Por una jornada laboral de 8 horas

El 19 de enero de 1919 había un gran gentío en el puerto de Barcelona, la causa de ello estaba en la prensa que los últimos días estuvo anunciando la llegada de una escuadra de la Armada. Aunque ya se sabía de su llegada la gente no dejó de fijarse en lo alto de la montaña de Montjuich, concretamente en la atalaya el vigía debía de anunciar la llegada, y así fue cuando pasado el mediodía izaba en su telégrafo óptico las señales que correspondían a “escuadra española”.

A lo lejos se divisó una gran figura y tal vez otras más pequeñas, estos barcos eran el acorazado Alfonso XIII, el Torpedero Nº18 y los submarinos Narciso Monturiol (A-1), Cosme García (A-2) y el A-3. Los submarinos Narciso Monturiol y Cosme García quedaron abarloados al costado del Isaac Peral que ya se encontraba en el puerto en el Muelle de Barcelona; el Torpedero Nº18 y el submarino A-3 amarraron sus cabos de popa en el Muelle de Muralla y el acorazado Alfonso XIII amarró sus cabos de popa en el Muelle de Levante.

Alfonso XIII 01 - AFCEC
Imagen en estéreo del acorazado Alfonso XIII tomada en marzo de 1919, esta visita como veremos se dilató en el tiempo y su estancia en el puerto llegó hasta abril (imagen de Ignasi De Canals i Tarrats vía AFCEC)

Esta escuadrilla vino a Barcelona a realizar prácticas y maniobras, sin embargo, su estancia se alargaría más de lo previsto y sus marinos profesionales terminarían por dar luz a una Barcelona en estado de guerra en plena huelga de “La Canadiense”.

El acorazado Alfonso XIII y los dreadnoughts

La Primera Guerra Mundial retrasó la construcción militar de muchos países, sobre todo los no beligerantes y más aún cuando el mayor proveedor para los astilleros es una de las naciones en guerra. Ese fue el caso de los acorazados, o dreadnaught, de la clase España cuya construcción se dilató unos 12 años desde la puesta de quilla del primer acorazado hasta la entrega del último.

La Armada Española se sumaba con la clase España a las marinas de guerra que dispusieron de los más modernos buques de guerra. Los dreadnaught causaron la misma revolución en el campo naval-militar que los torpederos o los submarinos en su momento. El origen se halla en el acorazado HMS Dreadnaught de la Royal Navy construido en 1906 que pronto convirtió en obsoletos a todos sus semejantes anteriores a esa fecha.

HMS Dreadnought - 1906
El HMS Dreadnought fue primer acorazado de este tipo en ser construido.

La revolución se hallaba en su armamento y propulsión, su armamento constaba de un mayor número de cañones de grueso calibre y en cuanto a su planta propulsora constaba de turbinas de vapor, mucho más eficientes a altas velocidades. Pronto se avivó la carrera armamentística y todas las marinas de guerra querían en sus flotas a los novísimos dreadnaught.

USS Arkansas - MMB
La US Navy, así como el resto de marinas dispusieron de diversas clases de acorazados dreadnought como el USS Arkansas de la clase Wyoming (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)
Courbet 1911
Francia construyó el Courbet en 1911
Helgoland 1911
El Helgoland alemán.
SMS Szent Istvan
Y el austro-húngaro Szent István de la clase Tegetthoff son una pequeña muestra de los dreadnoughts construidos antes de la Primera Guerra Mundial.

Así es como nació la clase España de acorazados dreadnaught, aunque eran más pequeños que el resto de sus congéneres con unas 16.400 toneladas de desplazamiento y una eslora de cerca de 140 metros, disponían de un importante armamento artillero compuesto por 8 cañones de 305/50 mm. repartidos en cuatro torretas a los que habría que sumar su artillería secundaria.

Tres fueron los acorazados construidos por la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) en los talleres de Ferrol que llevaron los nombres de: España, Alfonso XIII y Jaime I.

