El día 3 de abril de 1930 una nueva agrupación naval inglesa visitaba el puerto de Barcelona, esta llegaría en dos grupos, el primer grupo estaba compuesto por el portaaviones HMS Eagle, más los destructores HMS Acasta (H-09), HMS Anthony (H-40), HMS Keppel (D-84) y HMS Whiterington (D-76); el segundo grupo llegaría el día 4 y estaba formado por el destructor HMS Douglas (D-90), y los buques taller HMS Cyclops (F-31) y RFA Perthshire.
El portaaviones quedó atracado de popa en el Muelle de Barcelona paramento sur, el resto hicieron lo propio en San Beltrán (Gabriel Casas i Galobardes /Venía escoltado por algunos destructores como el HMS Anthony (Imperial War Museum)El HMS Witherington (Imperial War Museum)Y el buque taller HMS Cyclops.
Este portaaviones ya había visitado con anterioridad el puerto de la ciudad Condal, concretamente en septiembre de 1924, y bien pudo ser el primer portaaviones en visitar Barcelona, seguido por un año de diferencia por el HMS Argus. Sin embargo, esta visita era muy esperada ya que todos querían ver el barco que salvó de la mar a los aviadores Franco, Gallarza y Ruiz de Alda más al mecánico Madariaga al caer su avión Dornier 16 en el Océano Atlántico.
El portaaviones HMS Eagle
Este portaaviones debía de haberse convertido en un principio en un acorazado super dreadnought para la Armada de Chile con el nombre de Almirante Cochrane, de hecho, su quilla fue instalada el 20 de febrero de 1913. Sin embargo, a causa del inicio de la Primera Guerra Mundial su construcción se suspendió y el casco fue comprado por el gobierno británico y decidió convertirlo en el portaaviones HMS Eagle.
Aspecto que debió haber tenido el super dreadnought chileno.
Terminada la guerra la construcción del portaaviones se detuvo ya que el gobierno de Chile quería recuperar el barco para construir el acorazado que necesitaban, esto retrasó su entrega a la Royal Navy y generó algunos retrasos hasta que se solucionó este contratiempo.
Sería construido por los astilleros de Armstrong Whitworth siendo botado el 8 de junio de 1918 y entregado el 20 de febrero de 1924. El resultado fue un portaaviones de 26.417 toneladas con una eslora de 203,5 metros por 35,1 metros de manga y 8,8 metros de calado.
El HMS Eagle a medio construir (Imperial War Museum)
A diferencia del HMS Argus, disponía de isla instalada en estribor y una cubierta de vuelo cuya longitud era de 198,7 metros y su anchura era de 30,4 metros. En cuanto a su hangar, al que se accedía por dos ascensores situados a proa y popa, tenía unas dimensiones de 121,9 metros de longitud por 10,1 metros de largo y estaba protegido en su interior por cuatro cortinas contraincendios de acero.
El portaaviones visto por babor (Imperial War Museum)
Era propulsado por cuatro turbinas a vapor alimentadas por 32 calderas que en conjunto daban 50.000 SHP. que conectadas a 4 ejes lograba alcanzar los 24 nudos de velocidad y una autonomía de 4.800 millas náuticas a 16 nudos. Dotación, 791 tripulantes sin incluir el equipo de vuelo.
Esta vista aérea permite observar la disposición de su cubierta de vuelo y los acensores de acceso al hangar (Imperial War Museum)
Estaba armado con 9 cañones de 152 mm. más 4 de 102 mm. antiaéreos. En cuanto a sus aeronaves, su capacidad era de 25 a 30 aviones de los modelos Hawker Osprey, Fairey Swordfish, Fairey Flycatcher, Supermarine Seafire y/o Hawker Sea Hurricane.
En primer plano un biplano Fairey Flycatcher del portaaviones HMS Eagle
Por los retrasos de su construcción no pudo participar en la Gran Guerra y durante el periodo entreguerras estuvo destinado en la Flota del Mediterráneo y la Estación de China, durante estos años el portaaviones se puso a punto para una futura guerra.
Portaaviones al rescate
El portaaviones HMS Eagle sería recordado en España por el rescate de la tripulación del hidroavión Dornier Do 16 Wal de los aviadores Ramón Franco, González Gallarza, Ruiz de Alda y Modesto Madariaga que iniciaron el 21 de junio de 1929 desde el Aeródromo de Los Alcázares con destino a Nueva York, su intención era batir el récord de distancia recorrida en hidroavión de 3.300 kilómetros.
Tres componentes de la tripulación de aquel vuelo, aviadores Ramón Franco, Julio Ruíz de Alda y Eduardo Fanzález Gallarza.
Sin embargo, tan difícil empresa en esa época se vio truncada debido a una avería mecánica cuando volaban a la altura de las Azores y nada más se supo de ellos hasta pasados siete días. El país entero aguardó en vilo a los aviadores que tan buenos logros obtuvieron en el pasado como cuando en enero de 1926 Ramón Franco a los mandos de su avión Plus Ultra, un Dornier J Wal, realizó la hazaña de volar 10.270 kilómetros desde Palos hasta Buenos Aires.
El rescate se produjo una semana después, el portaaviones HMS Eagle encontró el hidroavión y a su tripulación navegando a la deriva al sur de la isla de Santa María en las Azores. La tripulación del portaaviones acogió a los aviadores a bordo del barco y su hidroavión también fue rescatado.
Una vez los aviadores españoles estuvieron a salvo a bordo del portaaviones y su hidroavión quedó asegurado en cubierta, pusieron rumbo a Gibraltar (imagen de Marin vía el Mundo Gráfico)La noticia del rescate fue recibida con alegría en todo el país y rápidamente se organizaron manifestaciones en apoyo a los aviadores como esta de Barcelona
Durante la visita del HMS Eagle a Barcelona uno de los aviadores, González Gallarza, se acercó a la ciudad Condal para visitar y agradecer a su tripulación el rescate.
La guerra
La guerra comenzó para el portaaviones en el Océano Índico, allí su función fue la de localizar a los cruceros auxiliares alemanes que como corsarios interferían en las rutas comerciales aliadas. A mediados de 1940 fue trasladado al Mar Mediterráneo para escoltar convoyes entre Malta y Grecia, y de paso atacar a objetivos italianos en el Mediterráneo oriental.
El portaaviones fondeado en Hong Kong (Naval History and Heritage Command)
Pero su final estaba cerca, concretamente en la llamada Operación Pedestal para suministrar armamento y aviones a Malta. La tarde del 11 de agosto de 1942 el portaaviones HMS Eagle fue interceptado por el submarino alemán U-73 del kapitänleutnant Helmut Rosenbaum a unas 70 millas náuticas al sur del Cabo Salinas en la isla de Mallorca. Este le lanzó cuatro torpedos, ninguno falló en el blanco y el portaaviones se hundió en cuatro minutos. Fallecieron 131 oficiales y marineros y otros 929 fueron rescatados de la mar.
El portaaviones HMS Eagle herido de muerte.
Más información:
Llegada del portaaviones a Barcelona en el diario La Vanguardia del 5 de abril de 1930
El rescate de los aviadores en la revista El Mundo Gráfico del 10 de julio de 1929
Libro «Águilas y garras» de Ramón Franco disponible en Amazon
El día 27 de julio de 1962 amaneció como cualquier otro en la ciudad de Barcelona, para esa jornada eran esperadas ocho escalas procedentes la gran mayoría del puerto de Génova, había una de Nueva York y otra de Amberes, la mayoría eran mercantes, pero solo uno era apto para el transporte de pasajeros, se trataba del Warwick Castle.
Procedía del Reino Unido, concretamente del puerto de Weymouth y a Barcelona llegó sin pasaje ni carga, tan solo con la tripulación mínima necesaria. Quedó atracado en el Muelle Adosado y ahí permanecería hasta que comenzara su desguace.
Imagen del Warwick Castle al que ya le faltan algunos elementos (del Museo Marítimo de Barcelona)
El Warwick Castle fue uno más de los buques que fueron desguazados en el puerto de Barcelona, actividad hoy en día desaparecida pero que antaño fue un negocio muy lucrativo en este puerto. Esta actividad se desarrolló en distintas zonas del puerto y pasaron por el soplete todo tipo de barcos, desde portaaviones, transatlánticos, petroleros, etc., algunos de ellos han sido el portaaviones HMS Triumph, el transatlántico Cabo de Buena Esperanza, el petrolero Andros Patria, la fragata HMS Torquay o el buque cablero Castillo de Olmedo.
Desguace del Cabo de Buena Esperanza (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)El Triumph (imagen de Jordi Montoro)
Además, el caso del Warwick Castle se parece a otros tratados en este blog, el Corrientes o el Seven Seas, este barco comenzó su vida marinera como transatlántico, durante la guerra fue convertido a portaaviones y finalizada ésta volvió a la vida civil con su cometido original.
Transatlántico Seven Seas (Chris Howell vía Shipspotting.com)
El Pretoria Castle
En sus comienzos el Warwick Castle llevó en sus amuras y popa el nombre de Pretoria Castle, sería construido para la naviera Union-Castle Line por los astilleros Harland & Wolff de Belfast siendo puesto a flote el 12 de octubre de 1938.
Desplazaba 17.392 toneladas con una eslora de 173 metros por 23,2 metros de manga y 10,8 metros de calado, era propulsado por dos motores diésel Burmeister & Wain de 8 cilindros y 17.000 BHP. que conectados a dos ejes le daban una velocidad de 18,5 nudos.
Podía transportar hasta 555 pasajeros repartidos en primera clase y clase turista (imagen vía Simplon Postcards)
El 20 de abril de 1939 dio inicio su carrera con su primer viaje inaugural y al retorno de su segundo viaje fue requisado por el Almirantazgo para convertirlo en un crucero mercante armado. Para cumplir su nueva función fue armado con 8 cañones de 152 mm. y 2 de 76 mm. Su nombre cambiaría a HMS Pretoria Castle con el numeral F-61 y se incorporaría a la flota de guerra el 11 de octubre de 1939 quedando destinado en Freetown.
Crucero mercante armado Pretoria Castle.
Dos años más tarde el Almirantazgo ya tenía nuevos planes para el barco y ordenó que se trasladara a los astilleros de Swan Hunter en Tyneside en donde lo convertirían en un portaaviones de escolta. Se le desmontaría toda la obra muerta y estructura que le daba aun forma de transatlántico, en su lugar se montaría una cubierta de vuelo y una isla al estilo de los portaaviones de escolta norteamericanos, además de más lastre y electrónica, radares y sistemas de comunicación de sus aeronaves. Además de sus aviones su único armamento era de carácter defensivo con 10 cañones antiaéreos de 20 mm.
Portaaviones de escolta HMS Pretoria Castle con su casco pintado con el camuflaje ‘dazzle’ (vía Wikipedia)
Podía operar con una amplia gama de aviones como los Supermarine Seafire, Grumman TBF Avenger, Grumman F4F Wildcat, Grumman F6F Hellcat, Fairey Firefly, Fairey Swordfish y Supermarine Sea Otter que eran los más comunes durante los años de guerra.
Preparando a un Fairey Firefly para volar (vía Wikipedia)
Quedaría listo para navegar en julio de 1943 y en septiembre se incorporó a la flota plenamente operativo. Como portaaviones de escolta participó en dos convoyes, en el DS.46 del 28 al 30 de octubre de 1943 de Clyde a Islandia y en el de regreso el SD.46 del 2 al 4 de noviembre de 1943 de Islandia a Clyde. Sin embargo, su vida militar estuvo más marcada por las pruebas con distintas aeronaves que por su participación directa o como escolta en la guerra.
Con algunos aviones en cubierta, se reconoce al que podría ser un biplano Swordfish (Imperial War Museum)
A los aviones antes mencionados durante su época como portaaviones experimental se le añadirían los nuevos Gloster Meteor con motores a reacción. En agosto de 1945 se evaluaron a los Meteor sobre la cubierta de vuelo de HMS Pretoria Castle, la Royal Navy probar si era posible navalizar este avión, para ello los aterrizajes a los aviones se los equipó con un gancho de parada y en el portaaviones con cables de detención. En el mismo año se realizaron otras pruebas como el aterrizaje de un avión Bell Aircrobra y algún intento de despegue del planeador Slingsby T.20.
Bell Aircobra recién aterrizado en la cubierta de vuelo del HMS Pretoria Castle (vía Wikipedia)
Retorno a la vida civil
A finales de 1945 el portaaviones quedó en desuso y pendiente de ser modernizado, no obstante, en enero de 1946 volvería a manos de la Union Castle. Los gastos de conversión a su estado original fueron sufragados por el Almirantazgo y tuvieron lugar en Belfast.
Su reconversión a buque de pasaje fue completa recuperando su apecto exterior anterior a la guerra (imagen de Dave Leonard vía Shipspotting.com)
Su aspecto original fue completamente recuperado, pero no su nombre que ahora sería el de Warwick Castle, el cuarto de la historia de esta naviera, y en cierto modo volvería a África para conectar este continente con el Reino Unido.
