Oportuno nombre el de este extraño barco llegado un 31 de agosto de 1958 al puerto de Barcelona: Nuestra Señora de la Luz. Han habido diversas crisis energéticas en España y una de ellas se produjo durante la larga posguerra. En cuanto la industria despertó no se pudo cubrir la creciente demanda de energía y, aunque se encontraron algunas soluciones de forma local con grupos electrógenos industriales móviles por tierra, en algunos lugares fue necesario cubrir esa demanda con otros medios.

Así fue como en el puerto de Barcelona quedó destacada la central térmica flotante Nuestra Señora de la Luz, a la espera de que se construyeran más centrales térmicas en tierra. El barco quedó atracado por popa en el Muelle de Contradique y allí permaneció unos cuatro años.

Esta central térmica flotante desplazaba 1.278 toneladas y estaba equipada con dos generadores eléctricos compuestos por dos calderas de 27.180 kilogramos de vapor a la hora trabajando a una presión de 30,5 Kg/cm2, dichas calderas alimentaban a dos turbinas de vapor que estaban conectadas a dos alternadores de 5.620 kW. Antes de llegar a Barcelona estuvo destacada en Cartagena y San Fernando, en la ciudad Condal estuvo operativa apenas un año y ayudó con sus generadores a cubrir los picos de demanda de la ciudad llegando a producir 8.923.500 kW/h.

Sin embargo, tan singular buque tiene su origen en la Segunda Guerra Mundial, cuando fue construido en 1943 como un destructor de escolta norteamericano de la clase Buckley, llamado USS Oswald (DE-71), y transferido a la Royal Navy bajo la Ley de Préstamo y Arriendo, en donde recibió el nombre de HMS Affleck (K-462).

Participó en la guerra escoltando convoyes en el Atlántico Norte y fue retirado del servicio cuando un torpedo de un submarino alemán le destruyó la popa. Su casco fue puesto a la venta y lo adquirió la Empresa Nacional de Electricidad S.A.; el resto es historia.

Más detalles de este buque en el artículo de este blog Hágase la luz.