ENCICLOPEDIA DE LA GUERRA CIVIL . TOMO 6
El acorazado España y cabeza de serie que entró en servicio el 11 de septiembre de 1913.
Alfonso XIII & Jaime I - MDE
Y los Alfonso XIII y Jaime I, este último entregado el 3 de marzo de 1915 (vía Armada Española)

En cuanto a nuestro protagonista, el acorazado Alfonso XIII, sería puesto a flote el 7 de mayo de 1913 en Ferrol, causaría alta el 2 de noviembre de 1914 y sería nombrado en honor al rey Alfonso XIII de España que reinó entre 1886 y 1931.

Alfonso XIII 04
Quilla del Alfonso XIII en Ferrol (imagen de la Biblioteca-Hemeroteca do Ateneo Ferrolán)

Desplazaba 16.450 toneladas a plena carga con una eslora de 132,5 metros por 24 metros de manga y 7,7 metros de calado. Era propulsado por 4 turbinas Parsons alimentadas por 12 calderas Yarrow, su potencia era de 11.270 CV. y su velocidad de 19,5 nudos. Dotación, 709 tripulantes.

Iba armado con 8 cañones Vickers de 305/50 mm., 20 cañones Vickers de 101,6/50 mm., 2 de desembarco de 76 mm., 2 Skoda de 47 mm. y 2 ametralladoras Maxim.

Alfonso XIII 05 - MMB
Torre artillada con dos cañones de 305 mm. del Alfonso XIII (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)

En cuanto a su protección blindada disponía de 203 mm. en la cintura, 76 mm. en proa y 101 mm. en popa; las torres artilleras disponían de otros 203 mm., la cubierta unos 25 mm., las baterías laterales 76 mm. y el puente de mando unos 101 mm.

A su entrada al servicio queda asignado a la Primera División de la Escuadra de Instrucción con base en Ferrol y en su primer despliegue a la ciudad Condal tuvo que enfrentarse a la crisis de la huelga de La Canadiense.

La Canadiense

La ‘Barcelona Traction, Light and Power Company’ más conocida popularmente como La Canadiense, fue fundada en Canadá por el empresario e ingeniero eléctrico Frederick Stark Pearson el 12 de septiembre de 1911 con el objetivo de proveer a la ciudad de Barcelona de energía eléctrica.

Barcelona Traction
Instalaciones de ‘La Canadiense’ en el Poble Sec de Barcelona, hoy en día tan solo quedan sus tres chimeneas.

Sus primeros pasos en la ciudad fue la de crear el mercado que solicitaría la energía y la de eliminar la competencia, por eso primero compró a la sociedad ‘Tramvies de Barcelona’ y después adquirió a la ‘Companyia Barcelonesa de Electricitat’. Después construiría los elementos para lograr la energía en forma de presas en dos pantanos en el río Noguera Pallaresa: el de Camarasa y el de Sant Antoni. Además, también aprovecharía el constante caudal de agua del Canal de Serós en la provincia de Lleida. Con el tiempo ‘Barcelona Traction’ seguiría expandiéndose adquierendo a la empresa Energía Eléctrica de Cataluña entre otras hasta 1941.

Pantano de Sant Antoni
Vieja fotografía en estéreo del pantano de Sant Antoni (imagen de Josep Salvany i Blanch vía Memòria Digital de Catalunya)

La huelga

La chispa que causó esta huelga se encendió a consecuencia de la bajada salarial del personal de facturación por parte de la empresa ‘Riegos y Fuerza del Ebro S.A.’ entonces asociada a ‘Barcelona Traction’ y que fue cogiendo más fuerza a finales de enero tras el injusto despido de 8 trabajadores que habían pedido ayuda y consejo al Sindicato de Agua, Gas y Electricidad de la CNT. Tras este incidente el resto de sus compañeros se declaró también en huelga y como represalia / castigo, la empresa despidió a 140 trabajadores más que fueron sustituidos por miembros de otras secciones. Fue en ese momento cuando tras el asesinato de un cobrador de la compañía y la adherencia a la huelga de los miembros de Producción y Distribución, el Sindicato Único de Agua, Gas y Electricidad de la CNT formalizó la huelga del sector y empresas asociadas a La Canadiense (Catalana de Gas, Ferrocarriles de Sarrià en Barcelona y Sindicato General de Aguas), cuyos trabajadores se unieron también poco después a la huelga. El 1 de marzo la compañía de Agua, Gas y Electricidad anunció que despediría a todo aquél que no se presentase en su puesto de trabajo antes del día 6, lo cual promovió la implantación de la censura roja, que, creada por el Sindicato Único de Artes Gráficas, recogía las noticias periodísticas contrarias a los intereses de los trabajadores que se hallaban en huelga.

