Una noche como la de hoy de septiembre de 1922 partía del puerto de Barcelona el vapor Balear de la Isleña Marítima. Puso rumbo a Mahón y, a bordo, llevaba una variada carga compuesta por diversas mercancías, correo, además de pasaje. Por aquellos años, el Balear cubría la línea Barcelona-Mahón, navegando con la contraseña de la Isleña Marítima, aunque esta era una filial de la Trasmediterránea.

Sería construido con el nombre de Princess Maud en 1885 por los astilleros de David J. Dunlop & Co. en Port Glasgow para la naviera M. Langlands & Sons. El resultado fue un vapor mixto de carga y pasaje de 679 toneladas de registro bruto, con una eslora de 68 metros. Era propulsado por una máquina a vapor compound de 2 cilindros y 916 IHP, que le daban 11,5 nudos.

En 1892 fue adquirido por J. Sitjes, de Alicante. Cambió su bandera por la española y luciría el nombre de Sitjes Hermanos. Más tarde, en 1900, volvería a ser puesto a la venta y lo compraría la Isleña Marítima, que lo renombró con el definitivo Balear. El 1 de diciembre de ese año realizaría su primer viaje inaugural en la línea Ibiza-Alicante. El Balear tuvo una vida marinera bastante tranquila y, en ocasiones, fue utilizado para realizar excursiones científicas a las Baleares dirigidas por el profesor Odón de Buen y Cos.

Sus rutas cambiaron cuando, en 1918, la Isleña Marítima se convirtió en filial de la Compañía Trasmediterránea y pasó a formar parte de la flota de esta última en 1930, con una corta carrera que finalizó un año después.