Enero: La leyenda del Vityaz
El 15 de marzo de 1979 el buque oceanográfico soviético Vityaz llegaba al puerto de Barcelona en visita de cortesía, permaneciendo atracado hasta el día 22. Durante su estancia, la tripulación pudo descansar y aprovisionarse en el marco de un crucero iniciado el 17 de febrero de ese mismo año.
Construido originalmente como buque civil, el Vityaz fue requisado durante la guerra, a la que logró sobrevivir, y acabó integrándose en la flota científica de la Academia de Ciencias de la URSS, convirtiéndose en uno de los buques con una trayectoria más singular de su tiempo.



Febrero: Una tragedia submarina evitable
El 21 de febrero de 1922 la llegada de una escuadra de la Royal Navy al puerto de Barcelona despertó una enorme expectación. El recibimiento se organizó por tierra, mar y aire: los muelles se llenaron de público, numerosas embarcaciones de los clubes náuticos y el contratorpedero Audaz salieron a su encuentro, mientras varios hidroaviones de la Aeronáutica Naval los saludaban desde el aire.
Esta escuadra estaba compuesta por tres acorazados, siete destructores y un buque de apoyo; entre los destructores se hallaba el HMS Versatile vinculado protagonista a uno de los peores accidentes ocurridos en la mar, un hecho que, por desgracia, era demasiado común entre buques de superficie y submarinos.



Marzo: Un futuro eléctrico
Feliz y discreta fue la llegada del 18 de marzo de 2025 del buque de carga UHL Fighter, procedente del puerto vietnamita de Ha Long. El buque atracó en el muelle Príncep d’Espanya, donde permaneció hasta el día siguiente. A bordo transportaba una valiosa carga: cuatro remolcadores recién entregados por los astilleros Damen en su factoría de Vietnam, de los cuales dos se quedaron en Barcelona, el Cala Gat y el Cala Mesquida.
En los últimos años la flota de remolcadores del puerto de Barcelona se ha estado renovando, y con estos dos nuevos remolcadores la flota está completa al 100% quedando de configurada del siguiente modo: remolcadores de P&O Azabra, Balahú y Willy T y el grupo Rebarsa dispone de los Cala Gullo, Cala Sequer, Cala Verd, más los veteranos Montclar y Montalt y los dos recién llegados.
Sin embargo, esos dos nuevos remolcadores eran distintos: ambos tenían como sistema principal de propulsión motores eléctricos, apoyados por motores diésel como auxiliares y para la carga de baterías.



Abril: La saga de los audaces
La tarde del 23 de abril de 2025 hacía su entrada en el puerto de Barcelona el patrullero Audaz (P-45) de la Armada Española. Tras embarcar al práctico de guardia, cruzó la bocana norte acompañado por el remolcador Cala Gullo.
Quedó atracado por babor en el muelle de Barcelona, paramento este, donde permaneció hasta la tarde del viernes 26. El jueves 25 se celebró una jornada de puertas abiertas que permitió a aficionados y curiosos visitar el buque.
El Audaz es, por el momento, el último buque de la Armada que ha llevado este nombre desde 1893. Antes que él, otros tres buques de guerra lo ostentaron: un cañonero torpedero, un cazatorpedero y un destructor.



Mayo: Kemal Reis, navegante de dos eras
La mañana del 14 de mayo de 2025 navegaba en demanda del puerto de Barcelona la fragata Kemalreis (F-247) de la armada de Turquía. Su lugar de amarre asignado fue el Muelle de Barcelona paramento este y allí ya lo estaban esperando el equipo de amarres.
La fragata Kemalreis, al mando del contraalmirante İlker Avcı, realizó una visita de cortesía y de descanso de su tripulación después de participar como buque insignia de la flota del la OTAN (Standing NATO Maritime Group Two o SNMG2) en las maniobras MED STRIKE 25.
Los buques de guerra turcos siempre han mostrado cierta predilección por el puerto de la ciudad condal con cerca de 70 buques desde 1955 hasta 2025. Ahora es el turno del Kemalreis perteneciente a la clase Barbaros y punta de lanza de las fuerzas navales de Turquía.



Junio: Lo bueno, si breve…
El 3 de junio de 1967 llegó al puerto de Barcelona el crucero Cabo Izarra, de la naviera española Ybarra y Cía., en plena travesía inaugural y realizando su primera escala en la ciudad. Se trataba del primer crucero de estas características construido en España.
Tras su llegada y atraque en el muelle de Bosch i Alsina, la empresa consignataria ofreció una recepción a bordo a la que asistieron autoridades civiles y militares, así como representantes de agencias de viajes, navieras y diversos organismos vinculados al sector turístico. La escala fue breve y, a media tarde, el buque zarpó para continuar su itinerario por distintos puertos del Mediterráneo.