Barcelona Traction 04

El 9 de marzo el gobernador militar, Joaquín Milans del Bosch, declara el estado de guerra en la ciudad y detiene a tres mil obreros que acaban encarcelados en Montjiuch.

Este hecho encendió más los ánimos en la ciudad y los trabajadores del sector textil se sumaron a la huelga. La ciudad se quedó sin energía y por extensión sin agua, la industria se paralizó casi por completo tanto por la huelga como por la falta de energía, no podían circular ni los tranvías.

El gobernador militar hizo lo posible para restaurar el servicio eléctrico, requisó carbón para las calderas y los fogoneros del acorazado Alfonso XIII se encargaron de alimentar las calderas de la estación central de la Compañía de Electricidad situada en la calle de Mata. Este trabajo extra retrasó su partida y toda la flotilla más algún barco que llegaría más tarde permanecieron en la ciudad hasta que el orden se restableció.

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Personal de la Armada dirigiendose a la central eléctrica del Paralelo (imagen de Balell vía El Mundo Gráfico)

A primeros de marzo llegaría el crucero Extremadura, a bordo transportaba fogoneros y maquinistas de la Armada que ayudarían a esta tarea.

Alfonso XIII & Extremadura - AFCEC
El acorazado Alfonso XIII y el crucero Extremadura fondeados en el puerto de Barcelona (imagen de Ignasi De Canals i Tarrats vía AFCEC)

A mediadios de abril llegaría el acorazado España y el contratorpedero Osado a tiempo de la partida de los submarinos, y el acorazado Alfonso XIII se iría de Barcelona el 19 de abril.

La victoria de la clase obrera

La huelga terminó cuando se logró un acuerdo de mínimos pactados con el subsecretario de Presidencia, estos acuerdos incluían entre otros: la liberación de los trabajadores encarcelados, la readmisión de los trabajadores en huelga, levantar el estado de guerra y sobre todo establecer la jornada laboral de 8 horas. Estas propuestas se comunicaron al público el 19 de marzo en la plaza de toros de las Arenas en la que asistieron 20.000 trabajadores.

 

Más información:
Libro «Buques de La Armada Española. Historiales (1700-2014)» de Pedro Fernández Núñez, José Mª Mosquera Gómez y José Manuel Budiño Carlés
Artículo «LA CANADIENSE. La electricidad en Barcelona.» en la página web de Barcelona Memory

El vuelo del Egara

Era muy pronto por la mañana, en el horizonte al este ya se entreveía una fina capa de luz que rápidamente se convirtió en los primeros rayos del sol. El vigía marítimo del castillo de Montjuich se preparaba para una nueva jornada de guardia en lo alto de su atalaya. Iba armado con su catalejo, un bloc de notas y seguramente una buena taza de café.

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La torre del vigía del castillo de Montjuich con Barcelona al fondo (Josep Badosa Montmany vía Ayuntamiento de Barcelona)

Primero anotó las condiciones meteorológicas y después se dispuso a apuntar en su diario el movimiento portuario desde el amanecer hasta el ocaso para pasar parte, era un martes 9 de marzo de 1919, la gran guerra había terminado hacía meses y el tráfico marítimo ya se había restablecido con total normalidad.

Pacientemente procedió a listar los ocho buques entrados, los vapores Cabrera, Maliaño, Almazora y Jorge Juan, todos con una variada carga de carbón, carga general y pasajeros; después anotó los veleros, eran los pailebotes Carlitos, Solgull, Antonio Salomó y la balandra Progreso. Además, también controlaba a los buques ya salidos horas antes y que poco a poco iban desapareciendo en el horizonte hacia sus respectivos destinos, algunos eran los vapores Kontzesi, el Arnús, el Quartz, el Ausias March o el Rey Jaime II, además de un par de veleros, el bergantín-goleta San Telmo y el pailebote Egara.