Eran las cinco y cuarto de la madrugada del día 13 de noviembre de 1927 cuando un nuevo transatlántico hacía su primera escala en el puerto de Barcelona. A pesar de la oscuridad se pusieron en marcha el práctico de guardia y dos remolcadores: el Cataluña y el Monturiol. A simple vista y con la poca luz que podían dar las instalaciones del puerto era prácticamente imposible apreciar de que barco se trataba, sin embargo, cuando el transatlántico llegó a la altura del Muelle de Contradique en donde se hallaba la caseta de los prácticos, la tenue luz iluminó su casco y en la amura de babor se leía la inscripción: “AVGVSTVS”.
Ya no había duda alguna, era el nuevo transatlántico Augustus de la compañía Navigazione Generale Italiana que llegaba a Barcelona con un día de retraso debido a un temporal. El Augustus se hallaba realizando su primer viaje inaugural que inició el 10 de noviembre partiendo de Génova y tendría como destino Buenos Aires.
En esta imagen vemos al transatlántico italiano atracado frente a la Estación Marítima y la prensa pronto lo llamó el ‘supertransatlántico’ Augustus (vía revista La Esfera)
La escala del Augustus en Barcelona tan solo duraría unas horas, más aún con el retraso que llevaba y tan ilustre visita merecía que unos ilustres visitantes barceloneses subieran a bordo para contemplar su belleza. Una vez hubieron desembarcado los pasajeros con destino a Barcelona subieron a bordo algunos invitados. Algunos de ellos fueron el comandante de Marina D. José Cadarso, el vicepresidente de la Junta de Obras del Puerto D. Francisco de A. Bartrina y el jefe de Gobernación del Ayuntamiento el Sr. Ribé; estuvieron acompañados en todo momento por el capitán del barco Francesco Tarabotto y sus oficiales además de representantes de la compañía armadora.
Fue una visita muy rápida y apenas tuvieron tiempo de contemplar las bondades del barco, aun así, parece que fue del todo satisfactoria. El barco partía a las 10.30 horas, pero antes embarcarían 198 pasajeros más 200 metros cúbicos de carga y 1.238 sacas de correspondencia.
El Augustus captado por la cámara de Branguí en 1928 (vía Archivo Nacional de Cataluña)
El Augustus fue un transatlántico más al que la guerra arruinó su carrera, como a la gran mayoría de barcos de su tipo en aquellos años entre ambas guerras mundiales. En este blog ya hemos visto algunos como el Arandora Star, el Montclare o el Scharnhorst, algunos acabaron hundidos otros no volverían a reemprender su carrera transatlántica como barcos de pasajeros y algunos terminarían convertidos a portaaviones, este es el caso del Augustus.
El Augustus
Recibió, como hemos visto en la imagen anterior, la categoría de ‘supertransatlántico’ y no era para menos ya que desplazaba más de 30.000 toneladas y podía transportar 1.675 pasajeros. Y sus lujosos interiores estaban al alcance de los bolsillos más opulentos. El Augustus tuvo un hermano gemelo mayor, el Roma, entregado un año antes, pero tenía algunas diferencias internas como su propulsión. El Roma equipaba turbinas a vapor recicladas del acorazado Cristoforo Colombo que nunca llegó a completarse, el Augustus en cambio iba equipado con motores diésel.
El Augustus Quedó destinado a la línea sudamericana (vía Navi e Armatori)El Roma realizaría la línea desde Génova a Nueva York (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)
El Augustus sería construido por encargo de la naviera Navigazione Generale Italiana en los astilleros italianos de G. Ansaldo & C. de Sestri Ponente de Génova, siendo botado el 13 de diciembre de 1926 e iniciaría su primer viaje inaugural el 10 de noviembre de 1927 cubriendo la línea Génova – Nápoles – Buenos Aires. Desplazaba 32.650 toneladas de registro bruto con una eslora de 232,9 metros por 27,1 metros de manga y 9 metros de calado. Era propulsado por cuatro motores diésel Savoja MAN de ciclo mixto/dual que conectados a cuatro ejes le daban una velocidad de 19 nudos. Su capacidad como buque de pasajeros era de 1.675 personas de las que 375 plazas eran de primera clase, 300 de segunda, 300 de clase intermedia y 700 de tercera clase.
El barco fue bautizado por Edda Mussolini, hija de Benito Mussolini y llevaría su nombre orgulloso en honor al primer emperador romano Augusto (British Pathé – Youtube)
En 1931 el barco sería transferido a la Italia Società di Navigazione y sus rutas también se modificarían pasando de Sudamérica a Norteamérica con la línea Génova – Nápoles – Nueva York hasta 1933 que volvería a su ruta original.
El portaaviones Falco
Así se llamaría inicialmente el proyecto de portaaviones que usaría como base al transatlántico Augustus. Los planes de construcción comenzaron antes de la guerra, en 1936, pero no sería hasta iniciado el conflicto en 1941 cuando la Marina Militare lo requisaría para comenzar sus obras de conversión en los astilleros Ansaldo de Génova.
Todas sus super estructuras de barco de pasajeros fueron desmontadas y en su lugar se instaló una cubierta de vuelo y debajo de ella el hangar de los aviones. Su apariencia ahora recordaba más a algunos portaaviones japoneses como el Shōhō o el Taiyō, el incluso al HMS Argus inglés.
El puente de mando estaría situado bajo la cubierta de vuelo y la proa estaría libre de obstáculos para mejorar la visibilidad, en cuanto a las chimeneas se ubicarían en los laterales del casco. Como portaaviones desplazaría 30.418 toneladas con una eslora de 216,6 metros por 34 metros de manga y 7,9 metros de calado. Su propulsión se mantuvo igual y sus cómodas cabinas se eliminarían para instalar los sollados de la tripulación (unos 1.420 tripulantes) y en parte para el hangar con capacidad para 46 aviones.
El portaaviones Sparviero a medio construir (vía Navi e Armatori)
Recibiría protección blindada, 70 mm. en las superficies verticales y 80 mm. en las horizontales y además dispondría de armamento: 8 cañones de 135 mm., 12 de 65 mm. y 22 ametralladoras de 20 mm.
Cuando Italia firmó el armisticio con los Aliados el 3 de septiembre de 1943 la Kriegsmarine alemana se hizo con el control del portaaviones cuya conversión no estaba finalizada y por entonces su nombre era de Sparviero. Ante el avance Aliado y la segura captura de Génova los alemanes lo hundieron en la bocana del puerto para dificultar la entrada al mismo y ganar tiempo para la retirada de las tropas alemanas de la ciudad. Al terminar la guerra el Sparviero fue recuperado y su casco vendido para desguace en 1951.
Los restos del Sparviero hundidos en el puerto de Génova (vía Wikipedia)
Más información:
Llegada del Augustus en el diario La Vanguardia del 13 de noviembre de 1927 página 33
Breve historia del transatlántico Augustus en la página web de «The Great Ocean Liners»
Más sobre el portaaviones Sparviero en este hilo del foto «Secret Projects«
El día 16 de abril de 1980 llegaba al puerto de Barcelona una nueva agrupación naval norteamericana, esta vez el visitante era un portaaviones concretamente el USS Forrestal (CV-59) e iba escoltado por el crucero USS Wainwright (CG-28) y el destructor USS Spruance (DD-963). El portaaviones no pudo atracar en el interior del puerto por lo que quedó fondeado en el exterior de la rada, a unas pocas millas de distancia; por otro lado, su escolta atracó en el Muelle de Barcelona paramento sur.
El portaaviones USS Forrestal fondeado delante del puerto de Barcelona (imagen de Jordi Montoro)Sus escoltas atracaron en el Muelle de Barcelona (imagen de Jordi Montoro)
El USS Forrestal fue desplegado a la Sexta Flota del Mediterráneo en noviembre de 1979 y durante los próximos seis meses patrulla recaló, además de Barcelona, en los puertos de Rota, Marsella, Mónaco, Nápoles, Alejandría, Haifa, El Pireo, Sicilia, Tolón, Barcelona y Mayport.
De Barcelona entre otros recuerdos destacaron este en su Cruise Book (vía Navysite.de)
Aunque por esas fechas las visitas de los buques de guerra norteamericanos ya no eran tan frecuentes, aún levantaban bastante expectación y no pocos eran los que se acercaban al Rompeolas para contemplar la silueta del que se consideró en su momento el portaaviones más grande del mundo.
Este portaaviones fue uno de los que más visitó la Ciudad Condal, precedido por el USS Franklin D. Roosevelt y seguido por el USS Saratoga. Su primera visita fue el 14 de junio de 1957 y probablemente esta de 1980 fuera de las últimas, si no la última en Barcelona. Larga fue su vida operativa y más largo fue su historial, pero en este artículo solo nombraré tres hechos bien distintos.
El USS Forrestal
El superportaaviones USS Forrestal, así lo calificaron en el momento de entrar en servicio, fue el primer barco de esta categoría a propulsión convencional en ser construido tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y además, era el primer portaaviones en ser diseñado desde cero para embarcar aviones a reacción. Pero esta no era la única novedad, en su diseño se incluyó de serie la cubierta de vuelo en ángulo y cuatro catapultas de vapor para el lanzamiento de sus aviones. Todo ello hacía que el tonelaje del barco a plena carga excediera las 75.000 toneladas, superando de largo en tamaño, desplazamiento y capacidades a la anterior serie de la clase Midway.
Aspecto del USS Forrestal en 1975 (imagen de Naval History and Heritage Command)
Cuatro fueron las unidades construidas con los nombres de: USS Forrestal (CV-59), USS Saratoga (CV-60), USS Ranger (CV-61) y USS Independence (CV-62), repartidos entre los astilleros norteamericanos de Newport News Shipbuilding and Drydock Co. en Newport News y los de New York Naval Shipyard en Nueva York. Con el tiempo de las mesas de diseño aparecería un subtipo de la clase Forrestal llamada Kitty Hawk, de los que se construirían otros tres portaaviones más una variante única denominada John F. Kennedy.
El portaaviones USS Forrestal fue nombrado así en honor al secretario de Marina de los Estados Unidos y también secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Vincent Forrestal (1892-1949). La construcción de este coloso seía encargada a los astilleros de Newport News Shipbuilding and Drydock Co. en Newport News, siendo colocada su quilla el 14 de julio de 1952 y botado el 11 de diciembre de 1954.
La botadura del portaaviones la ofició la viuda de James Forrestal (vía Navsource.org)
Durante su construcción y aún sin ser bautizado al portaaviones se le fue cambiando en diversas ocasiones el cometido, de portaaviones pesado a portaaviones de ataque con identificadores de casco CVB-59 o CVA-59. El 1 de octubre de 1955 entraba oficialmente en servicio y tras un periodo de instrucción y aclimatación de la tripulación al nuevo barco en el Caribe, el portaaviones quedaría asignado a la Estación Naval de Mayport.
Vista aérea del portaaviones durante sus pruebas de mar, puede verse la configuración de su cubierta de vuelo en ángulo (imgen vía Naval History and Heritage Command)
Tenía un desplazamiento máximo de 75.900 toneladas con una eslora de 331 metros por 39,5 metros de manga y 11,3 metros de calado. Era propulsado por cuatro turbinas a vapor Westinghouse de 260.000 SHP. alimentadas por calderas Babcock & Wilcox a 615 PSI. que conectadas a cuatro ejes le daban una velocidad máxima de 33 nudos. Dotación, 4.280 tripulantes entre marineros y equipo de vuelo.
Su armamento era de carácter defensivo y aunque en un primer momento se estudió la posibilidad de instalarle lanzadores de misiles Regulus, más tarde fueron desestimados y tan solo se instalaron 8 cañones de 127 mm. En posteriores modernizaciones los cañones serían sustituidos por sistemas BPDMS (Basic Point Defense Missile System) con misiles RIM-7 Sea Sparrow y en su última etapa de vida además serían equipados con montajes CIWS Phalanx.
Detalle de la isla del portaaviones, en su mástil se encuentran instalados los principales sensores del barco (imagen de Jordi Montoro)
En cuanto a su capacidad como portaaviones, podía embarcar hasta 85 aeronaves del variado arsenal que dispuso la US Navy entre finales de los años cincuenta hasta bien entrado los años noventa. Esta variedad incluía cazas Gruman F-14 Tomcat, cazabombarderos McDonnell Douglas F-4 Phantom II, Douglas A-1 Skyraider, Douglas A-3 Skywarrior, Douglas A-4 Skyhawk, North American A-5 Vigilante, Grumman A-6 Intruder, LTV A-7 Corsair, Northrop Grumman EA-6B, Lockheed S-3 Viking, Northrop Grumman E-2 Hawkeye, Grumman C-2 Greyhound, y helicópteros Sikorsky SH-3 Sea King, entre otros muchos modelos.
