El águila al rescate

El día 3 de abril de 1930 una nueva agrupación naval inglesa visitaba el puerto de Barcelona, esta llegaría en dos grupos, el primer grupo estaba compuesto por el portaaviones HMS Eagle, más los destructores HMS Acasta (H-09), HMS Anthony (H-40), HMS Keppel (D-84) y HMS Whiterington (D-76); el segundo grupo llegaría el día 4 y estaba formado por el destructor HMS Douglas (D-90), y los buques taller HMS Cyclops (F-31) y RFA Perthshire.

HMS Eagle 05 - ANC
El portaaviones quedó atracado de popa en el Muelle de Barcelona paramento sur, el resto hicieron lo propio en San Beltrán (Gabriel Casas i Galobardes /
HMS Anthony - IWM
Venía escoltado por algunos destructores como el HMS Anthony (Imperial War Museum)
HMS Witherington D76 - IWM
El HMS Witherington (Imperial War Museum)
HMS Cyclops
Y el buque taller HMS Cyclops.

Este portaaviones ya había visitado con anterioridad el puerto de la ciudad Condal, concretamente en septiembre de 1924, y bien pudo ser el primer portaaviones en visitar Barcelona, seguido por un año de diferencia por el HMS Argus. Sin embargo, esta visita era muy esperada ya que todos querían ver el barco que salvó de la mar a los aviadores Franco, Gallarza y Ruiz de Alda más al mecánico Madariaga al caer su avión Dornier 16 en el Océano Atlántico.

El portaaviones HMS Eagle

Este portaaviones debía de haberse convertido en un principio en un acorazado super dreadnought para la Armada de Chile con el nombre de Almirante Cochrane, de hecho, su quilla fue instalada el 20 de febrero de 1913. Sin embargo, a causa del inicio de la Primera Guerra Mundial su construcción se suspendió y el casco fue comprado por el gobierno británico y decidió convertirlo en el portaaviones HMS Eagle.

HMS Canada Plan
Aspecto que debió haber tenido el super dreadnought chileno.

Terminada la guerra la construcción del portaaviones se detuvo ya que el gobierno de Chile quería recuperar el barco para construir el acorazado que necesitaban, esto retrasó su entrega a la Royal Navy y generó algunos retrasos hasta que se solucionó este contratiempo.

Sería construido por los astilleros de Armstrong Whitworth siendo botado el 8 de junio de 1918 y entregado el 20 de febrero de 1924. El resultado fue un portaaviones de 26.417 toneladas con una eslora de 203,5 metros por 35,1 metros de manga y 8,8 metros de calado.

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El HMS Eagle a medio construir (Imperial War Museum)

A diferencia del HMS Argus, disponía de isla instalada en estribor y una cubierta de vuelo cuya longitud era de 198,7 metros y su anchura era de 30,4 metros. En cuanto a su hangar, al que se accedía por dos ascensores situados a proa y popa, tenía unas dimensiones de 121,9 metros de longitud por 10,1 metros de largo y estaba protegido en su interior por cuatro cortinas contraincendios de acero.

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El portaaviones visto por babor (Imperial War Museum)

Era propulsado por cuatro turbinas a vapor alimentadas por 32 calderas que en conjunto daban 50.000 SHP. que conectadas a 4 ejes lograba alcanzar los 24 nudos de velocidad y una autonomía de 4.800 millas náuticas a 16 nudos. Dotación, 791 tripulantes sin incluir el equipo de vuelo.

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Esta vista aérea permite observar la disposición de su cubierta de vuelo y los acensores de acceso al hangar (Imperial War Museum)

Estaba armado con 9 cañones de 152 mm. más 4 de 102 mm. antiaéreos. En cuanto a sus aeronaves, su capacidad era de 25 a 30 aviones de los modelos Hawker Osprey, Fairey Swordfish, Fairey Flycatcher, Supermarine Seafire y/o Hawker Sea Hurricane.

HMS Eagle & Fairey Flycatcher
En primer plano un biplano Fairey Flycatcher del portaaviones HMS Eagle

Por los retrasos de su construcción no pudo participar en la Gran Guerra y durante el periodo entreguerras estuvo destinado en la Flota del Mediterráneo y la Estación de China, durante estos años el portaaviones se puso a punto para una futura guerra.

