El 25 de diciembre de 1965 hacía su entrada al puerto de Barcelona el transatlantico griego Athinai, realizaría una escala más larga de lo habitual con dos días de estancia. A bordo viajaban 500 pasajeros que pasarían las Navidades en el puerto de la Ciudad Condal y partirían el 27 de diciembre con rumbo a Casablanca.


Sin embargo, pocos en esas fechas sabían el pequeño secreto del Athinai y los que lo sabían quizás no lo recordaban. El Athinai cuyo nombre original era el de Santa Rosa fue el primer transatlántico cuyos interiores fueron diseñados por una mujer: Dorothy Marckwald.
Dorothy Marckwald
Fue una diseñadora de interiores norteamericana nacida en 1898, estudió en la Packer Collegiate Institute en Brooklyn (Nueva York) y tras graduarse prosiguió sus estudios en la New York School of Fine and Applied Arts (actual Parsons School of Design). En 1920 fue contratada por Elsie Cobb Wilson y allí comenzó su carrera profesional, pronto dejó su huella en casas, clubes de campo, hoteles, ranchos y yates y a partir de 1930 su carrera daría un salto de gigante.
La naviera Grace Line se propuso construir una serie de cuatro nuevos transatlánticos llamados: Santa Rosa, Santa Paula, Santa Lucia y Santa Elena de unas 9.000 toneladas cada uno; estos buques cubrirían la línea costera entre Nueva York a San Francisco y Seattle pasando por el Canal de Panamá. Hasta ese momento, años ‘30, el diseño de interiores de los buques de pasajeros construidos en Estados Unidos estaba basado en sus homólogos ingleses con cierto aire clásico del siglo XVIII y con estos nuevos transatlánticos se iba a romper dicha norma o tradición.
El diseño de los barcos fue encargada a la oficina de Gibbs & Cox fundada por William Francis Gibbs y él mismo colaboraría con la oficina de diseño Elsie Cobb Wilson con Dorothy Marckwald y Anne Urquhart como responsables del diseño de los interiores de los transatlánticos. Esta era la primera vez que unas mujeres tomaban el control del diseño interior de un barco de pasajeros, y aunque muchos estaban en contra, el proyecto siguió su curso con excelentes resultados. Más adelante la ahora llamada Elsie Cobb Wilson & Company fue contratada para el diseño interior de otros dos transatlánticos, el America y el United States.
El Santa Rosa
Sería botado en los astilleros de Federal Shipbuilding and Drydock Company en Kearny (Nueva Jersey) el 24 de marzo de 1932 y en fecha de 27 de octubre del mismo año sería entregado a la compañía Panama Mail Steamship Company de San Francisco y subsidiaria de Grace Line.

Desplazaba 11.200 toneladas de registro bruto con una eslora de 154,8 metros por 22 metros de manga y 8,1 metros de calado. Era propulsado por dos turbinas a vapor de 6.600 SHP. alimentadas por cuatro calderas Babcock & Wilcox que le daban una velocidad máxima de 20 nudos.

Hasta la llegada de la guerra el Santa Rosa y sus tres hermanos se hicieron muy populares en la ruta desde Nueva York a San Francisco previo paso por el Canal de Panamá. De costa a costa el viaje tenía una duración de unos veinte días y la velocidad de crucero era de unos 20 nudos, mucho más rápido que cualquier otro buque de la competencia.

La guerra
En 1942 el Santa Rosa fue requisado para ser utilizado como transporte de tropas, su gran velocidad lo hacía un buque muy codiciado para cruzar el Océano Atlántico y evitar así con poca escolta a los submarinos alemanes. Como buque de pasaje podía acomodar a 225 pasajeros de primera clase y a 65 de tercera, ahora como transporte de tropas serían 2.426 soldados los que disfrutarían de los interiores diseñados por Dorothy Marckwald.

Realizó 44 convoyes desde enero de 1942 a mayo de 1945 sin novedad, no pudieron decir lo mismo sus hermanos Santa Lucia y Santa Elena, hundidos ambos durante la guerra en las costas de Argelia en 1942 el primero y en 1943 el segundo.
Regreso a la vida civil
Acabada la guerra fueron devueltos a Grace Line en 1947, y tras reacondicionarlos de nuevo a la vida civil, navegaron por las cálidas aguas del Caribe hasta 1958. Sin embargo Grace Line ya tenía en mente sus sustitutos, cuyos interiores también estarían diseñados por Dorothy Marckwald, y tuvo que deshacerse de los veteranos transatlánticos. En 1958 el Santa Paula abandona la flota y se vende a la naviera griega Aegean Steam Navigation Co. (Typaldos Line) en donde pasa a llamarse Acropolis, el Santa Rosa en cambio aún navegaría un tiempo con Grace Line y sustituiría al Santa Paula adquiriendo su nombre, pero poco más tarde también termina por ser vendido a la naviera griega y adopta su nuevo nombre de Athinai. El ahora Athinai volvería a ser reacondicionado según los requerimientos de la nueva compañía, aumentando su capacidad en tres clases y ahora realizarían cruceros por el mar Mediterráneo, el Adriático y el Mar Negro.

El final del Athinai fue por un hundimiento, pero no el suyo, sino el del buque Heraklion de la misma compañía griega. El Heraklion naufragó la madrugada del 8 al 9 de diciembre de 1966 a causa de la mala estiba de un camión frigorífico, que debido al mal tiempo reinante, se desplazó de su aparcamiento en la bodega arrollando una compuerta y provocando una importante vía de agua, el hundimiento del Heraklion causó 217 muertos.

Este naufragio fue un escándalo al detectarse en una investigación posterior indicios de negligencia en los responsables de la compañía y sus propietarios fueron acusados de homicidio y arrestados. Todos sus barcos quedaron en tierra y con el tiempo serían vendidos menos uno, el Athinai que quedó en estado de semiabandono en la bahía de Falero en Grecia.
Sin embargo aún le quedaría una última navegación que realizar sirviendo como plató para la película “Rescaten el Titanic” de 1980 dirigida por Jerry Jameson. El Athinai poco o nada se parecía al mítico Titanic pero, a causa de su mal estado de conservación, era el escenario perfecto para filmar los interiores del supuesto Titanic recién reflotado. Muy pocos elementos decorativos tuvo que añadir el equipo de producción para simular los interiores del mítico transatlántico.

La película no serviría para darle una nueva vida al viejo Santa Rosa y permanecería abandonado en Falero hasta 1989, año en el que sería tomado a remolque y llevado hasta Aliaga en Turquía para ser desguazado.
Más información:
Historia de la Grace Line en la página web de la Fundación Histarmar
Apuntes adicionales sobre el Santa Rosa en la página web de «Ocean Liners» de Edward Elliott
Interiores del transatlántico America en la web United States Liners