Lo que nadie sabía en ese momento, ni su patrón, es que debido a un error causado por una huelga al Egara se lo consideró como desaparecido en un naufragio y en el mismo error se omitió la posible hazaña al haber batido un récord de velocidad de un buque de estas características con tan solo sus velas y sin ayuda mecánica.

Su naviera

El Egara perteneció en un tramo de su vida a la naviera catalana Navegación Egara S.A. creada por el empresario Francesc Alegre i Roig oriundo de Terrassa, que operó con dos buques desde su creación en 1919 hasta el momento de su disolución en 1921, el Egara y el Sant Mus.

Sant Mus - MMB
El bergantín-goleta San Mus en cambio gozó de una vida completamente distinta, acabando sus días como el buque escuela Baleares de los Flechas Navales en Barcelona (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)

Poca información he logrado encontrar del Egara antes de su llegada a esta naviera y como ya le sucedió al investigador Josep Maria Riera en su trabajo de «Los barcos de la Terrassa sin mar», la información encontrada es contradictoria. En principio parece que el Egara fue construido en 1888 en los astilleros LLompart de Palma de Mallorca y más tarde sería matriculado en Barcelona en 1918 a nombre del armador Manuel Targarona. Recibiría su nombre en honor a un municipio de la Hispania romana (Municipium Flavium Egara) y que con el paso de los siglos terminaría por convertirse en la actual Terrassa.

Sus características técnicas están publicadas en la Lista Oficial de los Buques de Guerra y de los Mercantes del año 1919, ahí se especifica que el Egara tenía una eslora de 32,02 metros por 7,64 metros de manga y 2,92 metros de puntal. Desplazaba 149 toneladas en total y no consta ningún motor instalado.

Egara - RN
El Egara en la imagen, podía transportar 300 toneladas de carga (imagen vía revista Navegación)

En fecha desconocida a partir de 1919 el Egara cambia de nombre, ahora se llamaría Isabel Vaurell con matrícula de Palma de Mallorca y su armador pasaría a ser Damián Ramis Mus. Ahora el pailebote sería equipado con un pequeño motor diésel de 160 HP. que le daría una velocidad máxima de 8 nudos. En la Lista Oficial de Buques de 1934 aparece por vez primera como Cala Murtà, sigue matriculado en Palma de Mallorca y forma parte de la flota de la Naviera Mallorquina S.A. Sin embargo, y contradiciendo a las listas oficiales anteriormente citadas, el último registro consultado consta de 1939 en la que especifica que el Cala Murtà fue construido por los astilleros S. Llompart de Palma de Mallorca en 1918.

El error

Se debió a la huelga que entre el 5 de febrero al 13 de marzo de 1919 paralizó la ciudad de Barcelona, reivindicación obrera que acabaría por conocerse como la «huelga de La Canadiense«. En esos confusos días en los que se llegó a declarar el estado de guerra en la ciudad algunos diarios se adhirieron a la huelga y otros en cambio sufrieron censura.

El pailebote Egara partía de Barcelona el 9 de marzo y su patrón el capitán A. Martín Soler ponía rumbo a Málaga a donde llegarían el 19 de marzo y de ahí zarparía con destino a Melilla, puerto al que llegaría el día 22. Pero un día más tarde el diario El Sol de Almería publicaba la noticia de la desaparición y posterior naufragio del Egara en la meseta de Roldán frente al Cabo de Gata, en la breve nota se aseguraba que se había salvado toda su tripulación.

El mismo capitán del pailebote al leer la noticia telegrafió al director del diario en su delegación de Almería, rogando una disculpa y una rectificación más para el alivio de las familias de los tripulantes que del propio hecho en sí. La disculpa tal vez llegara pero no la rectificación que nunca llegó a producirse.

El vuelo del Egara

Y ciertamente así debió de ser ya que los cálculos indican que debió de alcanzar la velocidad de 14,15 nudos (poco más de 26 kilómetros por hora), mucho más veloz que algunos vapores de la época que no lograban superar los 10 a 12 nudos.