Portaaviones al rescate

El portaaviones HMS Eagle sería recordado en España por el rescate de la tripulación del hidroavión Dornier Do 16 Wal de los aviadores Ramón Franco, González Gallarza, Ruiz de Alda y Modesto Madariaga que iniciaron el 21 de junio de 1929 desde el Aeródromo de Los Alcázares con destino a Nueva York, su intención era batir el récord de distancia recorrida en hidroavión de 3.300 kilómetros.

Aviadores Franco-Ruiz-Gallarza
Tres componentes de la tripulación de aquel vuelo, aviadores Ramón Franco, Julio Ruíz de Alda y Eduardo Fanzález Gallarza.

Sin embargo, tan difícil empresa en esa época se vio truncada debido a una avería mecánica cuando volaban a la altura de las Azores y nada más se supo de ellos hasta pasados siete días. El país entero aguardó en vilo a los aviadores que tan buenos logros obtuvieron en el pasado como cuando en enero de 1926 Ramón Franco a los mandos de su avión Plus Ultra, un Dornier J Wal, realizó la hazaña de volar 10.270 kilómetros desde Palos hasta Buenos Aires.

El rescate se produjo una semana después, el portaaviones HMS Eagle encontró el hidroavión y a su tripulación navegando a la deriva al sur de la isla de Santa María en las Azores. La tripulación del portaaviones acogió a los aviadores a bordo del barco y su hidroavión también fue rescatado.

HMS Eagle - Gibraltar 02 - BNE
Una vez los aviadores españoles estuvieron a salvo a bordo del portaaviones y su hidroavión quedó asegurado en cubierta, pusieron rumbo a Gibraltar (imagen de Marin vía el Mundo Gráfico)
Manifestacion rescate - BNE
La noticia del rescate fue recibida con alegría en todo el país y rápidamente se organizaron manifestaciones en apoyo a los aviadores como esta de Barcelona

Durante la visita del HMS Eagle a Barcelona uno de los aviadores, González Gallarza, se acercó a la ciudad Condal para visitar y agradecer a su tripulación el rescate.

La guerra

La guerra comenzó para el portaaviones en el Océano Índico, allí su función fue la de localizar a los cruceros auxiliares alemanes que como corsarios interferían en las rutas comerciales aliadas. A mediados de 1940 fue trasladado al Mar Mediterráneo para escoltar convoyes entre Malta y Grecia, y de paso atacar a objetivos italianos en el Mediterráneo oriental.

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El portaaviones fondeado en Hong Kong (Naval History and Heritage Command)

Pero su final estaba cerca, concretamente en la llamada Operación Pedestal para suministrar armamento y aviones a Malta. La tarde del 11 de agosto de 1942 el portaaviones HMS Eagle fue interceptado por el submarino alemán U-73 del kapitänleutnant Helmut Rosenbaum a unas 70 millas náuticas al sur del Cabo Salinas en la isla de Mallorca. Este le lanzó cuatro torpedos, ninguno falló en el blanco y el portaaviones se hundió en cuatro minutos. Fallecieron 131 oficiales y marineros y otros 929 fueron rescatados de la mar.

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El portaaviones HMS Eagle herido de muerte.

 

Más información:
Llegada del portaaviones a Barcelona en el diario La Vanguardia del 5 de abril de 1930
El rescate de los aviadores en la revista El Mundo Gráfico del 10 de julio de 1929
Libro «Águilas y garras» de Ramón Franco disponible en Amazon

El correo aéreo Barcelona-Palma

Apenas había salido el sol y el vigía marítimo del castillo de Montjuich se disponía a comenzar un nuevo día abriendo su libreta para iniciar el parte de las escalas de esa jornada. En la hoja rezaba: 18 de marzo de 1920. Primero anotó las llegadas: de Palma vapor correo Mallorca; de Amberes y escalas, vapor Helvetier belga con carga general; de Palamós, el pailebote Joven Paquito; y de Cádiz el crucero Princesa de Asturias de la Armada española. Después apuntó las salidas, con un total de cinco vapores, uno de ellos alemán. Además, también tuvo en cuenta la distancia de los buques que salieron el día anterior y los avistamientos de barcos que no entraban en puerto.

