La tarde del día 30 de marzo de 1890 el vigía marítimo del castillo de Montjuic daba aviso mediante señales ópticas en su telégrafo de la llegada de dos buques de guerra españoles, se trataba del crucero de 1ª clase «Castilla» al mando del capitán de navío D. Manuel de la Cámara y Livermore y del también crucero pero de 2ª clase «Don Antonio de UIloa» con el capitán de fragata D. José Ferrer al mando.

(vía La Ilustración Ibérica)
Ambos buques procedían de Cádiz y realizaron una escala en Cartagena antes de llegar al puerto de Barcelona, en la Ciudad Condal se reunieron con el también crucero de 2ª clase «Don Juan de Austria» que estaba siendo sometido a reparaciones por técnicos de la Maquinista Terrestre y Marítima. A su término los tres buques zarparon con rumbo a Filipinas formando la llamada “escuadra negra”, destino del que jamás regresaron.

(vía La Ilustración Ibérica)
El «Castilla» fue construido en el Arsenal de la Carraca en San Fernando, siendo botado el 9 de septiembre de 1881 y entregado el 19 de septiembre de 1884. Desplazaba 3.342 toneladas con una eslora de 72 metros. Su propulsión era mixta mediante su aparejo de bricbarca en tres mástiles y por una máquina a vapor de 1.100 CV. que le daba 14,5 nudos. Iba armado con 4 cañones de 150 mm, 3 de 120 mm, 2 de 87 mm y otros 2 de 75 mm.
Estos barcos nunca volvieron a España y sucumbieron en combate contra la escuadra del almirante Dewey, el único superviviente fue el «Don Juan de Austria», a pesar de ser hundido en la Batalla de Cavite, fue reflotado y reparado e incorporado a la flota norteamericana.
Más detalles de esta historia en el artículo Crucero «Castilla», un viaje sin retorno





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