Otros casos similares son los que nos cuenta Román Sánchez Morata en su página web de «Navegar es preciso» en su artículo “Pailebots o Pailebotes de cabotaje o gran cabotaje en el Mediterráneo occidental durante los siglos XIX y XX”. Uno fue el del pailebote Virgen de Loreto que en 1920 realizó la travesía entre Barcelona a Sóller (unas 112 millas) en 12 horas, un ligero cálculo devuelve un resultado de 8,11 nudos de velocidad; y en 1944 el pailebote Salinero cubrió la ruta entre Barcelona y Torrevieja con 255 millas navegadas en 28 horas, alcanzando una velocidad aproximada de 7,9 nudos.

Salinero - MMB
Pailebote Salinero (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)

Su final

El Cala Murtà hallaría su fin a finales de marzo de 1966 cuando, procedente del puerto francés de Port-Saint-Louis-du-Rhône con un cargamento de cemento con destino a Mahón, embarrancaría en la punta Cap des Porc a media milla del faro de Artruix. La tripulación y su patrón consiguieron ponerse a salvo en una chalupa y más tarde serían rescatados por el pesquero Valldemosa.

Los pailebotes eran unos buenos barcos para el transporte de carga y muy comunes en el Mar Mediterráneo, pero como bien dice Román Sánchez la información que existe sobre ellos en la red es muy limitada, aunque todos coinciden en que su origen se halla en las embarcaciones que los prácticos empleaban para acceder a los barcos, incluso su denominación recuerda a «pilot’s boats». Algunos sobrevivieron a la época del vapor, y como en el caso del Egara, se les instalaron pequeños motores diésel a la par que se los desarbolaban dandoles una apariencia mucho más «moderna».

Pailebotes - MMB
Pailebotes fondeados en un puerto desconocido (imagen del Museo Marítimo de Barcelona)

En la actualidad quedan un puñado de ellos conservados en museos y asociaciones navales, y uno lo tenemos muy cerca en el puerto de Barcelona, se trata del pailebote Santa Eulàlia en propiedad del Museo Marítimo de Barcelona. Este es un barco con una larga historia que bien merece un artículo aparte para él solo.

Santa Eulalia - Kruzenshtern - 25-03-2018 - ACV
Pailebote Santa Eulàlia del Museo Marítimo de Barcelona (imagen de Antoni Casinos Va)

 

Goleta dibujo

 

 

Más información:
Revista Navegación del 15 de abril de 1919 página 13
Artículo del Diari de Terrassa «El bello velero Sant Mus y el pailebot Egara, en la primera naviera terrassense» de Josep Maria Riera publicado el 16 de marzo de 2018
Nota de prensa del naufragio del Cala Murtà publicado en el diario La Vanguardia del día 2 de abril de 1966 página 13

El vapor SS Olesa y su intensa vida marinera

A las 11 horas de la mañana del día 8 de mayo de 1919 se procedió a cortar las amarras que sujetaban a un nuevo vapor recién construido en su grada, poco a poco el barco comenzó a deslizarse por las maderas mientras era observado por el poco público que asistió al evento de esta botadura. En su reluciente casco rezaba la inscripción: Olesa

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El Olesa en el agua (Museo Marítimo de Barcelona)

Pero antes de llegar al agua el Olesa, pareciendo temeroso de tocarla, se detuvo.
Los técnicos al revisar lo sucedido, se percataron de que el sebo que debía de facilitar el trayecto del barco sobre las maderas de la grada se había secado seguramente a causa del retraso de la botadura aquella mañana. Para ayudar al Olesa a descender de la grada hasta el agua se decidió utilizar un remolcador, el francés Travailleur, quien con la fuerza de sus máquinas lo puso en el agua.

Este fue el primer contacto con el líquido elemento del vapor SS Olesa construido para la Sociedad Anónima Naviera Española en los Astilleros Cardona S.A. en sus instalaciones de Casa Antúnez (Can Tunis). El vapor fue amadrinado por la Sra. Julia Burgués Gajá y a la ceremonia estuvieron presentes el director general de la compañía D. Miguel Cardona, el alcalde de Olesa de Montserrat el D. Jaime Ros y algunos accionistas y miembros del consejo de administración de los astilleros.