Puerto de Barcelona - MMB
Vista parcial del puerto de Barcelona desde Montjuich (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)

Sin embargo, a medida que se levantaba el día y gracias a sus potentes catalejos pudo observar a lo lejos, en las dársenas interiores del puerto, un gran gentío y una creciente actividad de pequeñas embarcaciones que se arremolinaban entre los muelles de Barcelona y Cataluña. Allí estaba a punto de suceder algo importante, era momento de dejar de mirar al mar por unas horas y centrar la atención en el cielo ya que estaba a punto de despegar un hidroavión con correo aéreo con destino a Palma de Mallorca.

El correo aéreo en España

Los primeros vuelos con correspondencia no vinieron de ninguna compañía aérea española sino francesa. Sería un 1 de septiembre de 1919 cuando dos aviones Breguet XIV de las Líneas Aéreas Latécoère entraron en España siguiendo la costa mediterránea con rumo sur, habían despegado de Toulouse y se dirigían a Rabat con correspondencia. Hicieron escala en el aeródromo del Prat y más adelante descansaron en el de Rabassa de Alicante. Este vuelo inspiró e ilusionó a muchos y pronto se realizaría un experimento similar en España.

Breguet XIV - NARA
Avión Breguer XIV como el utilizado por las Líneas Aéreas Latécoère (National Archives)

Sería una empresa catalana la que pondría los medios para transportar correspondencia desde Barcelona a Palma de Mallorca, con los hidroaviones de Talleres Hereter S.A. dirigido por el ingeniero y piloto Jorge Loring. Esta iba a ser una empresa atrevida como lo fuera en la primera mitad del siglo XIX conectar la península con las islas Baleares con los vapores el Balear y el Mercurio de la Compañía Catalana de Vapor.

La aeronave seleccionada fue un SIAI Savoia S.9 de diseño italiano y que fue enviado a Barcelona junto al piloto Guido Janello. Este era un hidroavión biplano monomotor que estaba diseñado para tareas de reconocimiento y que incluso podía ser armado con una ametralladora y algunas bombas.

Savoia S.9
Hidroavión SIAI S.9 (vía Wikipedia)

Tenía una envergadura de 13,2 metros, una longitud de 9,87 metros y una altura de 3,60 metros. Su peso vacío era de 1.200 Kg. y era propulsado por un motor FIAT de 280 HP. con el que podía llegar a los 188 Km/h, su tripulación constaba de dos a tres personas y era capaz de llevar hasta 600 Kg. de carga.

Sería puesto a flote la tarde del 17 de marzo de 1920 en el puerto de Barcelona, y el piloto Guido Janello acompañado del ingeniero Jorge Loring, lo pusieron a prueba con un vuelo de once minutos. Esa misma tarde otro avión sería puesto a flote y se probaría, un SIAI S.13 como los utilizados por la Aeronáutica Naval. Este segundo aparato pilotado por Guido Janello realizó un vuelo de prueba acompañado por un reportero gráfico, el vuelo tuvo una duración de ocho minutos.

S.9 Roberto Hernández ©
Ilustración del primer vuelo del S.9 la tarde del 17 de marzo de 1920, este fue tan importante o más ya que todo debía funcionar a la perfección al día siguiente (lámina del ilustrador Roberto Hernández)

Estas dos pruebas con los hidroaviones S.9 y S.13 tan solo eran un aperitivo de lo que estaba a punto de acontecer en unas pocas horas y el hito histórico que sucedería entre los puertos de Barcelona y Palma de Mallorca.

El primer viaje

El espectáculo aéreo del día anterior tan solo fue un adelanto de lo que iba a suceder esa mañana. El instante de máxima expectación sucedió en el preciso momento en el que mediante una grúa se procedió a la botadura de la aeronave sobre las aguas del puerto. Poco después el aviador italiano Guido Janello y el ingeniero Jorge Loring inspeccionaron el aparato, eran las 10 horas y 30 minutos.

Hereter-Savoia S.9 16 - BCN
Botadura del hidroavión en el Muelle de Cataluña (imagen de Branguilí)

Durante la siguiente hora cargaron el hidroavión SIAI S.9 con algunas cartas, entre ellas había un mensaje del alcalde de Barcelona Antonio Martínez Domingo a su homónimo de Palma de Mallorca y a sus gentes; además se cargó la valija con prensa del día con los diarios de: La Vanguardia, Diario de Barcelona, El Noticiero Universal, Las Noticias, La Veu de Catalunya, El Correo Catalán, La Publicidad, El Liberal, El Diluvio, Diario del Comercio, Gaceta de Cataluña, El Mundo Deportivo, El Sport y el Sol. Y un ramo de flores para la madre de Pedro Garcías, vicepresidente del consejo de administración del Talleres Hereter, que residía en Mallorca.