El ojo experto sabrá identificar todos los tipos de aviones en cubierta, yo puedo ver F-4 Phantom II, E-2 Hawkeye, A-3 Viking, EA-6B Prowler, A-6 Intruder, A-7 Corsair y un par de helicópteros SH-3 Sea King (imagen de Jordi Montoro)
Larga fue la vida de este portaaviones, quizás no tan larga como la de sus predecesores a propulsión nuclear y al ser este un nuevo tipo de portaaviones también fueron nuevos sus retos, así que ahí van tres episodios de su vida en la mar.
Un experimento
El primer hecho histórico ocurrió en aguas del Atlántico Norte frente a las costas de Massachusetts el día 8 de noviembre de 1963. Ese día la cubierta de vuelo estaba completamente vacía y más de uno contuvo el aliento cuando un avión de transporte Lockheed C-130 Hercules apareció en el horizonte y tras una aproximación perfecta aterrizó en el portaaviones. Era el avión pilotado por el teniente James H. Flatley III que con este aterrizaje hizo historia, pero no solo fue un aterrizaje, si no 21 tomas y despegues en días sucesivos, todos con éxito. El avión Hercules ya había demostrado en tierra su capacidad para poder operar en pistas cortas y poco preparadas pero esto era otra cosa.
Las excelentes capacidades del Hercules se vieron mermadas por su tamaño (vía Youtube – Aviation videos archives part3 1950-1975)
La Marina pretendía utilizar a este avión para reabastecer a los portaaviones en la mar, sin embargo, el gran tamaño de los C-130 imposibilitaba y dificultaba en gran manera las operaciones de vuelo a bordo del portaaviones, a todo ello se añadía la dificultad de aparcar el avión en cubierta. Por tanto, se tuvo que descartar al Hercules en favor de los Grumman C-2 Greyhound, mucho más pequeños y manejables.
Un accidente
El segundo hecho histórico es el accidente que sufrió el 29 de julio de 1967 durante la guerra de Vietnam. Al USS Forrestal se le ordenó posicionarse en el Golfo de Tonkin desde donde lanzaría diversos ataques a tierra en la zona de Vietnam del Norte con sus aviones. Durante los preparativos en la cubierta de vuelo para lanzar la siguiente oleada de ataques un cohete Zuni de 127 mm. se disparó de su avión portador, un F-4 Phantom, y aunque en un primer momento no explotó, con el impacto rompió un tanque de combustible auxiliar de un A-4 Skyhawk. El tanque no explotó inmediatamente, pero las fugas de combustible del mismo se incendiaron y poco después alcanzarían al tanque haciendo que explotara.
La columna de humo era visible a varias millas de distancia, esta fotografía está tomada desde el portaaviones USS Oriskany (imgen vía Naval History and Heritage Command)El fuego tardó horas en extinguirse y causó 134 muertos y 161 heridos, más la destrucción de 21 aviones. El portaaviones sería reparado y devuelto al servicio (imgen vía Naval History and Heritage Command)
Curiosamente unos años más tarde, el 14 de enero de 1969, otro cohete Zuni de otro avión F-4 Phantom daría origen a un pavoroso incendio en la cubierta de vuelo del portaaviones USS Enterprise, causando 27 muertos y 314 heridos con 15 aviones destruidos.
Una cita con la historia
Es la que tuvo en Malta durante la cumbre entre el presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush y Mijail Gorbachov de la Unión Soviética entre los días 2 y 3 de diciembre de 1989 pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín. Dicha cumbre tuvo lugar a bordo de un transatlántico y viejo conocido del puerto de Barcelona, el Maxim Gorki, pero antes el presidente norteamericano hizo una aparición de película.
George H. W. Bush y Mijail Gorbachov en una rueda de prensa a bordo del Maxim Gorkiy (Associated Press)El mismo George Bush a bordo del USS Forrestal recordando sus días de piloto naval (imgen vía Naval History and Heritage Command)
George H. W. Bush llegaría a Malta el 1 de diciembre a bordo del portaaviones USS Forrestal, tras pasar medio día con su tripulación se trasladó con su helicóptero hasta el crucero USS Belknap, barco que sería su residencia durante la cumbre, y desde allí en una lancha se desplazó hasta el transatlántico soviético. Durante los días que duró la cumbre los aviones del USS Forrestal patrullaron la zona y vigilaron su espacio aéreo para prevenir cualquier tipo de amenaza.
Después de ese evento poca actividad más tuvo el portaaviones, excepto el intento de capturar a Eduardo Noriega y Pablo Escobar, y su último despliegue de su historia lo haría en la Sexta Flota en 1991.
En su último despliegue al Mediterráneo pudo hacerse esta foto de familia, de arriba a abajo: portaaviones HMS Invincible, USS Forrestal, buque de asalto anfibio USS Wasp y portaaviones Príncipe de Asturias (US Navy)
Más información:
Página web de la asociación del portaaviones USS Forrestal
Más imágenes en la web de Navsource.org
Portada de La Vanguardia del 30 de julio de 1967 con la noticia del incendio del portaaviones
El 18 de enero de 1982 el vigía marítimo del castillo de Montjuich apuntó en su cuaderno la aproximación de lo que parecía ser un portaaviones. Pronto con sus prismáticos pudo ver que, si bien tenía la característica silueta de un buque de guerra de este tipo, había algo en su cubierta de vuelo que no cuadraba. En lugar de aviones y las clásicas marcas de apontaje y despegue, en su pista habían instalados lo que parecían almacenes y grúas y ni rastro de aviones. Al poco rato vio que no venía solo, en su proa iba un remolcador dándole remolque, lo que parecía indicar que no tenía propulsión.
En su isla tan solo había una inscripción “A108”, el vigía consultó sus libros y el único barco de guerra que llevaba este numeral era el portaaviones HMS Triumph de la clase Colossus de la Royal Navy. Apuntado el nombre, el día y la hora de entrada tan solo le quedaba anotar donde atracó, el Muelle Sur Nº 1.
El buque taller HMS Triumph en el puerto de Barcelona (imagen de Jordi Montoro)
Con el transcurrir de los días el vigía vio que este barco no realizaba ninguna visita de cortesía, tampoco hizo una escala de emergencia al sufrir una avería en sus motores, el que fuera el portaaviones HMS Triumph (R-16) vino a Barcelona a morir y nunca más zarparía del puerto de la Ciudad Condal.
El HMS Triumph a la espera de su destino (imagen de Jordi Montoro)
El HMS Triumph fue uno de los muchos buques de guerra y civiles que fueron desguazados en los muelles del puerto de Barcelona. Como ya vimos en una entrada anterior llamada «En donde mueren los navíos» diversas empresas se dedicaron a reciclar todo tipo de barcos, entre ellos estaban los famosos transatlánticos Cabo de Buena Esperanza y Warwick Castle, también se desguazaron petroleros como el Campomanes o el Andros Patria, y en lo referente a buques de guerra por los sopletes barceloneses pasaron, además de este portaaviones, diversos transportes de ataque norteamericanos y la fragata HMS Torquay (F-43).
Portaaviones ligeros de la clase Colossus
Esta fue una prolífica serie de portaaviones de diseño y construcción inglesa de 15 unidades, los primeros 9 pertenecían a la clase Colossus original y los 6 últimos con algunas modificaciones se construyeron bajo la denominación de clase Majestic.
Esta serie de buques nació en plena Segunda Guerra Mundial de la necesidad de disponer de portaaviones ligeros para escoltar a los convoyes sin tener que desplazar un gran buque capital para ello. Cuantos más convoyes se organizaran más portaaviones se necesitarían y también crecería el desgaste económico de su construcción y mantenimiento. Para reducir costes se optó por diseñarlos y construirlos en astilleros civiles, y aunque se esperaba que tuvieran una vida útil corta y limitada, su buen diseño permitió que algunos de ellos superaran con creces las expectativas.
El Minas Gerais en 1984 (vía Wikipedia)
El mejor ejemplo de ello fue el del NAeL Minas Gerais (A-11) de la marina de guerra de Brasil, ex HMS Vengeance botado en 1944 y vendido a Brasil en 1960 (después de pasar por la marina australiana), causando baja en 2001 con 57 años desde su botadura.
El que fuera el cabeza de serie, el HMS Colossus, fue transferido a Francia y renombrado Arromanches (Michkar vía Wikipedia)
Otras marinas que se beneficiaron de las virtudes de estos buques fueron Francia que dispuso del Arromanches (ex HMS Colossus); la Royal Navy prestó los HMS Bonaventure (ex HMS Powerful), HMS Magnificient y HMS Warrior al Canadá en 1957, 1948 y 1946, este último tras dos años de servicio fue devuelto a su propietario original que con diez años de servicio fue vendido a la Armada de Argentina convirtiéndose en el ARA Independencia; la marina australiana además del HMS Vengeance, dispuso del Majestic y el Terrible, ambos del subtipo llamado Majestic; y otro de los más longevos fue el HMS Hercules que sería vendido a la India y renombrado Vikrant, terminando sus días en 1997.
El Vikrant fue un derivado de la clase Colossus, la serie Majestic (Arun Prakash vía Wikipedia)
Y no hay que olvidarse del HMS Venerable que fue cedido a Holanda y renombrado HNLMS Karel Doorman, aunque terminaría por ser vendido a la Armada de Argentina en donde se convertiría en el ARA Veinticinco de Mayo.
El HMS Triumph
Su construcción sería encargada a los astilleros R. & W. Hawthorn Leslie & Company Limited, siendo botado el 2 de octubre de 1944 y entregado el 6 de mayo de 1946. Desplazaba 13.350 toneladas con una eslora de 212 metros por 24 metros de manga y 7,2 metros de calado. Era propulsado por dos turbinas a vapor Parsons alimentadas por cuatro calderas Admiralty que en conjunto le daban 40.000 SHP. y 25 nudos de velocidad máxima con una autonomía de 12.000 millas náuticas a 14 nudos. Dotación, 1.050 tripulantes.
El portaaviones ligero HMS Triumph fue el décimo buque de guerra de la Royal Navy en llevar este nombre desde 1562 (Imperial War Museum)
Su armamento era de carácter defensivo, siendo equipado en principio con 12 cañones de 40 mm. y 27 montajes cuádruples de 2 libras (el famoso pom-pom). En cuanto a su capacidad como portaaviones podía embarcar hasta un máximo de 52 aeronaves, entre ellas habían Supermarine Seafire, Hawker Sea Fury, Fairey Barracuda, Fairey Firefly, Grumman F6F Hellcats y helicópteros Westland Dragonfly.
A su entrada al servicio activo no llegó a tiempo para la Segunda Guerra Mundial y la Royal Navy no lo descartó, todo lo contrario, lo puso en servicio rápidamente y quedó asignado al 2º Escuadrón de portaaviones de la Flota del Mediterráneo. Sin embargo, su área de influencia quedaría muy lejos de casa y en 1949 sería transferido a la flota del Lejano Oriente.
Visita del comandante en jefe de la Flota del Mediterráneo al portaaviones HMS Ocean fondeado en Cerdeña, al fondo el HMS Triumph (Imperial War Museum)
Un barco para todo
Por su cercanía en la zona el HMS Triumph fue el primer portaaviones de la Royal Navy en atacar posiciones norcoreanas el 3 de julio de 1950. Los aviones Seafire y Firefly del HMS Triumph junto con aviones del portaaviones norteamericano USS Valley Forge (CV-45) atacaron los aeródromos de Haeju y Pyongyang. Después de este primer ataque el portaaviones no dejaría la zona de guerra hasta el mes de septiembre.
Imagen tomada desde el HMS Triumph durate su misión en Corea, puede verse un avión Firefly y al fondo el portaaviones norteamericano USS Valley Forge (Imperial War Museum)Un avión Seafire del 800 Escuadrón despega del portaaviones HMS Triumnph en misión de combate contra objetivos de Corea del Norte (imperial War Museum)
Después de volver a casa sus misiones como portaaviones quedaron relegadas a buque de instrucción, reemplazó al veterano crucero HMS Devonshire. Sus magníficos aviones de combate fueron sustituidos por aeronaves más adecuadas para el entrenamiento como los Balliol T.2.
Los aviones Sea Balliol eran utilizados para practicar los despegues y aterrizajes en portaaviones (Imperial War Museum)
Al estar relegado a un papel secundario lejos de primera línea, a bordo del HMS Triumph se experimentaron con la primera cubierta de vuelo en ángulo en 1952, sin más modificaciones que unos cambios de pintura en la existente se probaron nuevos métodos para organizar los despegues y aterrizajes. Además, se preparó el camino para operar con helicópteros y embarcó un aparato Bristol Sycamore Mk.2 en previsión de tener que equipar a los portaaviones de la flota con esta aeronave.
