar en el que amarró sus cabos de popa en la zona sur de este muelle y en donde ya le estaban esperando un numeroso grupo de curiosos que querían observar a tan peculiar buque.

El Ceará procedía del puerto italiano de La Spezia, de donde zarpó el 20 de febrero, y se dirigía hacia aguas brasileñas en la que era su primera gran singladura con bandera de Brasil. Durante su travesía recalaría en los puertos de Génova, Marsella, Barcelona, Gibraltar, Las Palmas y São Vicente en Cabo Verde, su primer puerto brasileño sería Recife y finalizaría su viaje el 19 de abril en Río de Janeiro.

El Ceará fue un buque singular adquirido en Italia fruto de la necesidad de proveer de apoyo tanto técnico como humano a su flota de submarinos, con esta unidad la Marina de Brasil se ponía a la altura de la alemana, española y rusa con sus buques SMS Vulkan, Kanguro y Kommuna, capaces no solo de dar apoyo a una flotilla de submarinos sino también de rescatar a uno de ellos del fondo del mar.
El Ceará
La marina de guerra de Brasil (Marinha do Brasil) fue una de las primeras armadas en proveerse de una fuerza submarina en el continente sudamericano, en 1914 se creaba la Flotilla de Submarinos y rápidamente se adquirieron tres submarinos de la clase F o Foca italiana, estos fueron los F-1, F-3 y F-5 que se construirían en los astilleros italianos de Fiat San Giorgio en La Spezia. A la par se encargaba la construcción de un buque de apoyo para la flotilla submarina que a su vez serviría como buque taller, salvamento, hospital, oficina/cuartel e incluso como buque escuela para las dotaciones de los submarinos.
Este nuevo buque se llamaría Ceará nombrado en honor al Estado de Ceará ubicado al Noreste del país. Su construcción fue encargada a los mismos astilleros italianos que construyeron sus submarinos en La Spezia, siendo botado el 7 de septiembre de 1915 y entregado en Brasil 25 de abril de 1917.

El resultado fue un buque muy versátil monocasco con un rasgo distintivo en su popa, un dique de 25 metros de largo por 7 de diámetro en el que podía albergar a un pequeño submarino. También en la zona popel se instalaron dos grandes pescantes que eran capaces de soportar hasta 200 toneladas de peso cada uno y elevar a cualquier objeto bajo el agua desde una profundidad de 40 metros.

Como buque taller y de apoyo ofrecía los medios técnicos para mantener y/o reparar a cualquier submarino, ya fuera una sustitución de sus baterías o mantenimiento de torpedos u otras armas de a bordo. Era capaz de transportar y proveer del combustible necesario a los submarinos a su cuidado, así como de electricidad, aire comprimido, agua y víveres para la dotación. Su dique no sólo servía para el rescate, sino también para el mantenimiento y las pruebas de los sumergibles; otros usos secundarios fueron el de ser utilizado de dique seco flotante y el transporte de submarinos.

La versatilidad del Ceará se extendía hasta la formación de las futuras dotaciones de los submarinos, las máquinas principales y auxiliares del buque eran del mismo tipo que las de los sumergibles y esta particularidad técnica era aprovechada para la escuela de maquinistas de la marina.
Disponía de instalaciones para alojar a las dotaciones completas de 6 submarinos del tipo F, unos 138 hombres y sus instalaciones médicas no envidiaban en absoluto al mejor hospital ubicado en tierra.
Desplazaba 3.550 toneladas a plena carga con una eslora de 101,30 metros por 15,75 metros de manga y 6 metros de calado con el dique abierto. Era propulsado por dos motores diésel Fiat de 6 cilindros con una potencia de 2.100 hp. cada uno que le daban un velocidad máxima de 14 nudos y una autonomía de 4.000 millas náuticas a 10 nudos. Dotación, 193 tripulantes. Iba armado con 4 cañones de 102 mm., 2 de 57 mm., 2 de 47 mm. y 2 ametralladoras Hotchkiss de 13,2 mm.
Prueba real
Pero todas estas características tan espectaculares nunca fueron puestas a prueba en la marina brasileña excepto en una ocasión, en Italia. Dos meses antes de su entrega a la Marina de Brasil, el gobierno italiano solicitó la asistencia del Ceará en el rescate del submarino F-8 de la Regia Marina, este también era un submarino del tipo F y el Ceará era el buque idóneo para intentar el rescate.
El submarino F-8 tocó fondo a 30 metros de profundidad el 14 de febrero de 1917 debido a una mala maniobra mientras navegaba a 2 millas al sur de la isla de Tino en las proximidades de La Spezia, a la zona se desplegó el Ceará y una vez localizado el sumergible se procedió a izarlo con las grandes grúas de popa, la operación se prolongó 24 horas con un resultado exitoso y ninguna víctima que lamentar.
Al margen de esta brillante intervención del Ceará en el rescate del submarino F-8, la vida operativa de este buque estuvo más relacionada con la instrucción que con el rescate de submarinos. Con la retirada del servicio de los submarinos del tipo F parecía que desaparecía también el cometido principal del Ceará mas en 1929 se adquiriría el submarino Humaytá de la clase Balilla y en 1936 los Tupy (S-11), Tymbria (S-12) y Tamoyo (S-13), todos de construcción italiana. Gracias a estas nuevas incorporaciones el Ceará reanudó su actividad como buque de apoyo y centro de formación a las futuras dotaciones de submarinos.
Segunda Guerra Mundial
En 1939 con el inicio de la Segunda Guerra Mundial Brasil se declaró neutral, no obstante el país era muy dependiente del comercio exterior y pronto se vería perjudicado por la interrupción de las principales líneas comerciales a causa de la guerra, la causa fueron los submarinos alemanes e italianos que ignoraron en reiteradas ocasiones la neutralidad brasileña hundiendo a diversos buques mercantes.
La Marina de Brasil no se encontraba en su mejor momento pero la necesidad de desbloquear el tráfico comercial les obligó a abandonar la neutralidad y formar parte de la guerra. Consciente el mando de la Marina del estado de su flota en septiembre de 1942 incorporaron sus buques a la flota de la marina de guerra de los Estados Unidos (US Navy), quedando todos los buques capaces de combatir dentro de la entonces denominada Fuerza del Atlántico Sur (South Atlantic Force) bajo el mando del vice almirante Jonas Ingram, fuerza que en 1943 adoptaría su denominación definitiva 4ª Flota norteamericana (United States Fourth Fleet).

La flotilla de submarinos junto a su buque de apoyo, el Ceará, fueron adiestrados en tácticas antisubmarinas y hasta el final de la guerra patrullaron tanto las aguas jurisdiccionales brasileñas como las de otros países aliados.

Pasada la guerra el Ceará con casi treinta años en sus cuadernas causó baja definitiva el 21 de marzo de 1946 y su casco fue vendido para desguace.
Más información:
Artículo de la revista Vida Marítima de la sección «Sumergibles, nieblas é hidroaviones» firmado por NAUTILUS del 10 de marzo de 1918 página 10
Artículo del «Tênder de Submarinos Ceará» en el portal Poder Naval (brasileño)
Imágenes adicionales del Ceará en el portal de Piotr Mierzejewski, Facta Nautica (polaco)