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Botadura interrumpida del Olesa (Museo Marítimo de Barcelona)

El Olesa, que en esas fechas fue el mayor buque construido en Barcelona, llegó en el mejor momento para estas atarazanas, le seguirían el Berga, el Cervera y el Tarrasa, todos con un tonelaje superior a 1.000 Tm. y con un encargo de otro barco de 3.500 toneladas listo para empezar a construir.

Este vapor inicialmente concebido como una gabarra, durante su vida realizó distintos tipos de trabajos muy lejos del cometido para el que fue construido. Mercante, pesquero, transporte y buque de salvamento. Navegado bajo pabellón español, noruego, inglés, estonio, norteamericano y panameño; habiendo navegado desde el Mar Mediterráneo al Mar del Norte, Mar Báltico, Atlántico Norte, Mar de Barents y Mar Caribe, huyendo de una Europa en guerra y de una Estonia ocupada por los alemanes para servir como uno de los primeros buques de salvamento de la Marina de Guerra de los Estados Unidos.

Los Astilleros Cardona

El origen de los astilleros Cardona se remonta al siglo XVIII con Pedro Cardona Cardona (1751-1813), con él se creó una dinastía de maestros de la construcción naval, primero en Mahón y más tarde en 1860 se trasladaron a Barcelona, estableciéndose en el llamado entonces Moll de Rebaix cerca de la Barceloneta, en donde hoy en día está el Muelle del Reloj y la Marina Port Vell.

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Edificio de los Astilleros Cardona en la Barceloneta (Ajuntament de Barcelona)

Los Cardona destacaron por su plantilla altamente especializada y su maquinaria, imprescindible para ellos para realizar su trabajo. Pronto se erigieron como el principal astillero barcelonés, construyeron las reproducciones de las carabelas La Pinta y La Niña para la Exposición Universal de Chicago de 1893; también construyeron una barcaza de carga para el puerto de Barcelona, realizaban reparaciones de los transatlánticos de las navieras Pinillos y Compañía Trasatlántica española, y construyeron todo tipo de embarcaciones a vela y a motor.
Al poco de la botadura del Olesa los astilleros fueron comprados por la compañía inglesa John I. Thornycorft y su nombre cambió a Astilleros del Mediterráneo S.A.

Astilleros del Mediterraneo
Instalaciones de los Astilleros del Mediterráneo (Revista La Marina Mercante 31/12/1920 Nº19)

Durante la Guerra Civil española las instalaciones de los astilleros sufrieron los daños de los bombardeos del puerto de Barcelona, perdiéndose bajo las llamas una gran cantidad de documentación y planos muy valiosos.

Pero los Cardona no se dieron por vencidos y continuaron con el negocio de la construcción naval. En 1971 en el interior de las Reales Atarazanas los Cardona emprendieron la construcción de la réplica de la galera La Real de Don Juan de Austria, en el mismo lugar en donde se construyó la original cuatrocientos años antes. Y en los años sesenta construyeron diversas replicas de la carabela Santa María. La empresa se mantuvo activa hasta 1976 momento en el que Narciso Cardona vendió la totalidad de sus acciones y finalizando de esta manera su actividad.

El vapor Olesa

El SS Olesa debía su nombre a la localidad de Olesa de Montserrat situada a unos 45 kilómetros de Barcelona y cerca del macizo rocoso de Montserrat. Fue construido originalmente como una gabarra sus dimensiones eran de 57,18 metros de eslora por 10 metros de manga y 4,23 metros de calado, con unas 1.100 toneladas de peso muerto. Era propulsado por una máquina de vapor de la firma barcelonesa Alexander de 500 cv. de potencia con una velocidad de 4,5 nudos.

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Vapor Olesa (Revista La Marina Mercante 31/12/1920 Nº19)

Después de su botadura se procedieron a las pruebas de mar realizando un viaje desde Barcelona a Bilbao recorriendo 1.375 millas, la valoración de los técnicos y del cliente fue muy pobre debido al alto consumo de carbón, unas 77 toneladas por singladura y su baja velocidad.