Del 12 al 17 de octubre de 1955 el HMS Triumph escoltado por el crucero HMS Apollo iniciaban una escala histórica en el puerto de Leningrado y en su crucero de instrucción el 27 de noviembre de 1955 el portaaviones escoltado por el destructor HMS Venus llegaría a Barcelona.
Histórica visita del HMS Trimph a Rusia (vía perfil de British Pathé en Youtube)
Transformado a buque taller
Sin embargo, sus días de portaaviones, aunque fueran de entrenamiento llegaban a su fin. A partir de 1957 el barco fue llevado a Portsmouth para comenzar las obras de transformación a buque taller. No obstante, debido a problemas presupuestarios hubo algunos retrasos y las obras se paralizaron hasta 1961, reemprendiéndose en 1962 y finalizando dos años más tarde.
Para su nueva misión se le retiró cualquier elemento relacionado con las operaciones aéreas de ala fija, se instalaron talleres adicionales tanto en su interior como en su cubierta de vuelo además de un hangar para tres helicópteros y se reservó un pequeño espacio en proa para que pudieran aterrizar y despegar. También se modificó la isla en donde se añadieron compartimentos y alojamiento adicionales para las tripulaciones de los buques a reparar. Todo su armamento antiaéreo fue desmontado y tan solo conservó cuatro cañones de 40 mm. y otros tres para saludo.
Extraño aspecto del HMS Triumph con su nuevo cometido de buque taller (imagen vía Militaryimages)
Ahora el HMS Triumph podría ejercer no solo de buque taller de reparaciones de barcos, sino también como buque de transporte de tropas y de apoyo a escoltas en puerto al más puro estilo de los destroyer tenders de la US Navy, teniendo capacidad para atender hasta cuatro barcos a la vez.
El HMS Triumph demostrando sus capacidades (perfil de Twitter Heart of Oak)
La Royal Navy le daría un buen uso a este nuevo buque taller, lo destacó en la Flota del Lejano Oriente en Singapur, desde allí daría apoyo a los buques de la flota que participaron en la misión Konfrontasi que enfrentó a Indonesia y Malasia. Su último gran operativo tuvo lugar en la bahía de Bengala cuando el ciclón Bhola arrasó el Pakistán Oriental en 1966, hoy en día el actual Bangladés, a esa misión se la llamó Operación BURLAP.
En esta imagen se aprecia perfectamente el sistema de aspersores de agua en caso de entrar en una zona de guerra NBQ.
Terminada esta última misión fue sustituido como buque taller en la zona por el HMS Berry Head y se le ordenó volver a Chatham e inmediatamente pasó a la reserva, allí estuvo seis años sin que nadie se interesara por él y en 1981 causó baja definitiva y fue vendido para desguace.
El Triumph, esperando turno para desguace, visto desde el agua y captado por la cámara de Jordi Montoro.
Más información:
Artículo «El desguace naval en Barcelona» de M. Ramírez Gabarrús publicado en el diario La Vanguardia del 2 de octubre de 1982 página 30
Historial del portaaviones y del buque taller HMS Triumph en el portal Naval History
Jane’s Fighting Ships 1969-1970 y 1975-1976
El día 26 de mayo de 1989 comenzaron a llegar los buques de guerra extranjeros que debían participar en la revista naval previa a la ceremonia de la entrega de la bandera de combate al portaaviones Príncipe de Asturias de la Armada española. Hicieron acto de presencia buques de nueve naciones aliadas de la OTAN, las marinas de guerra de Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Portugal y Reino Unido enviaron sus representantes para esta cita, con una muy importante participación española.
Los principales buques de guerra se repartieron entre los muelles de Bosch i Alsina, Barcelona, San Beltrán y Poniente (Antonio Casinos Comas)
Al día siguiente, el 27 de mayo, se efectuaría la revista naval, los buques de guerra perfectamente empavesados con sus marineros adornando candeleros y pasamanos fueron revisados en el exterior del puerto por el rey Juan Carlos I y el ministro de Defensa Narcís Serra a bordo de la fragata Victoria, y tras ellos en la fragata Andalucía iban el resto de autoridades barcelonesas y catalanas. Terminada esta primera parte de la ceremonia los buques fueron entrando por orden al interior del puerto atracando en sus muelles previamente asignados.
Como es obvio los barcos más llamativos eran los más grandes, hasta cuatro portaaviones se dieron cita en la ciudad Condal, los españoles Dédalo y Príncipe de Asturias, el italiano Giuseppe Garibaldi y el francés Foch.
El portaaviones Foch durante la jornada de la revista naval (Jordi Montoro)
Este último era el único de líneas clásicas y el más grande de todos, no en vano era un portaaviones clásico, con sus catapultas de vapor para el despegue de los aviones y su cubierta oblicua para el aterrizaje de los mismos; además el capitán Etienne Bied-Charreton ordenó situar en la cubierta de vuelo a las aeronaves del portaaviones, dando una imagen aun más espectacular del barco de guerra.
Entrada del portaaviones Foch después de la revista naval (Archivo personal)
El portaaviones Foch tuvo una larga vida al lado de su hermano mayor Clemenceau, finalizado el servicio en la Marine Nationale fue vendido a Brasil y en sus 37 años enarbolando la bandera tricolor francesa tuvo misiones muy dispares, además de las militares, sirviendo como escenario de diversos conciertos, plató de televisión y extra en una película.
El portaaviones Foch
Este es el segundo portaaviones de un proyecto de cuatro unidades propuestas de 20.000 toneladas por el Consejo Supremo de la Marine Nationale en 1949, este programa fue revisado a la baja y en 1953 se aprobó la construcción de tres portaaviones convencionales de más de 24.200 toneladas de los que tan solo dos vieron la luz. El primero sería entregado en 1961 y se llamaría Clemenceau con numeral R-98 y el segundo se entregaría en 1963 con el nombre de Foch con numeral R-99.
Portaaviones Clemenceau (Antonio Casinos Comas)
El portaaviones Foch lleva su nombre en honor al mariscal francés Ferdinand Jean Marie Foch (1851-1929) que llegó a ser el comandante en jefe de los ejércitos Aliados durante la Primera Guerra Mundial. El Foch fue construido en los astilleros franceses de Chantiers de l’Atlantique en Saint-Nazaire, siendo botado el 23 de julio de 1960 y entregado el 15 de julio de 1963.
Este es el segundo buque en llevar este nombre, el primero fue un crucero pesado de la clase Suffren.
Desplaza 32.500 toneladas a plena carga con una eslora de 265 metros por 51,20 metros de manga y 7,50 metros de calado. Es propulsado por 6 calderas Indret y 4 turbinas a vapor de 126.000 Cv. conectadas a dos ejes, que le dan una velocidad máxima de 32 nudos y una autonomía máxima de 7.500 millas náuticas a 18 nudos. Dotación, 1.920 tripulantes entre marinería y personal del grupo aéreo.
A su entrada al servicio iba armado con 8 cañones de 100/55 mm. y algunos montajes para ametralladoras de 12,7 mm., en los años noventa esta configuración fue alterada siendo sustituidas cuatro de sus torretas artilladas (dos de proa por estribor y dos de popa por babor) por dos lanzadores de misiles antiaéreos SACP Crotale EDIR. En su último tramo de servicio en la Marine Nationale las cuatro torretas artilladas restantes serían reemplazadas por lanzadores de misiles Sadral.
Tiene capacidad para 40 aeronaves entre aviones Super Etendard, Etendard IVP, F-8P Crusader, Alizé y helicópteros Dauphin o Super Frelon. La cubierta de vuelo tiene una longitud de 259 metros con una pista oblicua de otros 165,5 metros y un total de 8.800 m² de superficie útil para las operaciones aéreas más dos catapultas de vapor para el lanzamiento de los aviones. Su hangar bajo cubierta mide 180 metros por 22 metros de ancho y 7 de alto con una superficie útil de 3.300 m². Las aeronaves pueden acceder al hangar y viceversa a través de dos ascensores externos situados a estribor a proa y popa de la isla con una capacidad de carga de 15 toneladas.
Sus principales aviones de combate son los Super Etendard y Crusader (Jordi Montoro)Y los aviones Alizé son utilizados para misiones antisubmarinas, reconocimiento y alerta temprana (Jordi Montoro)
Está dotado de dos radares de descubierta aérea, un DRBV-23B y otro tridimensional DRBI-10, además cuenta con el sensor DRBV-50 de descubierta aérea y de superficie de corto alcance, para el control de las aeronaves dispone de un radar de control aéreo y aproximación NRBA-50, además de radares de dirección de tiro DRBC-31, de navegación DRBN-34 y Decca 1226. Los sistemas de guerra electrónica son un sistema ECM LACERN y ESM mediante los detectores ARBR-16 y -17, lanzadores de señuelos Sagaie.
Actividad
La primera gran misión del Foch fue el de participar en el operativo de seguridad en las pruebas del arsenal nuclear del ejército francés en el Océano Pacífico. La misión se denominó ALFA y se desarrolló entre 1968 a 1969, el portaaviones Foch estuvo desplegado nueve meses y el Clemenceau otros nueve.
En 1973 el portaaviones Foch participó en unas pruebas navales únicas en la Marine Nationale, el origen de estos experimentos se halla en el programa naval PH-75 que proyectaba la construcción de dos portahelicópteros a propulsión nuclear de unas 18.400 toneladas y de 200 metros de eslora aproximadamente. Estos portahelicópteros serían los sustitutos perfectos de los veteranos portaaviones franceses Bois Belleau, La Fayette y Arromanches que fueron retirados del servicio activo entre 1960 a 1974. Aunque el nuevo proyecto emplearía aeronaves de ala rotatoria no sacrificarían por completo las de ala fija y se planteó la opción de embarcar aviones V/STOL como el francés Dassault Mirage IIIV o el Harrier. El portaaviones Foch fue el banco de pruebas perfecto para realizar los ensayos con un avión Sea Harrier de la Royal Navy entre el 13 al 14 de noviembre de 1973.
Avión Sea Harrier a bordo del Foch en 1973 (Marine Nationale)
Aun con un resultado satisfactorio de los aviones Sea Harrier en el portaaviones Foch, el programa sufrió diversos retrasos hasta que los dos portahelicópteros se transformaron en dos portaaviones a propulsión nuclear, cambiando la denominación del proyecto a PA-75 en 1980. Ninguno de estos proyectos vería la luz y tan solo se construiría el Charles de Gaulle del que ahora ya se busca sustituto.
En 1977-78 fue desplegado en la misión SAPHIR II durante el periodo en que la república de Yibuti accedía a su independencia. En 1984 dentro de la operación MIRMILLION y como extensión de la Operación MANTA, el Foch fue parte del contingente militar francés para evitar el avance de las tropas libias en el Chad. En el último tramo de la guerra civil libanesa fue desplegado dentro de la operación CAPSELLE para dar cobertura y protección a la evacuación de civiles.
En 1993 se integraría en la misión FORPRONU en Bosnia-Hezergovina, la misión francesa se llamaría BALBUZARD y dentro de las operaciones aéreas recibiría una visita especial. Repitiendo el evento de 20 años atrás a bordo del Foch aterrizarían aviones Sea Harrier del portaaviones HMS Invincible de la Royal Navy.
Espectación máxima desde la isla del portaaviones (PM Fourner vía Cols bleus)
Y este mismo año a bordo del Foch tendrían lugar los primeros apongajes y despegues del nuevo avión de combate naval francés, el Dassault Rafale. El 19 de abril de 1993 un avión Rafale aterrizaba por primera vez en el portaaviones Foch.
En 1996 se integró en las Fuerzas de Estabilización de la SFOR en Bosnia y dos años más tarde en la KFOR para mantener el orden y la seguridad en Kosovo. Su última acción bajo la bandera tricolor francesa fue la operación MIRRA desde enero al mes de abril del año 2000, con el fin de proteger las líneas marítimas comerciales en el Mar Mediterráneo y en los océanos Indico y Pacífico.
Rock and roll
Este por supuesto es un resumen muy pormenorizado de la actividad de este portaaviones, como es usual este tipo de unidades son muy polivalentes y siempre están disponibles para prestar otro tipo de servicios a la nación, servicios que en ocasiones se hallan muy alejados de su principal cometido pero aun así son necesarios para mantener alta la moral. En el portaaviones Foch tuvieron lugar algunos eventos especiales, todos ellos relacionados con la música y las artes escénicas.
El primero sucedió en Brest en 1963 se ofreció una fiesta a la marinería, oficiales, trabajadores de los astilleros y algunos invitados más. El acto central lo coparon un grupo teatral de la Comédie-Française que interpretó las obras de «Le mariage forcé» de Molière y la «Feu la Mère de Madame» de Feydeau en un escenario improvisado en los hangares del portaaviones.
El siguiente gran evento sucedería en 1970 la cantante francesa Mirelle Mathieu ofrecería un mini recital a bordo del portaaviones Foch fondeado en la rada de Brest. Esta representación sería presentada por Philippe Bouvard y retransmitida para el canal RTL.
