Apenas había salido el sol y el vigía marítimo del castillo de Montjuich se disponía a comenzar un nuevo día abriendo su libreta para iniciar el parte de las escalas de esa jornada. En la hoja rezaba: 18 de marzo de 1920. Primero anotó las llegadas: de Palma vapor correo Mallorca; de Amberes y escalas, vapor Helvetier belga con carga general; de Palamós, el pailebote Joven Paquito; y de Cádiz el crucero Princesa de Asturias de la Armada española. Después apuntó las salidas, con un total de cinco vapores, uno de ellos alemán. Además, también tuvo en cuenta la distancia de los buques que salieron el día anterior y los avistamientos de barcos que no entraban en puerto.

Sin embargo, a medida que se levantaba el día y gracias a sus potentes catalejos pudo observar a lo lejos, en las dársenas interiores del puerto, un gran gentío y una creciente actividad de pequeñas embarcaciones que se arremolinaban entre los muelles de Barcelona y Cataluña. Allí estaba a punto de suceder algo importante, era momento de dejar de mirar al mar por unas horas y centrar la atención en el cielo ya que estaba a punto de despegar un hidroavión con correo aéreo con destino a Palma de Mallorca.
El correo aéreo en España
Los primeros vuelos con correspondencia no vinieron de ninguna compañía aérea española sino francesa. Sería un 1 de septiembre de 1919 cuando dos aviones Breguet XIV de las Líneas Aéreas Latécoère entraron en España siguiendo la costa mediterránea con rumo sur, habían despegado de Toulouse y se dirigían a Rabat con correspondencia. Hicieron escala en el aeródromo del Prat y más adelante descansaron en el de Rabassa de Alicante. Este vuelo inspiró e ilusionó a muchos y pronto se realizaría un experimento similar en España.

Sería una empresa catalana la que pondría los medios para transportar correspondencia desde Barcelona a Palma de Mallorca, con los hidroaviones de Talleres Hereter S.A. dirigido por el ingeniero y piloto Jorge Loring. Esta iba a ser una empresa atrevida como lo fuera en la primera mitad del siglo XIX conectar la península con las islas Baleares con los vapores el Balear y el Mercurio de la Compañía Catalana de Vapor.
La aeronave seleccionada fue un SIAI Savoia S.9 de diseño italiano y que fue enviado a Barcelona junto al piloto Guido Janello. Este era un hidroavión biplano monomotor que estaba diseñado para tareas de reconocimiento y que incluso podía ser armado con una ametralladora y algunas bombas.

Tenía una envergadura de 13,2 metros, una longitud de 9,87 metros y una altura de 3,60 metros. Su peso vacío era de 1.200 Kg. y era propulsado por un motor FIAT de 280 HP. con el que podía llegar a los 188 Km/h, su tripulación constaba de dos a tres personas y era capaz de llevar hasta 600 Kg. de carga.
Sería puesto a flote la tarde del 17 de marzo de 1920 en el puerto de Barcelona, y el piloto Guido Janello acompañado del ingeniero Jorge Loring, lo pusieron a prueba con un vuelo de once minutos. Esa misma tarde otro avión sería puesto a flote y se probaría, un SIAI S.13 como los utilizados por la Aeronáutica Naval. Este segundo aparato pilotado por Guido Janello realizó un vuelo de prueba acompañado por un reportero gráfico, el vuelo tuvo una duración de ocho minutos.

Estas dos pruebas con los hidroaviones S.9 y S.13 tan solo eran un aperitivo de lo que estaba a punto de acontecer en unas pocas horas y el hito histórico que sucedería entre los puertos de Barcelona y Palma de Mallorca.
El primer viaje
El espectáculo aéreo del día anterior tan solo fue un adelanto de lo que iba a suceder esa mañana. El instante de máxima expectación sucedió en el preciso momento en el que mediante una grúa se procedió a la botadura de la aeronave sobre las aguas del puerto. Poco después el aviador italiano Guido Janello y el ingeniero Jorge Loring inspeccionaron el aparato, eran las 10 horas y 30 minutos.