Julio: Valor y riesgos de los remolcadores en el puerto de Barcelona
Este fue un año de contrastes en la comunicad portuaria de Barcelona, por un lado hubo la llegada de los nuevos remolcadores Cala Gat y Cala Mesquida, y por el otro el terrible accidente del Cala Gullo.
El 30 de junio de 2025 durante la maniobra de reviro del portacontenedores Cape Sounio para enfilar la bocana sur del puerto, uno de los remolcadores que lo asistían en la maniobra, el Cala Gullo, naufragó cerca del canal principal de la bocana sur del puerto de Barcelona.
Por causas aún desconocidas y bajo investigación, el remolcador Cala Gullo volcó sobre su costado de babor y quedó atrapado bajo la popa de un portacontenedores. Afortunadamente, no hubo víctimas y la tripulación pudo evacuar la embarcación por la puerta de estribor del puente de mando.



Agosto: El sulfurozador del puerto de Barcelona
El 30 de abril de 1909 a bordo del vapor Martín Sáenz de la Naviera Pinillos se puso a prueba el aparato llamado “sulfurozador” de Marot, una máquina ideada para desinfectar buques, carga y todo tipo de objetos con el fin de eliminar plagas y posibles patógenos causantes de epidemias.
La Junta de Obras del Puerto entregó a la Dirección de Sanidad Marítima el nuevo material destinado a la desinfección de pasajeros, equipajes, buques y mercancías, así como del Pabellón de Higiene, ubicado en el Muelle de San Bertrán y dotado de un laboratorio microbiológico.



Septiembre: Un patrullero de altura
La mañana del 6 de febrero de 2010, el buque de operaciones especiales Fulmar zarpó del puerto de Barcelona tras una breve escala dentro de la operación de patrulla marítima Mediterráneo Norte.
Pocas horas después, en la noche del lunes 8 de febrero, un helicóptero de la Agencia Tributaria alertó a los medios marítimos desplegados. En coordinación con la Guardia Civil, se procedió a la detención de la tripulación de un remolcador que transportaba 4.680 kilogramos de hachís.
Se trató de una operación rutinaria, aunque no todas lo son, como demostró la interceptación de un narcosubmarino en el Atlántico en junio de 2024.



Octubre: Bajo el trueno de la mala suerte
El 17 de mayo de 1888 la Escuadra del Mediterráneo de la Royal Navy, compuesta por once buques y organizada en dos divisiones, navegó hacia el puerto de Barcelona. Debido a su número y tamaño, la mayoría de los buques tuvieron que fondear frente a la rada, ya que solo un aviso pudo entrar en puerto.
El Almirantazgo británico había desplazado tanto la Escuadra del Mediterráneo como la de Instrucción para participar en la revista naval organizada con motivo de la inauguración de la Exposición Universal de Barcelona.
Entre los acorazados de la Royal Navy presentes estaba el HMS Thunderer, un innovador acorazado de la clase Devastation que, a pesar de sus adelantos, no tuvo una larga trayectoria. En particular, el HMS Thunderer fue un buque bastante desafortunado a lo largo de su vida marinera.



Noviembre: La herencia de Monturiol
El 24 de enero de 1919 tuvo lugar la ceremonia de entrega de la bandera de combate al submarino Monturiol, de la Armada Española. En los muelles, además de los invitados, estuvo acompañado por el torpedero nº 18, los submarinos Isaac Peral, Cosme García (A-2) y A-3, así como por el acorazado Alfonso XIII.
Este Monturiol fue el primer submarino de la Armada en recibir ese nombre, en honor al ingeniero, intelectual, político e inventor Narcís Monturiol i Estarriol (1819–1885). Desarrolló el submarino al que llamó Ictíneo, seguido más tarde por el Ictíneo II, convirtiéndose en uno de los precursores de los submarinos modernos que hoy navegan por mares y océanos.



Diciembre: El otro submarino atómico de la Armada
Una nueva agrupación de la Armada Española arribó al puerto de Barcelona el 28 de junio de 1974 con motivo de la entrega de la bandera de combate al segundo submarino Narciso Monturiol. En esta ocasión, la flotilla estaba formada por los submarinos Almirante García de los Reyes (S-31), Isaac Peral (S-32) y Narciso Monturiol (S-33), que quedaron atracados en el muelle de Bosch i Alsina.
Durante la década de 1950, la Armada Española recibió diverso material militar procedente de Estados Unidos, en su mayoría de segunda mano y con un amplio historial operativo. Tal fue el caso del submarino Isaac Peral, construido originalmente para la US Navy como USS Ronquil (SS-396). Antes de su incorporación a la Armada, este submarino había participado incluso en una película Estación Polar Cebra, interpretando al ficticio USS Tigerfish.








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