Poco más tarde el 29 de septiembre de 1979 en la base naval de Tolón quien ofrecería un recital sería la estrella de rock Johnny Hallyday. Durante tres días el portaaviones se convirtió en el plató de rodaje de un gran concierto, primero filmaron en la cubierta de vuelo, después en el hangar y más tarde el portaaviones puso rumbo a Canes en donde tendría lugar el acto central del evento que sería retransmitido en diferido por televisión.
La llegada de Johnny Hallyday al portaaviones no podía ser más espectacular y en Youtube puede verse el concierto completo (vía canal Chevalier Manuel)
La influencia del espectáculo del rock americano lo envuelve todo y la escenificación también es importante, la estrella francesa llegó al portaaviones en un helicóptero Alouette III y escoltado por un marinero con los acordes de fondo de “In the Navy” de los Village People se dirigen al escenario montado en el hangar.
Pero este no fue el único concierto de Johnny Hallyday en el Foch, en 1988 repetiría su función con otras muchas estrellas de la música en directo para el canal TF1. El programa de una semana de duración sería presentado por Nicolas Mougin y Jean-Christophe Jeauffre que además de los espectáculos musicales enseñaron cómo es la vida a bordo del portaaviones con reportajes de las distintas aéreas del mismo, desde el hangar, aviones, CIC, puente de mando, etc … Además del ya nombrado Johnny Hallyday se invitó a los cantantes ingleses Samantha Fox y Nick Kamen, al músico y comediante francés Christian Morin, a la presentadora y cantante Dorothée y Erick Galiano representó el tema de Smooth Criminal de Michael Jackson.
Johnny Hallyday volvía al portaaviones Foch y otra generación de marineros podía disfrutar de su música, el formato visual algo distinto y más preparado para la televisión (vía canal de Gerard Isorez de Youtube)
Y para terminar, en 1995 el portaaviones se interpretó a sí mismo en la película “Marea Roja” de Tony Scott para introducir el argumento principal de esta película protagonizada por Gene Hackman y Denzel Washington.
Cambio de aires
El portaaviones Foch sería retirado del servicio activo en la Marine Nationale el 15 de noviembre de 2000 y ese mismo día era transferido a la Marinha do Brasil quienes lo renombrarían a São Paulo con numeral A-12.
El São Paulo reemplazaría al Minas Gerais A-11, ex HMS Vengeance R-71 (Rob Schleiffert vía Wikipedia)
Ahora como São Paulo desde el portaaviones despegarían aviones AF-1 Skyhawk (A-4KU) brasileños, y además, una vez al año pilotos de los aviones de la Armada de Argentina Super Etendard y S-2T Turbo Trackers mantendrían al día sus calificaciones como pilotos navales a falta de un portaaviones propio.
Avión AF-1 listo para despegar desde el São Paulo (Marinha do Brasil)
En 2005 el portaaviones sufriría un incendio en su sala de máquinas, el accidente lo dejaría fuera de las operaciones de la marina hasta 2013 cuando se terminó de reparar su propulsión, no obstante a pesar de los esfuerzos por devolverlo a la mar el viejo portaaviones se resistía y sus motores nunca lograron ser reparados por completo.
Por el alto coste económico de sus reparaciones el mando de la Marinha do Brasil se vio obligado a retirarlo del servicio en fecha de 14 de febrero de 2017 y aunque está a la espera de ser desguazado aun hay esperanzas para que se convierta en un museo flotante tal y como proponen desde el instituto São Paulo / Foch.
Más información:
Ficha técnica, historial y más fotos del Foch en la página web de Netmarine.net
El portaaviones São Paulo en la página web de Navios de Guerra Brasileiros
A las 7.30 horas de la mañana del 9 de enero de 1953 el vigía marítimo del Castillo de Montjuich anunciaba desde lo alto de su atalaya la llegada de una escuadra extranjera navegando en demanda de puerto, el experto centinela confirmó la identidad de los buques visitantes como el portaaviones USS Midway (CVA-41) y el crucero pesado USS Columbus (CA-74) que iban escoltados por los destructores USS Brownson (DD-868), USS Myles C. Fox (DD-829) y USS Turner (DDR-834), la comitiva la cerraban el buque de apoyo a destructores USS Everglades (AD-24), el petrolero de flota USS Marias (AO-57) y el submarino USS Sea Poacher (SS-406).
Así lucía la portada de La Vanguardia del 10 de enero de 1953 con fotografías de Pérez de Rozas
Poco más tarde de las ocho frente a la bocana del puerto desde el crucero pesado USS Columbus y buque insignia de la escuadra al mando del vicealmirante John Howard Cassady, se efectuaron los saludos de ordenanza con 21 salvas que fueron contestadas desde las baterías del castillo de Montjuich, terminada la ceremonia se pusieron en marcha los remolcadores y los prácticos del puerto para llevar a sus puntos de amarre a los buques de la escuadra norteamericana. El crucero USS Columbus quedó amarrado por popa en el Muelle de Barcelona, los tres destructores y su buque de apoyo amarraron no muy lejos del buque insignia en el mismo muelle, el petrolero USS Marias en el Muelle de Contradique y el submarino en el de San Beltrán, por último el portaaviones USS Midway debido a su gran tamaño permaneció fondeado a una milla de la Escollera del Levante.
La visita quedó reflejada en el noticiario del No-Do del 19 de enero de 1953 (pulsa en la imagen para ver el vídeo)
Las autoridades civiles y militares ya los estaban esperando en el puerto mucho antes del atraque junto al embarcadero del Club Marítimo, destacando la presencia del contralmirante Cervera, el jefe del sector aéreo el Sr. Echegaray, el segundo comandante de Marina el capitán de navío Luis Mayans, el cónsul general accidental de los Estados Unidos Montgomery H. Colladay, siendo este último el primero en subir al buque insignia para presentar sus respetos al vicealmirante Cassady seguido del resto de autoridades. Finalizados los saludos protocolarios a bordo del buque insignia el vicealmirante bajó a tierra para devolver la visita a las autoridades españolas. Y por la tarde hicieron lo propio los oficiales y marineros norteamericanos que libres de sus obligaciones desembarcaron para descansar y visitar la ciudad.
Dos marinos del «Shore Patrol» patrullando la zona baja de las Ramblas (Revista Destino)
Esta era una visita especial, no solo era la primera del portaaviones USS Midway sino también la primera escala de un portaaviones norteamericano desde el final de la guerra y desde el inicio de las escalas de los buques de la Sexta Flota a Barcelona. El pueblo barcelonés lo sabía y no fueron pocos los que acudieron al rompeolas para contemplar de lejos al único portaaviones que había lanzado un misil V-2 desde su cubierta de vuelo.
La clase Midway
El portaaviones visitante pertenecía a la clase Midway de los que se construyeron tres unidades entre 1943 a 1947. Esta nueva serie, que en principio debía de haber sido de 6 unidades, incluía algunas mejoras de diseño con respecto a la anterior clase Essex. Su sección de máquinas se inspiró en el diseño de los acorazados de la clase Montana, su cubierta de vuelo fue reforzada en acero y en ella pudieron operar los primeros y pesados aviones a reacción de la marina.
Portaaviones USS Midway CV-41 y USS Coral Sea CV-43
En posteriores modificaciones perdió toda semejanza con los Essex, ganó espacio cuando se le instaló una cubierta de vuelo en ángulo y sus dos ascensores interiores se desplazaron al exterior del casco, en su última configuración disponía de dos ascensores a estribor y uno a babor por popa. Desde sus catapultas pudo lanzar los primeros aviones a reacción de la Marina, F3H Demon, North American FJ-4 Fury, Douglas A-1 Skyrider y A-3 Skywarrior o Vought F-8 Crusaders; y en su última etapa embarcaba desde F-18 Hornets, A-6 Intruders o E-2 Hawkeye, no estaba nada mal para un portaaviones diseñado para la Segunda Guerra Mundial.
Dos aviones Vought F-8 Crusader listos para despegar (vía Navsource)
Fue construido por los astilleros de Newport News Shipbuilding & Dry Dock Co., siendo botado el 20 de marzo de 1945 y entregado el 10 de septiembre del mismo año. Llevaba su nombre orgulloso por el atolón de Midway situado en el Pacífico Norte en el extremo noroccidental del archipiélago de Hawái, así mismo su nombre hace referencia directa a la decisiva Batalla de Midway del 4 al 7 de junio de 1942.
Botadura del USS Midway el 20 de marzo de 1945 (vía Navsource)
Desplazaba 45.000 toneladas (en 1945) y su eslora era de 305 metros por 37 metros de manga (73 en la cubierta de vuelo) y 10,5 metros de calado. Era propulsado por 12 caleras y cuatro turbinas a vapor Westinghouse que le daban una potencia de 212.000 shp. a cuatro ejes que le daban una velocidad máxima de 33 nudos. Dotación, 4.104 tripulantes en total.
Su armamento original de carácter defensivo constaba de 18 cañones de 127/54 mm. Mk.16, 84 cañones Bofors de 40 mm. y 68 cañones Oerlikon de 20 mm.
Podía embarcar hasta 137 aeronaves, aunque en realidad nunca superaron las 100, en posteriores modernizaciones su número descendió hasta las 70 aeronaves (Scott Dyben vía Navsource)
Desde 1945 hasta 1953, fecha en la que el portaaviones USS Midway hizo su primera escala en Barcelona, el portaaviones no había participado en ningún conflicto. Estos ocho primeros años fueron tranquilos, su base quedó establecida en Norfolk como buque insignia de la División de Portaaviones número 1 (Carrier Division 1), y aunque la intención de la marina era la de emplear a esta nueva unidad en la guerra, llegó ocho días tarde.
El USS Midway a finales de los años ’50 con su primera modernización y la cubierta de vuelo en ángulo (David Buell vía Navsource)
A pesar de su tardanza este nuevo tipo de portaaviones fue empleado para realizar algunas pruebas que en un futuro serían decisivas para la construcción de nuevos portaaviones, como por ejemplo la adición de una cubierta de vuelo en ángulo similar a la utilizada en el portaaviones HMS Triumph de la Royal Navy; también se realizaron pruebas de vuelo con aviones y helicópteros experimentales y se efectuaron algunos cruceros de resistencia en aguas polares pero de todas las pruebas realizadas la más extravagante fue la Operación Sandy.
Operación Sandy
La carrera armamentística en los albores de la Guerra Fría obtuvo un gran impulso gracias al estudio de los cohetes V-2 alemanes capturados al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Los ingenieros alemanes lograron diseñar y poner operativa un arma adelantada algunos años a su tiempo, los cohetes V-2 eran literalmente misiles balísticos guiados con una carga bélica convencional, su único motor consumía etanol y oxígeno líquido y le permitía alcanzar los 5.760 Km/h con un alcance de 320 kilómetros y una tonelada de carga bélica.
Aunque los primeros modelos carecían de guiado y tan solo eran cohetes inerciales, los últimos modelos podían ser guiados por radio hacia su objetivo (Bundesarchiv)
Al finalizar la guerra, misiles, ingenieros e instalaciones fueron capturados por los aliados y tras un breve periodo de investigación comenzaron los lanzamientos de prueba para aprender lo máximo posible el funcionamiento de esta nueva arma y cómo podían construir nuevos ingenios para sus arsenales. El Ejército de los Estados Unidos realizó más de 70 lanzamientos de V-2 entre 1946 a 1952, la mayoría desde las instalaciones de pruebas de misiles de White Sands, algunos desde Cabo Cañaveral y uno desde el portaaviones USS Midway.
La Marina de guerra de los Estados Unidos estaba muy interesada en estos misiles, su intención inicial era la de poder armar a algunos de sus buques de superficie con esta nueva arma y añadir un plus en su poder ofensivo. Algunos candidatos fueron el acorazado USS Kentucky (BB-66) o el crucero de batalla USS Hawaii (CB-3) que se hallaban en construcción, o en su defecto también tuvieron la intención de modificar algunos portaaviones y añadirles una capacidad ofensiva extra. Ese fue el objetivo de la Operación Sandy bajo la dirección del contralmirante Daniel V. Gallery, la plataforma seleccionada no podía ser mejor, el portaaviones USS Midway tenía la cubierta de vuelo reforzada y esta característica era ideal para lanzar un misil sin que se dañaran en exceso sus instalaciones.
Tres fueron los misiles entregados por el Ejército de Tierra norteamericano (US Army) y preparados por los técnicos de White Sands para ser lanzados desde el portaaviones, los dos primeros tenían la denominación de «Bumper 7» y «Bumper 8», el número 7 era el misil seleccionado para lanzar y el número 8 el de reserva, mientras que el tercer misil fue preparado para que la marinería se entrenara con los procedimientos de montaje, preparación para el lanzamiento y prevención de incendios. Fueron transportados desde White Sands a Norfolk por tierra, primero en tren y después en camión, el transporte ya fue de por si un experimento ya que el ejército quería comprobar de primera mano en qué condiciones se podían transportar estas armas y cuál era su estado una vez llegaran a su destino. Durante el trayecto realizado en tren fueron dañados mínimamente en sus aletas estabilizadoras y el resto del cuerpo del misil llegó intacto a destino.
