Un día como hoy de 1851 el puerto de Barcelona rebosaba de actividad, llegaron diversos laudes, jabeques y bergantines de la costa española y catalana, algunos otros de las islas Baleares y algunos de América.

De ahí procedía la fragata «Paulita», que tardó 74 días en realizar el trayecto entre Nueva Orleans y Barcelona al mando del capitán Joaquín de Bonrostro. La construcción de esta fragata fue encargada por el armador Gaudenci Masó a los astilleros de Canet de Mar por un precio de 36.000 pesos fuertes.

En primer plano la fragata «Paulita» recién llegada descargando su género en el Muelle de la Riba (Roberto Hernández de El Ilustrador de Barcos)

Sería puesta a flote el 8 de agosto de 1849 y al tocar el agua se convirtió en el mayor buque a vela construido por la industria catalana hasta la fecha. Desplazaba 840 toneladas con 145 pies de eslora por 40 pies y 6 pulgadas de manga y 23 pies con 2 pulgadas de puntal.

La fragata «Paulita» realizó diversos viajes regulares desde Barcelona a Cuba y Nueva Orleans y otros destinos del Mar Mediterráneo sin ninguna novedad importante. Pero todo cambió el 13 de junio de 1852 cuando la prensa anunciaba que se había perdido el contacto con la fragata.

Sobre su naufragio no hay unanimidad de datos, pero parece que la «Paulita» habría desaparecido en el Canal de Bahama o Viejo Canal de Bahama que está situado al norte de la isla de Cuba una noche de finales de abril de 1852.

Más detalles de la fragata «Paulita» en el artículo La mayor fragata catalana de su tiempo, la «Paulita»

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