El Olesa fue trasladado de nuevo a la grada de los Astilleros Cardona y los técnicos decidieron proceder a la sustitución de la hélice original por una nueva un poco más grande y eficaz sin tener que reemplazar la maquinaria. Esta obra no sería fácil y puso en el punto de mira de la industria y el sector naval la capacidad de estos astilleros barceloneses para realizar este cambio. Dicho cambio incluía una modificación en el codaste para que cupiera la nueva hélice más una extensión de la quilla para reforzar el codaste en caso de varada del barco.

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El codaste del Olesa recién modificado (Revista La Marina Mercante 31/12/1920 Nº19)

Las obras terminaron en trece días y se reemprendieron las pruebas de mar, realizando exactamente el mismo viaje de Barcelona a Bilbao recorriendo 1.375 millas de nuevo y con un consumo de carbón por singladura de 56,9 toneladas, logrando además un aumento de la velocidad del barco de los 4,5 nudos de media a 7,4 nudos.

Con estas características fue entregado a la Sociedad Anónima Naviera Española quien lo mantuvo navegando hasta 1922, a partir de esta fecha el SS Olesa fue cambiando a menudo de naviera y de nombre, en estos fueron sus distintos destinos:

Tabla 1

En 1937 en un viaje desde Porsgrunn en Noruega hasta Middlesbrough en Reino Unido, sufrió un accidente quedando varado, posteriormente se consiguió rescatar y reflotar.

El SS Harjurand

Tras salvar el navío fue vendido a la compañía de Estonia Th. Liimann con base en Tallin y renombrado a SS Harjurand bajo el mando del capitán Boris Cirandi Nelke, cargo que ostentaría hasta 1939.

Boris Nelke
Retrato de Boris Nelke a bordo del SS Harjurand

El Harjurand comandado con su nuevo capitán se embarcarían en una campaña pesquera hacia aguas de Islandia, sentando las bases de la nueva industria pesquera de estonia.
La Unión Soviética ocuparía Estonia en junio de 1940, la totalidad de la flota pesquera fue puesta bajo mando de la Armada soviética y en julio de 1941 sufrirían la ocupación alemana.

Según este artículo de Aarne Vaik del Museo Marítimo de Käsmu (Estonia) basado en el relato del diplomático estonio Johannes Kaiv exiliado en Estados Unidos y cónsul general del gobierno de Estonia en el exilio, el SS Harjurand se encontraba en aguas de las Azores durante la invasión alemana y fue el propio Johannes Kaiv quien ordenó mediante telegrama que el SS Harjurand pusiera rumbo a Estados Unidos e ignorara todas las informaciones y órdenes que provinieran de Tallin.

Diez días después el SS Harjurand al mando del capitán Eelmere llegó al puerto de Filadelfia quedando internado en él a la espera de nuevas instrucciones. Su dotación vivió recluida en el barco durante una larga temporada, mientras Kaiv se encargaba de que recibieran su salario mas también recibían clases de doctrina soviética por parte de su capitán, cosa que Kaiv no estaba dispuesto a permitir y se dispuso a destituir al capitán Eelmere por el capitán Hans Roubini.
La negativa del primero en abandonar su puesto requirió que Johannes Kaiv pusiera en marcha la maquinaria diplomática y judicial norteamericana. Finalmente Eelmere desistió de su cargo y abandonó el buque, interponiendo una demanda contra los dueños del buque para la recuperación del mismo, dicha demanda fue desestimada por los tribunales de Pensilvania.

El USS Harjurand ARS-31

El 1 de junio de 1942 la War Shipping Administration norteamericana requisó el barco y contrató a la empresa de salvamento marítimo Merritt-Chapman & Scott de la ciudad de Nueva York las obras de adaptación y conversión del Harjurand como buque de salvamento. Finalizados los trabajos el Harjurand se entregaría a la US Navy el 1 de junio de 1942 y sería operado bajo contrato por la empresa de salvamento marítimo Merritt-Chapman & Scott como USS Harjurand con numeral ARS-31.