En el convoy de transporte se incluía la logística necesaria que acompañaba a los misiles, esto eran dos rampas de lanzamiento, un erector, los ordenadores y el combustible. Una vez en Norfolk y cargados todos los elementos en el portaaviones se pusieron manos a la obra para practicar todos los procedimientos para lanzar el misil, con especial atención a los equipos de control de daños quienes tendrían de hacer frente a un eventual accidente con la carga de combustibles del misil, cabe recordar que los misiles V-2 utilizaban oxígeno líquido, etanol y peróxido de hidrógeno.
Uno de los tres misiles entregados a la US NavyUna V-2 en el hangar del portaavionesProbando la rampa de lanzamiento en Norfolk
Acabadas las primeras pruebas y entrenamientos en la base naval de Norfolk el USS Midway zarpaba con rumbo a las Bermudas con una escolta de cuatro destructores con quienes experimentaron técnicas para la localización y seguimiento de misiles balísticos con sus radares, y la cobertura aérea proporcionada por seis aviones PB-1W, una versión del B-17 modificado para la patrulla marítima. A bordo del portaaviones embarcaron los almirantes Forrest Sherman, William Blandy y Daniel V. Gallery, además de personal del US Army y algunos ingenieros de compañías productoras de material militar.
Carga de combustible al misil V-2
El 6 de septiembre de 1947 a unas 250 millas al sureste de Bermunda el misil V-2 denominado “Bumper 7” encendía su motor, la emoción a bordo se contuvo un instante cuando el aparato alzó el vuelo y se inclinó 43 grados sobre su vertical, estos misiles tenían fama de fallar al despegue ya fuera por problemas en sus estabilizadores o porque sus motores fallaban después de la ignición, pero no fue el caso del número 7.
El ángulo que tomó al despegue hizo temer lo peor
Con esta inclinación despegó pasando muy cerca de la isla del portaaviones por su lado de estribor en un constante ascenso errático, a pesar de los intentos para estabilizarse sumado a las fuerzas aerodinámicas provocaron que a 12.000 pies (unos 3.600 metros) el misil se desintegrara y sus restos cayeron al mar.
Documental de la Operación Sandy (vía San Diego Air and Space Museum Archives)
Aun así la Marina calificó de éxito el lanzamiento y continuó con sus experimentos en tierra con la Operación Pushover, esta otra fase pretendía experimentar y poner a prueba la cubierta de vuelo de los portaaviones pero sin poner en riesgo a tan valiosos buques. Estos ensayos no pretendían realizar un lanzamiento completo del misil, sino cancelarlo a los pocos segundos y comprobar los efectos sobre las planchas de acero de la cubierta, para ello se construyó una réplica de la cubierta de vuelo del USS Midway.
Como se puede observar el resultado fue terrible, los expertos concluyeron que de haberse producido a bordo del portaaviones los combustibles inflamados hubieran llegado a las cubiertas inferiores y al hangar con los aviones, llegando posiblemente a perder el portaaviones (vía http://www.cv41.org)
Posiblemente por la enseñanza de las operaciones Sandy y Pushover la Marina seleccionara el combustible sólido para su primer misil intercontinental, el UGM-27 Polaris. El combustible sólido es mucho más estable y es fácil de manipular, requiriendo menores condiciones de seguridad, el único inconveniente es que una vez se ha activado no puede apagarse salvo destruyendo el cohete.
Y logró su guerra
Y por supuesto el portaaviones, cuya vida operativa superó a sus hermanos de clase con 47 años en sus cuadernas, fue finalmente a la guerra. Sería desplegado al Vietnam y en abril de 1975 participó junto a los portaaviones USS Coral Sea, USS Hancock, USS Enterprise y USS Okinawa en la evacuación de Saigón; y en noviembre de 1990 formó parte de la agrupación “Battle Force Zulu” esta fue una fuerza de combate internacional organizada para la Operación Escudo del Desierto y que constaba de cuatro portaaviones, los USS Midway, USS Ranger, USS Theodore Roosevelt y USS America.
La «Battle Force Zulu» escoltada por los cruceros USS Leyte Gulf y USS Normady (US Navy)
La última misión del USS Midway antes de ser retirado del servicio fue la de colaborar en la Operación Fiery Vigil para evacuar a civiles y personal no esencial dependientes del Departamento de Defensa norteamericano de las base aérea Clark y la naval de Subic Bay en Filipinas después de la erupción del volcán Pinatubo.
El portaaviones USS Midway causó baja definitiva el 11 de abril de 1992 y su destino fue ser convertido como museo flotante en San Diego.
Más información:
Información adicional del portaaviones y más imágenes en la página web de «Midway Sailor» y en la imprescindible Navsource (inglés)
Página web oficial del museo del portaaviones USS Midway (inglés)
Libro «USS Midway: America’s shield» de Scott McGaught
A las seis de la tarde en punto del sábado día 18 de mayo de 1935 hacía su primera visita y escala al puerto de Barcelona el transatlántico alemán Scharnhorst de la compañía Norddeutscher Lloyd proveniente del puerto de Palma de Mallorca. A su encuentro se dirigieron dos remolcadores que lo ayudaron a atracar por su costado de estribor en el Muelle de Barcelona paramento este junto a la Estación Marítima.
Transatlántico SS Scharnhorst recién llegado a Barcelona siendo ayudado por un remolcador (Brangulí vía Archivo Nacional de Cataluña)
Una vez hubieron acabado las operaciones de atraque, descendieron del Scharnhorst un nutrido grupo de empresarios de la industria naval española y periodistas de diversos medios, que habían sido invitados a embarcar en el puerto de Palma de Mallorca, para realizar el trayecto hasta Barcelona y comprobar de primera mano, las excelentes cualidades técnicas y marineras de este buque.
Este nuevo y moderno transatlántico se encontraba realizando su primer viaje inaugural con rumbo a Extremo Oriente habiendo salido de su puerto base de Bremerhaven el 3 de mayo. La compañía Norddeutscher Lloyd prometía realizar el viaje desde Bremerhaven hasta Yokohama en tan sólo 41 días con escalas en: Rotterdam, Amberes, Southampton, Barcelona, Palma de Mallorca, Génova, Puerto Said, Colombo, Singapur, Manila, Hong Kong, Shanghái y Kobe.
En su primera parada en Barcelona además, tenía lugar una doble celebración, aprovechando el viaje del Scharnhorst con el puerto japonés de Yokohama como destino final, se procedió a la inauguración de la línea Barcelona – Manila en 21 días. Línea a la que pronto se le sumarían sus hermanos gemelos los SS Gneisenau y SS Postdam.
Publicidad de la nueva línea aparecida en la revista Mundo Gráfico
Por la noche se celebró un banquete ofrecido por el capitán del buque en donde fueron invitadas las autoridades civiles y militares de la ciudad. Algunos de estos ilustres asistentes fueron el gobernador general de Cataluña, el jefe de la cuarta División, el cónsul de Alemania, el delegado de Hacienda y el delegado de Marina, entre muchos otros. Con todos los pasajeros y turistas a bordo, el SS Scharnhorst partió de madrugada rumbo a su siguiente destino, Génova.
Transatlántico Scharnhorst (Museo Marítimo de Barcelona)
La carrera del moderno y recién estrenado Scharnhorst encontraría su final años después bajo otra bandera, la imperial japonesa y su carrera militar como portaaviones terminaría abrúptamente por una salva de torpedos.
El transatlántico Scharnhorst
Fue construido por los astilleros alemanes Deutsche Schiff-und Maschinenbau (DeSchiMAG) en Bremen, siendo botado el 14 de diciembre de 1935 y declarándose operativo para el transporte de pasajeros en mayo de 1935.
El Scharnhorst (vía Ocean Liners An Illustrated History Peter Newall)
Fue nombrado en honor al general prusiano Gerhard von Scharnhorst (1755-1813) y a partir de 1939 con la entrada en servicio del acorazado Scharnhorst el transatlántico sería conocido en ocasiones como Scharnhorst II.
Desplazaba 18.184 toneladas de registro bruto y sus dimensiones eran de 198,7 metros de eslora por 22,5 metros de manga y 8,85 metros de calado. Su sistema de propulsión constaba de cuatro calderas Benson a 88 atmósferas que accionaban dos turbo generadores que alimentaban a dos motores eléctricos con una potencia de unos 19.000 kW a dos ejes, su velocidad de crucero era de 21 nudos y su velocidad máxima de 23,3 nudos. Su planta motriz basada en el sistema turbo-eléctrico fue el primero en ser montado en un buque alemán y por este motivo la Kriegsmarine utilizó a este transatlántico para probar nuevos sistemas de propulsión para sus buques de guerra.
Adolf Hitler descendiendo por la escala del Scharnhorst el día de su botadura
Su capacidad para el transporte de pasajeros era de 142 personas en primera clase y 144 en clase turista, con una dotación propia de 281 tripulantes. Todos los camarotes disponían de baño propio y el buque tenía sus instalaciones preparadas para navegar por las cálidas aguas del trópico.
La corta vida civil
Los viajes desde Europa hasta Extremo Oriente se mantuvieron hasta 1938, realizando en este periodo de tiempo hasta 16 viajes de ida y vuelta. El SS Scharnhorst y sus hermanos fueron tres de los barcos más rápidos de esta ruta manteniendo los 21 nudos de velocidad.
Postal del SS Scharnhorst (vía Simplon Postcards)
Durante los complejos meses antes del comienzo de la guerra, estos buques de la compañía Norddeutscher Lloyd fueron muy utilizados por la inmigración judía proveniente de Alemania y Austria que huían de una Europa abocada hacia una guerra inminente y que curiosamente no requerían de ningún visado.
Bajo otra bandera
El SS Scharnhorst se encontraba en el puerto de Kobe cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. El transatlántico quedó aislado sin poder volver a Europa ante el riesgo de ser capturado o hundido por los buques aliados que temían que fuera utilizado como crucero auxliar, asimismo un grupo de técnicos navales alemanes fueron desplazados a Japón para intentar la repatriación del mismo pero renunciaron al considerar la navegación extremadamente peligrosa.
A finales de septiembre de 1940 con la firma del Pacto Tripartito conformando lo que serían las Fuerzas del Eje entre Saburō Kurusu, Adolf Hitler y Galeazzo Ciano, el Scharnhorst fue transferido a Japón con la promesa de devolverlo a Alemania una vez terminada la guerra.
La intención de la Armada Imperial Japonesa fue la de utilizar al transatlántico como buque de transporte de tropas pero sus planes se vieron truncados en junio de 1942 con el desastroso desenlace de la Batalla de Midway. En pocas horas las fuerzas aeronavales norteamericanas destruyeron cuatro portaaviones japoneses los Akagi, Kaga, Hiryu y Soryu.
Por pura necesidad la Armada Imperial Japonesa debía construir nuevos portaaviones pero la premura temporal les impedía hacerlo de cero, por tanto decidieron convertir buques ya construidos como transatlánticos y mercantes a portaaviones. Uno de ellos fue el Scharnhorst que se convertiría en el portaaviones Shin’yo.
El portaaviones Shin’yo
En septiembre de 1942 sería trasladado a los astilleros de la marina en Kure, parte del acero empleado para su construcción provenía de la nueva clase de acorazados rápidos de la clase Kii cancelados en plena construcción después de la firma del Tratado Naval de Washington. Durante su conversión se mejoraría su estabilidad, se mantendría su planta propulsora y su nuevo hangar, con dos ascensores para acceder a él, tendría una capacidad para transportar a 33 aviones. Se le añadiría armamento, cuatro montajes dobles de cañones de 127 mm. más 30 de 25 mm. y su dotación constaría de 948 tripulantes.
El nuevo portaaviones desplazaba 17.500 toneladas en vacío y 20.586 toneladas a plena carga, sus nuevas dimensiones eran de 189,4 metros de eslora por 25,6 metros de manga y 8,2 metros de calado.
Las obras de reconversión finalizaron el 15 de noviembre de 1943 pero el Scharnhorst no fue el único, la Armada Imperial Japonesa empleó la misma técnica con los buques Argentina Maru – Kaiyo, Kashiwara Maru – Jun’yo, Izumo Maru – Hiyo, Yawata Maru – Un’yo, Nitta Maru – Chuyo y Kasuga Maru – Taiyo.
Final de trayecto
El portaaviones Shin’yo fue empleado para la escolta de convoyes comenzando su actividad en julio de 1944. Su último convoy fue el Hi-81 partiendo desde Luzón el 14 de noviembre con destino previsto a las Islas Filipinas el 4 de diciembre, participando en la escolta de los 19 buques que componían el convoy, incluidos los que transportaban a la 23ª División de Infantería del ejército japonés.
