Por primera vez en la historia moderna de esta ciudad el día 28 de diciembre de 2017 llegaba a Barcelona en visita de cortesía un buque corsario pirata, realizando su entrada por la bocana sur tras efectuar el tradicional saludo al cañón.
Desafortunadamente debido a problemas de tamaño del barco, navegabilidad y el fuerte viento reinante en la ciudad Condal en los últimos días, debió de atracar en la parte más lejana del puerto, en el dique sur frente al muelle del Prat, para no poner en riesgo a los otros barcos atracados, durante esta breve escala técnica las visitas al barco estarán prohibidas.

Este temido barco no tiene nombre y es de sobras conocido simplemente como “Buque Corsario” a secas. Tiene unas dimensiones de 670 mm. de eslora por 240 mm. de manga, desplaza 2,55 kilogramos.
Su propulsión es a vela mediante sus velas mayor, de trinquete, de cabecera y de mesana. Antiguamente equipaban, obligados por la normativa marítima a llevar un motor auxiliar. Forzados por esta normativa adquirieron un complejo sistema radio controlado con dos pequeños motores eléctricos conectados a dos pods con sendas hélices instalados en la quilla, estos motores eléctricos funcionaban con baterías de ion de litio, pero el elevado coste de las pilas más la escasa formación de pilotaje desaconsejaron la utilización de este sistema de propulsión y propiciarion su posterior desmontaje. Su velocidad a vela no es muy elevada y con el motor eléctrico no es que fuera una joya precisamente sobretodo en línea recta y en las curvas mucho más lenta, eso si, ambas propulsiones son 100% ecológicas.

Su dotación actual es de unos tres tripulantes más un pequeño primate, que parece que es el que manda aunque se echa de menos a un loro, son muy aguerridos y siempre dispuestos a ampliar la dotación con voluntarios.

Su armamento como no, lo componen ocho cañones, seis bajo cubierta (tres en cada costado), dos encima de ella de los que uno es móvil y otro se halla instalado en la proa que son los únicos que funcionan, el resto son de adorno, para dar miedo. Estos cañones no funcionan con pólvora, al considerarse esta como tóxica, sino con “energía potencial elástica”, es decir, con muelles. Por sencillo que parezca es una tecnología bastante compleja, por un lado está la arriesgada carga de la bala en el cañón sin que este se dispare, más de un voluntario ha salido volando durante las operaciones de carga y los voluntarios no sobran; otro aspecto complicado es la puntería, ninguna bala impacta en el blanco agravado con el poco alcance del arma, con lo que se utiliza la técnica “tu tira que a algo le dará”.

Las misiones de este barco corsario son de sobras conocidas, su dotación en su afán de pertenecer a la comunidad pirata se dedica principalmente a asaltar a otros barcos piratas, misión en la que no se desenvuelven muy bien dado las características de su barco, y aun más viendo el nivel de los actuales piratas con lanchas planeadoras equipadas con lanzacohetes y fusiles Kalashnikov, pero a estos corsarios les sobra voluntad y no cejan en su empeño.

El «Buque Corsario» permanecerá tan sólo un día en puerto, partiendo de noche para evitar ser vistos por sus enemigos, como si les hiciera falta eso …