El día 28 de agosto de 2001 hacía su entrada al puerto de Barcelona el buque de reparaciones RFA Diligence (A-132) perteneciente a la flota de la Royal Fleet Auxiliary de la Royal Navy, que en esos días ejercía de buque de apoyo a los cazaminas HMS Bangor (M-109), HMS Cattistock (M-31), HMS Inverness (M-102), HMS Quorn (M-41) y HMS Walney (M-104).

(imagen de Jordi Montoro)
El RFA Diligence se caracterizaba por su singular belleza, su aspecto de remolcador oceánico, su plataforma de helicópteros encima del puente de mando y su gris naval lo diferenciaba del resto de buques de guerra, y de hecho eso era, al menos en principio. Fue construido como un buque de apoyo a plataformas petrolíferas, requisado por la Royal Navy para la guerra de las Malvinas y terminó sus días con la bandera de la Royal Fleet Auxliliary de la Royal Navy asistiendo con sus medios a sus buques y a los buques de sus aliados.
Este extraño buque de 10.595 toneladas y 111 metros de eslora, fue construido en 1981 en los astilleros suecos de Öresundsvarvet AB en la localidad de Landskrona. Entró en servicio para la compañía Stena Caribbean Line Ltd. con sede en Londres con el nombre de Stena Inspector.
El 31 de octubre de 1983 sería comprado por el Ministerio de Defensa inglés y fue convertido en un buque de reparaciones para la Marina con el nombre de Diligence (A-132). Además de la guerra de las Malvinas, asistió al destructor HMS Southampton (D-90) que en septiembre de 1988 fue abordado por el portacontenedores Tor Bay; y en enero de 1991 acudió en ayuda del portahelicópteros USS Tripoli (LPH-10) dañado por una mina naval en el Golfo Pérsico.
Más detalles de este buque en el artículo de este blog Los distintos oficios del RFA Diligence.





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