Portaaviones Shin’yo
El día 15 de noviembre el convoy fue atacado y dos torpedos lanzados por el submarino USS Queenfish alcanzaron al portaaviones Akitsu Maru de 11.800 toneladas que era utilizado como transporte de tropas, pereciendo 2.046 hombres.
Para prevenir cualquier otro tipo de ataque de submarinos, al día siguiente, el convoy se detuvo cerca de Corea en donde se les unió temporalmente el convoy Mi-27, el día 17 reemprendieron la marcha. Durante el trayecto fueron descubiertos por un bombardero norteamericano Boeing B-29 Superfortess, al que desgraciadamente los aviones de patrulla del portaaviones Shin’yo no pudieron alcanzar.
A 140 millas al Noroeste de Shanghái en el Mar Amarillo fueron interceptados por los submarinos norteamericanos USS Queenfish, USS Picuda y USS Spadefish. Fue este último el que disparó seis torpedos hacia el portaaviones Shin’yo de los que al menos cuatro alcanzaron su objetivo por el costado de estribor haciendo estallar los depósitos de combustible para la aviación. El portaaviones envuelto en llamas comenzó a escorarse hacia estribor para terminar hundiéndose por popa. Al día siguiente llegaron los buques del convoy Mi-27 logrando rescatar de las aguas del Mar Amarillo entre 130 y 200 tripulantes del Shin’yo, se estima que el ataque causó la muerte de aproximadamente un millar de hombres.
Submarino USS Spadefish (SS-411)
El portaaviones Shin’yo y el casco del que otrora fuera el transatlántico SS Scharnhorst de la compañía Norddeutscher Lloyd descansa cerca de la isla surcoreana de Jenjo.
La tarde del día 7 de noviembre de 1952 llegaba al puerto de Barcelona procedente de Buenos Aires y escalas el transatlántico argentino Corrientes de la compañía Río de la Plata S. A. de Navegación de Ultramar, procedió a atracar de costado en el Muelle de Barcelona junto a la Estación Marítima en donde le estaban esperando algunos pasajeros para embarcar más algunas sacas de carga. Terminadas las operaciones de embarque se hizo nuevamente a la mar el mismo día de su llegada poniendo rumbo a su siguiente destino, Génova.
Transatlántico Corrientes saliendo del puerto de Barcelona (Museo Marítimo de Barcelona)
Tras la pacífica apariencia del transatlántico Corrientes se esconde una breve pero intensa vida guerrera, nacido como buque de carga y requisado para ser convertido a portaaviones de escolta, fue alquilado a la Royal Navy bajo el contrato de la ley norteamericana de la Segunda Guerra Mundial de Préstamo y Arriendo y renombrado a HMS Tracker combatiendo en la Batalla del Atlántico y en el desembarco de Normandía.
El HMS Tracker
El portaaviones de escolta HMS Tracker con numeral D-24 pertenecía a la clase Attacker de los que se construyeron 8 buques en astilleros norteamericanos entre 1941 a 1943, todos ellos fueron construidos como cargueros del tipo C3 y requisados por la US Navy para ser utilizados como portaaviones de escolta, tras ser modificados fueron alquilados bajo el contrato de Préstamo y Arriendo (Lend and Lease) a la Royal Navy.
USS Hercules AK-41, primer buque de transporte del tipo C3 en ser completado
Podían desarrollar las misiones antisubmarinas, ataque o defensa aérea, para ello podían embarcar hasta 24 aviones en distintas configuraciones de los modelos Hawker Sea Hurricane, Supermarine Seafire, Fairey Swordfish, Grumman Wildcat, Vought F4U Corsair y Grumman Avenger.
El casco del HMS Tracker fue construido originalmente como un buque mercante del tipo C3-S-A1 en los astilleros de Seattle-Tacoma Shipbuilding Corp. para la compañía Moore-McCormack Lines con el nombre de Mormacmail, colocando su quilla el 3 de noviembre de 1941 y siendo botado el 7 de marzo de 1942. La US Navy requisó el mercante en fecha de 2 de mayo de 1942 para ser reconvertido a portaaviones de escolta cambiando su nombre a BACV-6.
Los astilleros Willamette Iron & Steel Corp. en Portland serían los encargados de realizar las modificaciones pertinentes para convertir al Mormacmail a un portaaviones de la clase Attacker, terminados los trabajos fue transferido a la Royal Navy en fecha de 31 de enero de 1943 con el nombre de HMS Tracker en honor a los nativos originales de Norteamérica que efectuaban las tareas de rastreador.
Portaaviones de escolta HMS Tracker (IWM FL22590)
Desplazaba 14.170 toneladas a plena carga, sus dimensiones eran de 141,7 metros de eslora por 21,2 metros de manta y 7,5 metros de calado. Era propulsado por dos turbinas a vapor de 8.500 shp. alimentadas por dos calderas de 285 psi. a un eje que le daban una velocidad de más de 18 nudos y una autonomía de 27.300 millas náuticas a 11 nudos. Dotación, 646 tripulantes, entre marineros y equipo de vuelo.
Su armamento de carácter defensivo y antiaéreo lo componían 2 cañones sencillos de 4″/50, 3 montajes dobles de 40 mm. y 21 sencillos de 20 mm.
Disparando los cañones Bofors de 40 mm. en el HMS Tracker (IWM A19749)
Su electrónica, instalada en el Reino Unido, constaba de un radar de descubierta aérea Tipo 79B y otro de descubierta de superficie Tipo 271, más equipos para la localización de transmisiones inalámbricas.
Disponía de una cubierta de vuelo de 137 x 37 metros y un hangar debajo de la misma de 79,2 x 18,9 metros, con dos ascensores y 1 catapulta hidráulica, con una capacidad máxima operativa de 24 aviones.
Aviones torpederos Grumman TBF Avengers listos para despegar del HMS Tracker (IWM A24946)
El HMS Tracker participó en la escolta de 14 convoyes entre mayo de 1943 a noviembre de 1944, y entre todas sus misiones de guerra destacaría tres hechos.
El 6 de noviembre de 1943 mientras realizaba una escolta antisubmarina al convoy HX 264 en ruta por el Atlántico Norte desde el Reino Unido a Estados Unidos, el convoy se vio sorprendido por el ataque de los submarinos alemanes U-262 y U-842, tras localizarlos fueron hundidos por el 2º Grupo de Escolta.
Aviones torpederos Fairey Swordfish preparándose para una nueva misión antisubmarina a bordo del HMS Tracker (IWM A19704)
Pocas horas después el 8 de noviembre el convoy se vio sorprendido de nuevo por otro submarino, el U-648, el cual disparó diversos torpedos G7es o también llamados torpedos GNAT (German Navy Acoustic Torpedo o Torpedo Acústico de la Marina alemana), todos los torpedos fallaron en sus objetivos y el submarino alemán logró evadir a las defensas del convoy.
El HMS Tracker se integró el 29 de marzo de 1944 en el convoy JW 058 en la Bahía de Kola, este convoy debía de transitar hacia el Reino Unido por el Ártico, allí se unió al crucero HMS Diadem y al portaaviones de escolta HMS Activity más 11 destructores de la Royal Navy y uno noruego. El día 3 de abril en el Mar de Barents se localizó al submarino alemán U-288 que intentaba atacar al convoy, inmediatamente se lanzaron los aviones para interceptarlo, los Swordfish desde el HMS Activity y los Avenger y Wildcat desde el HMS Tracker, quienes lo atacaron con cargas de profundidad y cohetes causando su hundimiento, no hubo supervivientes.
Submarino alemán U-288 siendo acosado por las cargas de profundidad lanzadas desde los aviones Avenger del HMS Tracker (IWM A22860)
Finalmente una de sus últimas acciones de guerra destacable fue la desarrollada a partir del 3 de junio de 1944, cuando junto a los portaaviones de escolta HMS Pursuer y HMS Emperor fue destacado a 130 millas al oeste de Lands End en la península de Penwith en Reino Unido. Su misión era la de bloquear el tráfico a los submarinos enemigos al interior del Canal de la Mancha, para de este modo, facilitar la navegación de los buques de desembarco y sus escoltas a las playas de Normandía. La misión se desarrolló sin novedades excepto por la colisión contra la fragata canadiense HMCS Terme K-458 que sufrió diversos daños teniendo que ser remolcada por la HMCS Outremont hacia Cardiff para ser reparada.
En noviembre de 1944 el HMS Tracker fue devuelto a los Estados Unidos en donde fue utilizado como buque de transporte de aviones en la zona del Océano Pacífico hasta julio de 1945. Fue asignado a la flota de reserva el 9 de agosto de 1945 quedando estacionado en la base naval de Norfolk en noviembre del mismo año.
Incorporándose a la vida civil
En 1949 el empresario argentino Alberto Dodero (1887-1951) adquirió a la US Navy cinco portaaviones de escolta para convertirlos en buques de carga y pasajeros, estos buques navegarían bajo bandera de la compañía Río de la Plata S. A. de Navegación de Ultramar dentro del Grupo Dodero.
Estos cinco buques fueron los:
– Artillero ex USS Vermillion CVE-52 / HMS Smiter
– Coracero ex USS St. Simon CVE-51 / HMS Arbiter
– Corrientes ex BACV-6 / HMS Tracker
– Lancero ex USS Delgada CVE-40 / HMS Speaker
– Salta ex USS Jamaica CVE-43 / HMS Shah
De estos cinco buques comprados los Artillero, Coracero y Lancero recuperaron su cometido original de buques mercantes; mientras que los dos restantes se convirtieron a buques de pasajeros, los Corrientes y Salta, para cubrir la nueva línea creada por Dodero que partiría de Buenos Aires con escalas en Río de Janeiro, Las Palmas, Lisboa, Barcelona, Marsella, Nápoles y Génova, con una escala adicional en Montevideo. Estos dos buques más otros de la misma compañía y de otras navieras tuvieron un importante papel para transportar a todos aquellos emigrantes que dejaron España para probar suerte en el continente sudamericano y en especial en Argentina.
El resto de buques de la compañía de Dodero eran los Alberto Dodero, Buenos Aires, Córdoba, Entre Rios, Eva Perón, Maipú, Mendoza, Presidente Perón, Santa Fe, Tucumán, Yapeyú y 17 de Octubre.
El Corrientes
Una vez adquirido por el Grupo Dodero, el HMS Tracker ya renombrado a Corrientes, fue convertido a buque de pasajeros con capacidad adicional para el transporte de carga en los astilleros norteamericanos de Newport News S.B. & D.D. Co. en Newport News.
Obras de transformación del HMS Tracker a su nuevo aspecto como transtatlántico Corrientes (Newport News S. B. & D. D. Co. vía Histarmar)
En su nueva vida, el Corrientes podía transportar a 4 pasajeros de primera clase con opción a otros 18, más 1.640 pasajeros de tercera clase o clase turista. Se le añadió una bodega con una capacidad de de 2.768 m³ de carga a granel o de 2.461 m³ de carga general. Conservó sus dimensiones y su desplazamiento varió a 12.053 toneladas, se le instaló una nueva planta propulsora mediante turbinas a vapor de la firma Allis-Chalmers de 8.500 cv. de potencia que le daban 17,5 nudos de velocidad máxima.
En el momento de incorporarse a la flota de la compañía los transatlántico Corrientes y su hermano Salta eran los mayores buques de pasajeros de Argentina, tan importante fue esta adquisición para la nación que el mismo día de la entrega del Corrientes asistieron el presidente del país Juan Domingo Perón acompañado de Eva Perón y con Alberto Dodero ejerciendo de anfitrión, en donde pudieron constatar de primera mano del buen estado y confort del nuevo buque de la compañía de Dodero.
Transatlántico Salta gemelo del Corrientes (vía Histarmar)
En 1955 fue transferido a la Flota Argentina de Navegación de Ultramar y en 1961 a la Empresa Líneas Marítimas Argentinas S.A.
Las batallas y los viajes del Corrientes pronto le pasaron factura, a principios de 1964 y como antesala de su fin, el Corrientes tuvo que ser reparado de urgencia en el puerto de Génova debido a problemas en sus motores, finalizadas las reparaciones continuó su viaje, finalizando abrúptamente en el puerto de Lisboa en donde la misma tripulación se negó a continuar el viaje si no se revisaba a fondo el buque. Por contra desde Buenos Aires ordenaron que el Corrientes continuara su viaje haciendo escala en las Islas Canarias en caso de emergencia. Con el pasaje a bordo la tripulación no tuvo más remedio que acatar las órdenes y continuar su viaje de regreso mas no llegarían mucho más lejos del puerto de Lisboa por avería en los motores y teniendo que volver al puerto lisbonense con algunas dificultades.
El coste de la reparación y la obsolescencia del buque desaconsejaron cualquier tipo de trabajo para recuperar al Corrientes, siendo dado de baja en el mismo puerto de Lisboa y vendido para desguace en Antwerp (Bélgica) en septiembre de 1964.