USS Harjurand ARS-31
Buque USS Harjurand ARS-31, como buque militar fue armado con dos cañones de 6 libras y dos ametralladoras de 20 mm. (US National Archives RG-80-G photo No. 80-G-271811 vía navsource.org)

Su primer trabajo como buque de salvamento fue durante las operaciones de rescate del buque de transporte USS Edward Luckenbach en julio de 1942, hundido por una mina en las cercanías de Cayo Hueso (Florida). Su cargamento consistía en una variedad de minerales, madera y correo pero especialmente valioso eran sus 10.000 toneladas de tungsteno, de las que 4.500 fueron recuperadas por la dotación del USS Harjurand y transportadas a Tampa.

SS Edward Luckenbach
El SS Edward Luckenbach en 1919 (Naval Historical Center)

Ese mismo año de 1942 el USS Harjurand combinaba sus trabajos de salvamento y rescate con viajes de transporte integrado en diversos convoyes, navegando principalmente en la costa del noroeste de los Estados Unidos y Canadá, frecuentando la ruta entre San Juan de Terranova y Halifax.

Durante uno de estos convoyes, concretamente el SG-6S, recibieron el ataque de un submarino alemán, el U-165 al mando del capitán Eberhard Hoffmann. Dicho convoy transitaba entre el puerto de Sidney en Nueva Escocia (Canadá) y Greenland desde el 25 de agosto al 8 de septiembre, y estaba compuesto por los buques Alcoa Guard, Arlyn, Biscaya, USS Harjurand y petrolero USS Laramie AO-16 escoltados por los USCGC Algonquin WPG-75 y USCGC Mohawk WPG-78.

La noche del 28 de agosto mientras se hallaban navegando a través del estrecho de Belle Isle, el submarino U-165 disparó una salva de cuatro torpedos, uno de ellos impactó y dañó de gravedad al transporte Arlyn de 3.300 toneladas y otro torpedo dañó al petrolero USS Laramie de 7.200 toneladas, el resto de torpedos se perdieron.

USS Laramie
USS Laramie AO-16

Parte de los supervivientes del Arlyn fueron rescatados por el USS Harjurand y transportados al puerto de Sidney, el Arlyn con la sala de máquinas destruida por el torpedo y sin propulsión fue abandonado y a la mañana siguiente resultó hundido por otro torpedo lanzado por el submarino alemán U-517 del capitán Paul Hartwig.

El USS Laramie corrió mejor suerte, la explosión del torpedo abrió un boquete de 12 x 10 metros en la parte de proa por babor destrozando el sollado en donde estaban los camarotes de la tripulación matando a cuatro tripulantes, provocando además una gran inundación. Los equipos de emergencia del petrolero consiguieron controlar la inundación y por sus propios medios navegaron escoltados por el USCG Mohawk hasta el puerto de Sidney en Nueva Escocia.

USCGC Mohawk
USCGC Mohawk WPG-78

El USS Harjurand prosiguió con sus convoyes y sus misiones de rescate sin mayores incidentes.
Colaboró en el rescate de la carga de los SS Gulfamerica hundido cerca de Jacksonville en abril de 1944, SS Ashkabad en Georgia en junio de 1944, el SS Maurice Tracy en Carolina del Sur en Agosto de 1944 y del destructor Sturtevant DD-240 en los Cayos de Florida en abril de 1945.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, se rescindió el contrato con Merritt-Chapman & Scott y el USS Harjurand causó baja en las listas de la US Navy el 19 de junio de 1946.

La última singladura

Poco más se sabe del destino del Harjurand (ex Olesa), su última bandera fue panameña navegando con la compañía Miraflores S.A. con el nombre de Dodecanese y se pierde su rastro en 1955 cuando fue vendido para desguace a una empresa norteamericana en Jacksonville (Florida).

 

Dibujo ancla

 

 

Más información:
La Marina Mercante, Barcelona 31 de diciembre de 1920 Nº 19 de José Oromí
Articulo aparecido en Menorca.info de Margarita Caules Ametller del 22/12/2012 llamado «Anécdotas de los Astilleros Cardona (y III)»
Página web de Skipshistorie.net con el historial del DS Margot (ex Olesa), disponible en noruego e inglés