Durante la siguiente hora cargaron el hidroavión SIAI S.9 con algunas cartas, entre ellas había un mensaje del alcalde de Barcelona Antonio Martínez Domingo a su homónimo de Palma de Mallorca y a sus gentes; además se cargó la valija con prensa del día con los diarios de: La Vanguardia, Diario de Barcelona, El Noticiero Universal, Las Noticias, La Veu de Catalunya, El Correo Catalán, La Publicidad, El Liberal, El Diluvio, Diario del Comercio, Gaceta de Cataluña, El Mundo Deportivo, El Sport y el Sol. Y un ramo de flores para la madre de Pedro Garcías, vicepresidente del consejo de administración del Talleres Hereter, que residía en Mallorca.

Terminada la carga de la aeronave y habiéndose despedido de las autoridades a las 11 horas y 25 minutos, los tres tripulantes suben a la aeronave y tras encender el motor realizaron alguna maniobra en la dársena antes de coger carrerilla y despegar a la altura del Muelle de Cataluña. Curiosamente en su despegue se divisó a lo lejos el correo aéreo de Toulouse a Rabat que se dirigía al Prat. El viaje fue tranquilo y así quedó reflejado en el diario de a bordo, partieron de Barcelona a las 11:30 horas y amerizaron en Mallorca a las 12:43 horas.



La llegada a Palma no fue menos espectacular que la salida, había un inmenso gentío esperando al hidroavión procedente de Barcelona, tras dejar amarrada a la aeronave fueron recibidos por las autoridades locales. Había tal cantidad de gente que hubo que subir a un coche para dirigirse hasta el Círculo Mallorquín y aun así el vehículo apenas avanzaba, todos querían ver a los héroes del día.

El regreso al aparato tampoco fue sencillo, y una vez alcanzado y revisado, los aviadores se dispusieron a embarcar nueva correspondencia, prensa local y sobre todo no podían faltar ensaimadas recién sacadas del horno.
A las 14 horas y 55 minutos despegaba el Hereter-Savoia S.9 de Palma de Mallorca, su piloto y pasajeros eran los mismos y pusieron rumbo a la ciudad Condal. Si en el viaje de ida alcanzaron una altitud de 2.500 metros, en el de vuelta llegaron hasta los 2.240 metros, altura más que suficiente para ser recibidos a lo lejos por el macizo de Montserrat.
El histórico viaje terminaría a las 16 horas y 47 minutos amerizando en las aguas del puerto de Barcelona. Esta vez el primero en recibirlos fue el administrador de Correos de la ciudad que dio orden de repartir el correo directamente desde el muelle.

En la valija había correspondencia para el gobernador civil y para el alcalde. Se repartieron los diarios de Mallorca y por supuesto las ensaimadas fueron debidamente degustadas.
El legado del primer vuelo
Más allá de este primer vuelo poco recorrido tuvo la idea del correo aéreo y la línea Barcelona-Palma-Barcelona no logró consolidarse, como tampoco lo hizo la compañía Talleres Hereter que cerró un año más tarde. Quien sí pudo explotar esta línea fue la Compañía Aero Marítima Mallorquina (CAM) al cargo de Josep Tous Ferrer, que inauguró el servicio de correo aéreo el 20 de marzo de 1922. Comenzó con una flota de dos hidroaviones Macchi y otros dos Savoia, mas tuvo un éxito parcial. La falta de una subvención estatal provocó la suspensión de los vuelos, aun así, se realizaron más de 50 vuelos entre Barcelona y Palma con correspondencia.
Talleres Hereter abrió el camino para el correo aéreo en España, gracias en parte al ingeniero y aviador Jorge Loring. Su historia y biografía quedaron reflejadas en el documental “Huellas en el cielo, Jorge Loring y la odisea del zepelín” de Sonia Tercero Ramiro y Susan Youdelman-Azcona, y puede verse completo en Youtube.
Más información:
Correo Aéreo de Barcelona a Palma y regreso en el diario La Vanguardia del 19 de marzo de 1920 página 7
Artículo «Las líneas aéreas postales en perspectiva histórica» de Carlos Saldaña publicado el 10 de diciembre de 2010 en la página web de Fundación ENAIRE
Artículo «Inicio del transporte aéreo en Europa (hace cien años)» de Cecilio Yusta Viñas publicado en la revista Aeroplano Año 2020 Nº 38