El 4 de abril de 2015 hacía su entrada al puerto de Barcelona el patrullero Toralla (P-81) de la Armada española, procedió a atracar en el Muelle de Barcelona paramento norte. El Toralla se encontraba en aguas barcelonesas desarrollando su última misión de patrulla asignada desde el 1 al 30 de abril, durante ese mes debería de patrullar las aguas jurisdiccionales españolas en esta área del Mediterráneo, así como controlar el tráfico marítimo y luchar contra el tráfico ilegal de mercancías, vigilancia pesquera, protección del medioambiente y luchar contra la inmigración irregular. La visita del patrullero se prolongaría hasta el día 10 de abril y tras su merecido descanso continuaría con su misión de presencia naval.

El Toralla forma parte de una familia única, es uno de los tres patrulleros de la Armada española construido en los astilleros barceloneses Viudes del puerto de Barcelona a finales de la década de 1980, astilleros que en sus gradas vieron nacer diversos buques civiles como gánguiles y pontonas además de yates, naos y una quincena de patrulleras para el Servicio de Vigilancia Aduanera española.
Los Astilleros Viudes
Estos astilleros forman parte de una larga tradición de construcción naval barcelonesa, que si bien no se caracterizaron por la fabricación de grandes buques, si fueron la cuna de múltiples remolcadores, embarcaciones auxiliares de puerto, yates y pesqueros entre otros buques menores. Junto a ellos estaban los Astilleros Cardona de larga tradición en el puerto y los Talleres Nuevo Vulcano que combinaban la construcción con la reparación de buques.

Estaban situados en el puerto de Barcelona, concretamente en el Muelle del Reloj, cuando comenzaron la construcción de los patrulleros ya llevaban cincuenta años construyendo barcos. Sus buques más populares fueron un yate de la familia real llamado Fortuna, fue adquirido por el monarca español Juan Carlos I en 1976 y navegó con él tres años hasta que fue vendido al marqués de Mondéjar.
Para la marina civil construyeron el yate Rima III de 100 toneladas de registro bruto, más tres gánguiles para el puerto de Sevilla y otros tres para las empresas italianas de Cidonio Condote y So. Co. Mar.

También se atrevieron con barcos más potentes como el remolcador Güímar de 200 toneladas para CEPSA, dos de 124 toneladas para el puerto de Barcelona y uno para Valencia.
En 1991 zarparía de Barcelona la nao Santa María construida por encargo del productor japonés Haruki Kadokawa con la que intentaría reproducir el viaje de Cristobal Colón en su búsqueda de Cipango.

Pero sin duda alguna el mayor cliente de Astilleros Viudes en los años ’80 fue el gobierno español, además de los dos patrulleros de la clase Toralla para la Armada construyeron el P-124 y diversas lanchas patrulleras para el Servicio de Vigilancia Aduanera.




La clase Toralla
Dos fueron los buques construidos, el Toralla (P-81) y el Formentor (P-82). El primero debe su nombre por una pequeña isla ubicada entre las localidades de Navia y Pedreira en Galicia, y el segundo por el Cabo Formentor al nordeste de la isla de Mallorca.
El patrullero Toralla fue botado el 26 de febrero de 1987 y fue entregado a la Armada el 29 de abril del mismo año, su hermano el Formentor entraría al servicio activo el 23 de junio de 1988.


Desplazan 101,9 toneladas con una eslora de 28,5 metros por 6,5 metros de manga y 1,83 metros de calado máximo. Son propulsados por dos motores diesel Bazán-MTU 8V 396 TB93 de 2.180 bhp. a dos ejes que les dan una velocidad máxima de 15 nudos y una autonomía de 1.000 millas náuticas a 12 nudos. Dotación, de 12 a 14.