Más información:
Historia y vida de Alberto Dodero en el portal de Histarmar
Portaaviones de escolta BACV-6 / HMS Tracker en Navsource
«Los barcos de la emigración y sus protagonistas» en la página Oficial de la Federación Regional de Sociedades Españolas
La mañana del día 31 de marzo de 1924 hacía su entrada al puerto de Barcelona, en visita de cortesía, el crucero acorazado USS Pittsburgh de la marina de guerra de los Estados Unidos procedente de Marsella. Al acercarse a la bocana del puerto fue a su encuentro el práctico de guardia, quien lo guiaría hasta el muelle asignado para su atraque, el Muelle de Poniente.
Crucero acorazado USS Pittsburg en Barcelona alrededor de los años ’20 (Museo Marítimo de Barcelona)
Instantes después de cruzar la bocana, izó en su palo más alto la bandera nacional española a la vez que realizaba el saludo a la plaza con una salva de 21 cañonazos, saludo contestado por las baterías del castillo de Montjuich y por los cañones del crucero Río de la Plata de la Armada española. Nadie quiso perderse la llegada de tan ilustre y singular visitante, los hidroaviones de la Aeronáutica Naval con base en Barcelona, realizaron algunas maniobras alrededor del crucero a modo de saludo.
Dos vistas hacia popa y hacia proa de la cubierta principal del USS Pittsburgh en Barcelona (AFCEC)
Tras amarrar sus cabos de popa, en el muelle los estaban esperando representantes de la comandancia naval en Barcelona don Luis Manuel de Villena y el capitán de Estado Mayor don José molina, así como el cónsul general norteamericano en Barcelona el Sr. Ralph J. Totten. Todos ellos fueron recibidos a bordo por el vicealmirante P. Andrews y el comandante del crucero el capitán John Valentine Klemann.
El USS Pittsburg visto desde el muelle (Archivo Nacional de Cataluña)
Esta no fue ni sería la única visita de este crucero acorazado a Barcelona, desde 1919 a 1926 estuvo asignado como buque insignia de las fuerzas navales norteamericanas en Europa, por tanto su presencia fue constante, visitando la ciudad Condal en ocasiones en solitario y en otras acompañado de destructores.
El USS Pittsburgh llegaba a Barcelona en el momento preciso de normalización de relaciones con los Estados Unidos, apenas unos meses antes se inauguraba en Cartagena (Murcia) un monumento en recuerdo a los caídos en la Batalla de Cavite del 1 de mayo de 1898, en donde estuvieron presentes a su inauguración el rey Alfonso XIII junto con el embajador estadounidense Alexander P. Moore. Como símbolo de esta normalización en ocasiones se organizaban eventos culturales en las ciudades en donde recalaban los buques norteamericanos. Uno de estos eventos tuvo lugar en Barcelona, un día antes de la partida del crucero acorazado de la ciudad. El día 5 de abril se organizó un partido de béisbol en el campo de futbol del Real Club Deportivo Español, los equipos a enfrentarse fueron la selección barcelonesa de béisbol contra un equipo formado por marinos norteamericanos del crucero acorazado USS Pittsburgh, la entrada fue gratis pudiendo presenciarlo quien quisiera.
El crucero acorazado USS Pittsburgh fue a su vez junto con el crucero ligero USS Birmingham pionero de la aeronáutica naval norteamericana y mundial, realizando sobre ellos los primeros despegues y aterrizajes de aviones sobre un barco de guerra y cayendo víctima del soplete, antes de lo esperado, a causa del Tratado Naval de Londres.
El Crucero Acorazado Nº 4
El crucero acorazado USS Pittsburgh originalmente se lo bautizó como USS Pennsylvania o como también era conocido Armored Cruiser Nº 4 o Crucero Acorazado Nº 4, este nombre y denominación lo ostentó desde marzo de 1901 a agosto de 1912. A partir de 1912 el USS Pennsylvania fue renombrado a USS Pittsburgh y se convertiría en el segundo buque de guerra de esta nación en llevar el nombre de esta ciudad de la mancomunidad de Pensilvania. Con este cambio se liberaba el nombre Pennsylvania para una nueva clase de acorazados, estos serian los USS Pennsylvania y el USS Arizona, ambos presentes en Pearl Harbor el día del ataque japonés.
USS Pennsylvania (vía Navsource.org)
El USS Pennsylvania fue el primero de una serie de cinco unidades construidos desde 1901 a 1908, todos ellos combatieron en la Primera Guerra Mundial perdiendo tan sólo uno de ellos, el USS California, supuestamente por un torpedo del submarino alemán U-156 frente a las costas de Long Island el 19 de julio de 1918.
Sería construido por los astilleros norteamericanos de William Cramp & Sons en Filadelfia, siendo botado el 22 de agosto de 1903 y dado de alta el 9 de marzo de 1905.
Desplazaba 13.900 toneladas estándar, y sus dimensiones eran de 154 metros de eslora por 21,18 metros de manga y 7,34 metros de calado. Era propulsado por 32 calderas Niclausse y dos maquinas verticales de triple expansión a dos ejes con una potencia de 23.000 ihp., su velocidad máxima era de 22 nudos. Dotación, 889 tripulantes (80 oficiales, 745 marineros más 64 infantes de marina).
Su armamento original estaba compuesto por 4 cañones dobles Mk. 5 de 203/40 mm., 14 cañones Mk. 6 de 152/50 mm., 18 cañones de 76/50 mm., 12 de 47 mm., 2 de 37 mm. y dos tubos lanzatorpedos de 450 mm.
Detalle del puente de mando y de su batería principal de proa de 203 mm. (vía Navsource.org)
Su coraza protectora variaba de entre los 152 mm. en la línea de flotación a los 102 mm. en proa y popa, las torres artilladas disponían de 165 mm. y 152 mm. para las barbetas laterales, la máxima protección se encontraba en la torre de mando con 229 mm. de blindaje.
En las fechas de su visita a Barcelona el ya entonces USS Pittsburgh (ex USS Pennsylvania) había sido modernizado, su planta propulsora fue remodelada reduciendo sus calderas de 32 a 20, 8 Niclausse y otras 12 Babcock & Wilcox. Su armamento también sufrió cambios, su nueva configuración fue: 2 torres dobles de cañones de 203/45 mm. Mk. 6, 14 cañones sencillos de 152/50 mm. Mk. 6, 18 sencillos de 76/50 mm., 4 cañones de saludo Driggs-Schoeder de 47 mm. y dos tubos lanzatorpedos bajo la línea de flotación de 450 mm.
Primer despegue desde un buque de guerra
En octubre de 1910 el pionero de la aviación norteamericana Eugene Burton Ely (1886-1911) junto con el diseñador y fabricante de aviones Glenn Curtiss (1878-1930), consiguieron una reunión con el capitán Washington Irving Chambers (1856-1934) para lograr el apoyo de la US Navy para intentar investigar el posible uso de la aviación militar a bordo de buques de guerra.
Eugene Burton Ely a los mandos de su avión (Naval Historical Center)
El principal escollo para la utilización de los aviones de la época en barcos radicaba en su despegue y aterrizaje, por ello la US Navy prestó y adaptó según las instrucciones de Ely y Curtiss el crucero ligero USS Brimingham para poder experimentar los despegues.
El crucero USS Birmingham de 3.750 toneladas y 129 metros de eslora, fue conducido a los astilleros de la marina en Norfolk, lugar en donde sería adaptado para el experimento del despegue. Se construyó una plataforma de madera de algo más de 25 metros de longitud (83 pies) que sería instalada en la proa, frente del puente de mando.
Crucero ligero USS Birmingham
La mañana del día 14 de noviembre de 1910 el crucero USS Birmingham con el avión de Ely a bordo, un biplano Curtiss modelo D con un motor de 50 HP., puso rumbo hacia Old Comfort Point en la bahía de Chesapeake acompañado de los destructores USS Roe, USS Terry y los torpederos USS Barley y USS Stringham. Alrededor de las 3 de la tarde el biplano Curtiss de Ely despegaba desde el USS Birmingham no sin algún percance, ya que el pequeño avión golpeó el agua y por poco termina el experimento frente a la proa del crucero, por fortuna pudo remontar el vuelo logrando aterrizar en tierra firme en Willoughby Spit a unos 4 kilómetros de su punto de partida.
Despegue del biplano de Ely desde el USS Birmingham el 14 de noviembre de 1910 (Naval Historical Center)
El 4 de enero de 1911 con el mismo avión Curtiss, Ely despegó desde tierra firme en Selfridge Field al sur de San Francisco y puso rumbo a Hunters Point en la bahía de San Francisco, lugar en donde le esperaba fondeado el USS Pennsylvania. El crucero acorazado disponía de una plataforma más grande de unos 39,62 metros de longitud por 9,75 metros de ancho (130 x 32 pies) instalada en la popa, detrás del segundo palo.
Primer aterrizaje sobre la plataforma del USS Pennsylvania (Naval Historical Center)
Ely no sólo logró aterrizar el biplano si no que completó las pruebas haciéndolo despegar de nuevo desde el USS Pennsylvania. Meses más tarde su compañero Glenn Curtiss realizó una nueva prueba a bordo del USS Pennsylvania, Curtiss quería experimentar con la recuperación de hidroaviones en la mar y su posterior transporte. Para ello el día 17 de enero de 1911 él mismo pilotó un hidroavión hasta el puerto de San Diego en donde se encontraba el USS Pennsylvania, amerizando muy cerca del crucero acorazado, una vez hubo llegado a su costado mediante una grúa del crucero se izó al hidroavión y lo depositó suavemente en su cubierta, horas más tarde se repitió la operación a la inversa demostrando la posible adaptación y uso operacional de estas aeronaves sin tener que disponer de una plataforma en donde poder aterrizar y despegar.
Pruebas con el hidroavión de Curtiss (Naval Historical Center)
La evolución
La carrera por conseguir la superioridad aérea mediante aviones embarcados comenzó con el primer vuelo desde el USS Birmingham y pronto se sucedieron diversos hitos que marcaron la pauta a seguir:
1915 desde el USS North Carolina se lanzó el primer avión mediante una catapulta.
1918 Reino unido construyó el primer portaaviones con una cubierta de vuelo completa desde proa a popa con ascensores que comunicaban la cubierta inferior o hangar con la cubierta superior, el HMS Argus (I-49).
HMS Argus con el camuflaje dazzle
1918 se comenzó la construcción en Reino Unido del primer portaaviones diseñado para tal fin el HMS Hermes (95), hito compartido con el japonés Hōshō.
1922 la US Navy adaptó un barco mercante como portaaviones, similar en apariencia al HMS Argus, el USS Langley (CV-1), convirtiéndose en el primer portaaviones norteamericano y a su vez fue el primero en disponer de cables de frenado para poder recuperar a los aviones con seguridad.
USS Langley primer portaaviones norteamericano
Pasada la Segunda Guerra Mundial se sucedieron diversos hitos gracias al avance tecnológico a la par que se comenzaban a volar los primeros aviones con motores a reacción, más grandes, más pesados y más capaces.
Por ello fue necesario la modificación de la cubierta de vuelo de los portaaviones con secciones especializadas en la recuperación y en el despegue de las aeronaves. Se añadieron catapultas de vapor, ayudas electrónicas y ópticas para el aterrizaje, se comenzó a utilizar la propulsión nuclear en los portaaviones (US Navy y Marine Nationale), para los portaaviones más pequeños se ideó el concepto Ski Jump y más recientemente las catapultas de vapor pronto serán sustituidas por catapultas electromagnéticas (EMALS, por el momento sólo en la US Navy).
USS Gerald R. Ford, último portaaviones construido para la US Navy equipado con catapultas EMALS
Últimos años del USS Pittsburgh
El crucero acorazado USS Pittsburg después de navegar por el mundo entero y haber participado en la Primera Guerra Mundial sucumbió a lo establecido en el Tratado Naval de Londres firmado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Japón. En el punto donde se regulaba el tonelaje de los buques de guerra, no permitía que los cruceros sobrepasaran las 10.000 toneladas, la clase Pennsylvania sobrepasaba en aproximadamente 4.000 toneladas esa norma. En el Tratado también se regulaba la manera en que debían de ser retirados, o se hundían o se desarbolaban o se debían de utilizar como blancos en ejercicios. El USS Pittsburgh fue utilizado primero como blanco flotante en prácticas de tiro en octubre de 1931 y posteriormente comenzaría su desguace en diciembre del mismo año.
USS Pittsburgh (vía Navsource.org)
Más información:
Llegada del USS Pitssburgh a Barcelona en La Vanguardia del día 1 de abril de 1924 página 17
Crucero acorazado USS Pennsylvania / Pittsburgh en Navsource.org
Artículo de David Alman «Seaplanes: The Beginning» en el Naval History Blog