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Los tripulantes de la aeronave fueron Jorge Loring, Guido Janello y el periodista José M. Có de Triola (imagen de Merletti)

Terminada la carga de la aeronave y habiéndose despedido de las autoridades a las 11 horas y 25 minutos, los tres tripulantes suben a la aeronave y tras encender el motor realizaron alguna maniobra en la dársena antes de coger carrerilla y despegar a la altura del Muelle de Cataluña. Curiosamente en su despegue se divisó a lo lejos el correo aéreo de Toulouse a Rabat que se dirigía al Prat. El viaje fue tranquilo y así quedó reflejado en el diario de a bordo, partieron de Barcelona a las 11:30 horas y amerizaron en Mallorca a las 12:43 horas.

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El hidroavión en el agua minutos antes del despegue (imagen de Merletti)
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La expectación es máxima cuando la aeronave levanta el vuelo, en esta imagen el hidroavión se confunde con el crucero Princesa de Asturias (imagen del Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya)
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Y que decir de las vistas desde el aire … (imagen del Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya)

La llegada a Palma no fue menos espectacular que la salida, había un inmenso gentío esperando al hidroavión procedente de Barcelona, tras dejar amarrada a la aeronave fueron recibidos por las autoridades locales. Había tal cantidad de gente que hubo que subir a un coche para dirigirse hasta el Círculo Mallorquín y aun así el vehículo apenas avanzaba, todos querían ver a los héroes del día.

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Imagen de Có de Triola de la llegada a Palma.

El regreso al aparato tampoco fue sencillo, y una vez alcanzado y revisado, los aviadores se dispusieron a embarcar nueva correspondencia, prensa local y sobre todo no podían faltar ensaimadas recién sacadas del horno.

A las 14 horas y 55 minutos despegaba el Hereter-Savoia S.9 de Palma de Mallorca, su piloto y pasajeros eran los mismos y pusieron rumbo a la ciudad Condal. Si en el viaje de ida alcanzaron una altitud de 2.500 metros, en el de vuelta llegaron hasta los 2.240 metros, altura más que suficiente para ser recibidos a lo lejos por el macizo de Montserrat.

El histórico viaje terminaría a las 16 horas y 47 minutos amerizando en las aguas del puerto de Barcelona. Esta vez el primero en recibirlos fue el administrador de Correos de la ciudad que dio orden de repartir el correo directamente desde el muelle.

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Últimos metros de los intrépidos aviadores antes de finalizar su viaje (imagen vía Catalunya Marítima)

En la valija había correspondencia para el gobernador civil y para el alcalde. Se repartieron los diarios de Mallorca y por supuesto las ensaimadas fueron debidamente degustadas.

El legado del primer vuelo

Más allá de este primer vuelo poco recorrido tuvo la idea del correo aéreo y la línea Barcelona-Palma-Barcelona no logró consolidarse, como tampoco lo hizo la compañía Talleres Hereter que cerró un año más tarde. Quien sí pudo explotar esta línea fue la Compañía Aero Marítima Mallorquina (CAM) al cargo de Josep Tous Ferrer, que inauguró el servicio de correo aéreo el 20 de marzo de 1922. Comenzó con una flota de dos hidroaviones Macchi y otros dos Savoia, mas tuvo un éxito parcial. La falta de una subvención estatal provocó la suspensión de los vuelos, aun así, se realizaron más de 50 vuelos entre Barcelona y Palma con correspondencia.

CAM

Talleres Hereter abrió el camino para el correo aéreo en España, gracias en parte al ingeniero y aviador Jorge Loring. Su historia y biografía quedaron reflejadas en el documental “Huellas en el cielo, Jorge Loring y la odisea del zepelín” de Sonia Tercero Ramiro y Susan Youdelman-Azcona, y puede verse completo en Youtube.

 

Más información:
Correo Aéreo de Barcelona a Palma y regreso en el diario La Vanguardia del 19 de marzo de 1920 página 7
Artículo «Las líneas aéreas postales en perspectiva histórica» de Carlos Saldaña publicado el 10 de diciembre de 2010 en la página web de Fundación ENAIRE
Artículo «Inicio del transporte aéreo en Europa (hace cien años)» de Cecilio Yusta Viñas publicado en la revista Aeroplano Año 2020 Nº 38