Su electrónica básica embarcada consta de un radar de descubierta de superficie Racal Decca RM 1070 y un radar de navegación Racal Decca RM 270, navegador GPS Magnavox MX-510/2, un sondador Honda HE-538 y un transceptor RF-2301. Su armamento tan sólo consta de una ametralladora Browning de 12,7 mm. montada en proa.
A su entrada al servicio activo la Armada le concedió el mando del patrullero al Alférez de Navío don Eugenio Díaz del Río Jáudenes, primero de su promoción y primer oficial con esta graduación en conseguir el mando de un buque de la Armada. Su base inicialmente sería Alicante y más tarde se trasladaría al Arsenal de Cartagena junto a su hermano Formentor, desde ahí parten para realizar las misiones que les son encomendadas aunque su primera gran actuación tendría lugar en la ciudad que los vio nacer durante los Juegos Olímpicos de 1992.
Su primera gran misión
Entre el 25 de julio al 9 de agosto de 1992 en Barcelona se celebraron los XXV Juegos Olímpicos, durante poco más de dos semanas la ciudad Condal sería el centro del mundo. Para impedir ningún suceso desagradable se organizó un amplio dispositivo por tierra, mar y aire.
La Armada española se ocuparía de la seguridad marítima frente a las costas barcelonesas y concretamente en su puerto, para ello se coordinaría con el recientemente creado Servicio de la Guardia Civil del Mar y con otros cuerpos de seguridad del estado.
Se establecieron tres perímetros de seguridad el primero abarcaba una zona máxima de 30 millas y en donde se ubicaban las fragatas y corbetas; la segunda llegaba hasta las 12 millas y era patrullada por los patrulleros mayores como los Lazaga o los Barceló; y por último se creó un perímetro interior de 6 millas que era cubierto por los patrulleros más pequeños como los Alcanada, Ánaga y Toralla.
Los buques de la Armada que participaron en la seguridad de los Juegos Olímpicos fueron: la fragata Santa María, corbetas Diana e Infanta Cristina, dragaminas oceánicos Guadalete, Guadalmedina, Guadalquivir y Guadiana, dragaminas costeros Duero, Tajo, Genil y Odiel, patrulleros Lazaga, Villaamil, Javier Quiroga, Deva, Conejera, Dragonera, Espalmador, Alcanada, buque de salvamento Poseidón e hidrográficos Antares, Tofiño y el transporte de ataque Aragón. Además hay que añadir nueve patrulleros, dos construidos por Astilleros Viudes y el resto por Aresa, fueron los Toralla, Formentor, P-108, P-109, P-114, P-116, P-117, P-118, P-119 y P-124.

A estos buques habría que añadir helicópteros de la 3ª, 5ª y 10ª Escuadrilla desplegados desde la fragata Santa María y el transporte de ataque Aragón.
Aún en servicio
El Toralla cuenta con 33 años de servicio ha realizado a la perfección las misiones que se le han encomendado, ha colaborado con otras unidades de la Armada, con la flotilla de submarinos, el Ejército del Aire, la Infantería de Marina y otros buques aliados de la OTAN. En 1998 el patrullero y su dotación fueron homenajeados por el Ayuntamiento de Águilas por su intervención en la localización y rescate del pescador desaparecido Juan J. Iglesias. El capitán del patrullero recibió dos placas ofrecidas como agradecimiento del rescate del pescador, una por parte del alcalde Francisco López y otra de manos del presidente de la asamblea local de la Cruz Roja Miguel Molina.

El Toralla y su hermano Formentor aun siguen en servicio a día de hoy, han sobrevivido al resto de patrulleros ligeros de la Armada de las clases Barceló y Conejera, además de la otra serie barcelonesa, los Aresa construidos en Arenys de Mar de los que sólo dos quedan en servicio.
Más información:
El patrullero Toralla en la página web de la Armada Española
Artículo en La Vanguardia de M. Ramírez Gabarrús «La construcción naval en Barcelona» del 10 de marzo de 1974
Artículo de Camil Busquets i Vilanova publicado en la Revista General de Marina «La seguridad naval en los Juegos Olímpicos de Barcelona» de octubre de 1992
Barcelona sure gets some beautiful yachts.
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El nombre del patrullero «Toralla», es el de una isla situada en la Ría de Vigo. La ubicación que se da en el artívulo es errónea.
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No es erronea, solo dicho de otro modo, su localización es en la Ría de Vigo, cerca de la costa, entre las urbanizaciones de Navia y Pedreira. Un saludo!
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Tuve el honor de trabajar en la construcción de la Nao Santa María en colaboración con el astillero Coremar.scl ubicado en el varadero del muelle del reloj. Lamentablemente la Nao sufrió un impacto de otro buque a pocas millas de la bahía de Osaka en Japón pero llegó a puerto on un boquete en el casco de un metro y medio de diámetro. La nao Santa María fue donada al puerto de Kobe y durante unos años estuvo expuesta en tierra en las instalaciones del Museo Marítimo de Kobe hasta abril del 2004, cuando la réplica sufrió un pavoroso incendio que provocó su parcial destrucción y su retirada de su sitio de exposición. Quizá
su mala suerte fue porque en el ritual que realizaron los japoneses en el astillero (con samurais y geisha incluidos) para y según sus tradiciones dar buena suerte al buque, se hizo una ceremonia donde se marcó la quilla de roble con un símbolo al fuego. Por un error de construcción se cambio esa quilla por otra y salió a la Mar sin esa protección divina. Nunca lo sabremos.
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Hola, gracias por su comentario y datos adicionales.
Aquí le dejo el articulo con un listado de las otras nao Santa María construidas en Barcelona, incluida la de Kobe. Un saludo!
https://envisitadecortesia.com/2019/07/27/las-otras-naos-santa-maria-de-barcelona/
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[…] Descubierta reconvertidas a patrulleros de altura, más los de la clase Serviola, Chilreu, Anaga, Toralla y Aresa, algunos de ellos con más de 35 años en […]
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Yo hice la mili en el patruller Formentor, realizando inspecciones a pesqueros.
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